XXIII

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— Estas segura que no te hacen falta más cosas, puedes elegir lo que quieras — Dice Mei mientras caminaba con algunas bolsas de compras.

— Esto es  suficiente Aihara.  Además que estoy emocionada por volver a ver a mamá y mi hermana.

— Verte sonreír me hace feliz Yuzu — se pone frente a la Omega para mirarla directamente a los ojos.

— Qué paso, tengo algo en la cara.

— Te voy extrañar tanto, así qué quiero aprovechar para mirarte todo el tiempo que sea posible.

— No digas eso tan de repente, qué vergüenza — se cubre el rostro con sus manos — Mei tú vas a venir conmigo.

— En serio, lo dices en serio — tira las compras, quita las manos de Yuzu de su rostro para dejarle un beso en su mejilla — En serio que no te merezco, eres la mejor mujer del mundo.

— Mei... Irás conmigo pero no te ilusiones, quiero que vayas conmigo para que te presentes como la otra madre de nuestro hijo.

— Me hace feliz que quieras que me presente — Abraza a la Omega — Haré lo que este en mis manos para enamorarte Yuzu, lucharé por ti, por tu amor y no me detendré hasta que seamos una familia.

《 No quiero aceptar tan rápido que me estoy enamorando de esta Alfa tonta 》 se dice así misma Yuzu mientras recuesta su cabeza en el pecho de Mei.

(...)

Había transcurrido una semana desde que Mei y Yuzu fueron de compras, estaban preparándose para viajar.

El tema de Matsuri y Harumin no volvió hacer tocado entre la pareja, cuando ambas estaban listas se subieron al coche.

Mei durante todo el viaje estuvo sacándole tema de conversación a Yuzu, a veces las ocurrencias que decía la Alfa hacia reír a la Omega.

— Oye Mei, cuál será la historia que contaremos, pues no puedo llegar a casa y decir. Hola familia ya volví, y adivinen estoy embarazada de la mujer que me secuestro.

— No hace falta que te preocupes Yuzu, yo me haré cargo, hablaré con tu familia sobre que nos conocimos hace tiempo y entonces te secuestraron y yo te rescate.

— No es una gran historia, pero mi familia se la creerá por el momento, sabes tengo miedo de como puedan reaccionar.

Mei acarició la mano de Yuzu intentando calmarla — Es tu familia y por lo poco que me has contado te aman mucho, sé bien que será mucho por procesar para ellas pero lo entenderán, nunca estarás sola entiendes.

Yuzu sentia tranquilidad después de escuchar las palabras de Mei, se sentía segura a su lado, a pesar de todo lo que hizo la Alfa, al final entendio porque Mei era así, su infancia no había sido fácil.

No se había dado cuenta, que había recostado su cabeza en el hombro de la Alfa, poco a poco el sueño se iba apoderando de ella, no paso mucho para que se que quedará dormida, Mei al notar que la Omega se quedó dormida le pidió al conductor que vaya más lento.

( ... )

— Mamá, dónde estás — gritaba Koichi, buscando en las habitaciones de la casa, sintió un pequeño dolor en el pecho cuando estaba frente la puerta del cuarto de su hermana, cuando abrió vio a su madre ahí, en la cama abrazando un peluche de oso quien pertenecia a a su hermana.

—  Hola hija, solo estaba ya sabes aquí, extraño a tú hermana.

Antes de que Koichi pudiera decir algo los golpes de la puerta llamaron su atención, no dijo nada y fue abrir, cuando observo a la persona que estaba ahí se quedó paralizada, no podía creérselo su hermana estaba ahí después de tantos meses.

— ¡Yuzu! — abrazo a su hermana, ambas comenzaron a llorar.

Era de esperarse que pronto la casa se convirtiera en un mar de lágrimas por parte de las mujeres Okogi.

Era tiempo de que Mei contara la mentira a la familia de Yuzu, diciendo que había rescatado a la Omega y la convencio  de que se escape con ella, después de dos horas de plática ya todas estaban calmadas.

— si me disculpen saldré un momento, las dejaré a solas para que platiquén — cuando estaba fuera de la casa respire hondo, la parte difícil ya había pasado, camine un poco para observar el lugar, era tan hermoso.

Agarre mi móvil, abri galería para mirar la foto que había tomado mientras Yuzu dormía, era tan hermosa, sin duda el tener a esa Omega era lo mejor de su vida, me disponía a regresar a casa de mi Omega, pero sentía que algo me seguía, alerte mis sentidos, es como si yo fuera la presa del cazador.

— Hola Aihara — golpeó directo a las pierna de la Alfa para que esta cayera y luego otro golpe a la cabeza, provocando que Mei perdiera la conciencia.

— Yu-zu...

En Medio De Nuestro Amor Where stories live. Discover now