Cuando Dos Mundos Se Alinean (Novela Cristiana)

Capítulo 7

Esa misma noche, procedimos a acomodarnos para ver la película, es una cinta romántica, la favorita de mi madre. 

Mientras mamá y Katherine se acomodaban en el sofá, yo preparaba los dulces y las palomitas en tazones, luego puse los refrescos en la bandeja y los llevé a la mesita de la sala de estar, me senté junto a ellas y la película dio inicio. 

Dos horas después, la película terminó, nosotras estábamos encantadas con esa historia tan linda, las tres nos levantamos del sofá, recogimos la basura, oramos y nos fuimos a dormir, mañana es lunes y tenemos que volver a nuestra rutina semanal. 

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Al día siguiente, desperté, oré y me levanté para ir a la secundaria. 

Mi hermana me había dejado el desayuno en la mesa, como lo hace casi todos los días cuando se va más temprano al trabajo. 

Cuando iba caminando hacia la secundaria, vi que Andy iba saliendo de la casa de sus tíos, yo caminé rápidamente y traté de pasar desapercibida. Sin darme cuenta, él salió en su patineta, pasó cerca de mí y me dio un empujón con su mano, lo suficientemente fuerte como para tirarme hacia el suelo. 

Caí encima de mi brazo derecho, me dolía mucho, logré levantarme y vi que él estaba sonriendo, luego continuó su camino hacia la preparatoria. 

Mientras yo me limpiaba mi blusa blanca, escuché que alguien se acercaba a mí con rapidez, volteé mi mirada y vi a la señora Michelle, la tía de Andy, tenía puesto su traje de farmacéutica y venía hacia mí con cara de preocupación. 

—¡Kristel!, ¿Estás bien?— Me preguntó.

—Sí, Señora Michelle, solo fue un tropezón, pero estoy bien no pasó nada— Dije tratando de tranquilizarla. 

—No, no fue solo un tropezón, yo lo vi todo mientras salía de casa hacia mi trabajo, Andy te empujó... Ese muchacho, ahora me va a escuchar— Decía enojada.

Yo solo me quedé en silencio, no sé porqué Andy me odia hasta este punto, traté de seguir diciéndole a la Señora Michelle que todo estaba bien. 

—En verdad no pasó nada, Señora Michelle, seguramente él pasó rápido y por eso me empujó, no es nada serio— 

Ella solo me dio una cálida pero triste sonrisa, yo me despedí de ella y continúe mi camino. 

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Al llegar a la secundaria, me dirigí a la primera clase del día, Matemáticas, en donde Andy se sienta detrás de mí, simplemente no debo hacerle caso, solo deseo que Dios bendiga su vida, aunque Andy no sea creyente. 

Entré a la clase y saludé a mis amigas, comenzamos a hablar hasta que la campana sonó, dando así el inicio de clases. 

La profesora Vivian entró y yo me acomodé en mi lugar, curiosamente, Andy aún no había llegado, es extraño porque él venía mucho antes que yo. 

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Había pasado media hora y Andy aún no aparecía, la profesora Vivian había tomado la asistencia y confirmó su ausencia injustificada, decidió enviarle un reporte a la directora Rutherford mencionándole esta situación. 

—Alumnos, cuando no vayan a venir a clases, por favor avisen, es importante informar a la institución para ponerles una justificación a su ausencia, especialmente porque ya estamos cerca de los primeros exámenes del año— 

—Sí, profesora Vivian— Dijimos al unísono 

La profesora continúo dando las clases, mientras ella escribía las fórmulas matemáticas en el pizarrón, yo pensaba en que debo estudiar bastante para estos exámenes, Dios me da la sabiduría, pero yo también debo poner de mi parte, ya que este es mi último año.