Cuando Dos Mundos Se Alinean (Novela Cristiana)

Capítulo 22

Viernes en la tarde, día del baile de graduación

El día de hoy iba a ser totalmente inolvidable, aún no le he dicho a mis amigos sobre Harvard, decidí que iba decírselos hoy mismo, si lo pienso bien, aún sigo impactada. 

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Mi madre, Katherine y yo estábamos en mi habitación mientras me ayudaban a terminar de arreglarme, mamá me ayudaba con el vestido, mientras que Katherine terminaba de planchar mi largo cabello. 

—Listo, Kristel, tu hermoso cabello negro está totalmente alisado, pero, también voy a maquillarte un poco, ya verás, quedarás muy bonita— Mencionó Katherine mientras iba por la bolsa de maquillaje. 

Mi madre y yo sonreímos. 

—Dios Santo, mi niña, hoy tuviste toda nuestra atención al estilo del salón de belleza— Decía mi madre con una sonrisa mientras terminaba de arreglar mi vestido. 

—En verdad se los agradezco, me veo muy elegante, todo gracias a ustedes— Dije mientras me miraba en mi espejo de pared. 

—Con todo gusto, hija, me alegro que te veas... ¡No, Kate!, no puedes ponerle sombras de color café en los párpados, tienes que ponerle un poco de sombra rosada, igual que el vestido— Decía mi madre.

—Creí que con café se vería mejor... Bueno, entonces usaré el tono rosado claro, tú no te preocupes, Kristel, estás con dos casi asesoras de imagen— Decía Katherine en tono bromista mientras mi madre reía. 

Yo sonreía al escucharlas, ambas terminaban los últimos retoques, solo faltaban los zapatos, eran de un color dorado de tacón pero no son muy altos. 

Mientras terminaba de ponerme los zapatos, mi padre llegó con las llaves del auto en sus manos. 

 —¿La princesa ya está lista para ser escoltada en carruaje a su baile?— Preguntó mi padre con una sonrisa. 

—Ya casi, papá— Contesté con una sonrisa. 

—Sin presiones, Robert, la bella Cenicienta se está poniendo sus zapatos— Agregó mi madre con una sonrisa. 

Todos sonreímos, sin duda alguna, Dios me ha dado a la mejor familia del mundo. 

Procedí a terminar de ponerme mis zapatos, mi miré una última vez en el espejo y luego bajé hasta la sala de estar, mi madre me tomó unas cuantas fotos, hicimos una pequeña oración antes de salir, luego, los cuatro nos subimos al auto de papá para poder llegar al baile de graduación.

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Finalmente, llegamos a la secundaria, desde la ventana del auto vi que todos se veían muy elegantes, mi madre y Katherine se bajaron del auto para ayudarme. 

—Bueno, hija, espero que te vaya muy bien, ahora nos llamas para venir por ti, que te diviertas mucho y que Dios te acompañe— Me decía mi padre antes de que yo saliera del auto. 

—Amen, gracias, papá— Contesté con una sonrisa. 

Bajé del auto, Katherine me acomodaba un poco el vestido. 

Vi que mis amigas se acercaban a nosotras. Ellas nos saludaron, abrazaron fuertemente a mi madre y a Katherine. 

—Mi corazón, espero que disfrutes mucho de este baile, nos llamas si algo llega a suceder, te amo, hija, Dios te acompañe— Decía mi madre mientras me daba un beso en la frente. 

—Amén, mamá, gracias a ti y a Kate por ayudarme— Dije con una sonrisa.

—No fue nada, Kristel, que te vaya bien en este día tan especial— Agregó Katherine con una sonrisa.