Capítulo 12

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Realmente estaba emocionada de ver a mi padre nuevamente, le conté sobre todos estos años, él se quedaba impresionado por escuchar mis historias. 

Minutos después, mi hermana Katherine llegó a casa, ella vio a mi padre y corrió a abrazarlo, casi le salían las lágrimas de felicidad. 

—Muy bien, nuevamente estamos todos aquí reunidos— Mencionó mi padre. 

—No tan rápido, Robert, primeramente, nuestras hijas necesitan escuchar tu lado de la historia— Decía mi madre cruzando los brazos. 

Mi padre estaba cabizbajo, parecía estar avergonzado. 

—¿Nunca les dijiste nada?— Preguntó mirando a mi madre. 

—No, no quise dejarles una mala imagen tuya, pero ahora que ya están grandes, les puedes explicar todo— 

Papá nos miró a Katherine y a mí, mi hermana se sentó en el sofá para escuchar lo que mi padre tenía que decirnos. 

—Hijas... Yo... Yo las abandoné porque erróneamente busqué mi satisfacción por encima de Dios y de mi familia, quizás ustedes no lo recuerdan, pero yo soy piloto de aerolínea desde hace muchos años, hace mucho tiempo, cuando ustedes eran unas niñas, me ofrecieron un trabajo en una aerolínea de Inglaterra, le dije a su madre que vinieran conmigo, pero ella me dijo que no podía dejar todo aquí e irse como si nada... Yo me cegué y me enojé, me divorcié de Helena porque creí que iba ser lo mejor para mí, dejar todo atrás e irme solo, fui muy egoísta e inmaduro— 

Katherine y yo le escuchábamos atentamente mientras tragábamos grueso, mi padre tenía ganas de llorar. 

—Pero, con el paso del tiempo, me di cuenta que me había equivocado, me siento tan solo, por más vuelos que hiciera en la aerolínea de mis sueños, yo me siento vacío... Hace unos días, renuncié a mi trabajo porque ya no podía más, nunca tuve el valor de salir con otra mujer porque siempre supe que su madre es el único amor que Dios me dio, pero yo, en mi egoísmo, la abandoné y me fui por mi propia cuenta, dejaría todo lo que tengo para que Dios y ustedes me perdonen y poder volver a amar a Helena— Agregó dejando salir unas cuántas lágrimas.

—Papá, yo te perdono, para mí es muy lindo que estés aquí otra vez y que hayas aceptado tu error, te amamos, papá— Decía mi hermana con una lágrima en su rostro. 

—Kate tiene razón, papá, yo también te perdono y también te amo muchísimo— Agregué.

Nosotras volvimos a ver a mi madre, ella estaba callada soltando uno que otro sollozo. 

—No es necesario que renuncies a ser piloto para que yo pueda perdonarte, Robert, puedes seguirlo siendo, pero espero que esta vez recuerdes que tienes una familia... En cuanto a mí, te perdono... Y admito que también te sigo amando, siempre lo he hecho, pero no será fácil para ti volverme a conquistar— Decía mientras sonreía. 

Los cuatro nos abrazamos y nos sentamos en la mesa para cenar y orar por los alimentos, al tiempo después, mi padre se fue, nos mencionó que se estaba hospedando en un apartamento cerca del centro comercial porque nos dijo que no quería ser un inquilino inesperado. 

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Al día siguiente, llegué a la secundaria, comenzamos con la clase de Literatura. Hoy es viernes y en la noche debo ir a casa de los Rivers para seguirle ayudando a Andy con Química, mi madre aún no lo sabe, por el momento no ha sospechado nada. 

En la secundaria aún seguían celebrando el triunfo contra los Tigres de Bronce, la directora Rutherford propuso que expusieran la copa cerca del gimnasio para que todos pudieran apreciarla y tomarle fotos. 

Los chicos del equipo de Basketball estaban muy felices y motivados. Supe que Tyler ya había sanado completamente de su lesión, gracias a Dios iba a poder volver a los entrenamientos, pero iban a analizar el caso de Andy para ver si podía continuar en el equipo. 

Hablando de Andy, la directora le había dado una hora en detención el día de hoy al final de clases por su pelea en el partido contra el chico del otro equipo. Pero esta vez, él le pidió a la directora Rutherford que no le dijera nada a sus tíos, no quería que ellos se volvieran a preocupar. 

El día transcurrió con normalidad, terminamos con la clase de Historia, después de recoger mis cosas, me acerqué a Andy para preguntarle por la tutoría del día de hoy, antes de que se fuera a la clase de detención. 

—¡Hola, Andy!, no te quitaré mucho tiempo, quería preguntarte si siempre vas a estar disponible ahora en la noche, ya sabes, hoy es día de tutoría— Le dije amablemente. 

—Por supuesto que sí, cariño, de hecho, hoy será un poco más tarde, apenas termine esa aburrida hora de detención me iré a casa, así que, ahí te espero— Decía guiñándome un ojo mientras se levantaba de su asiento. 

Dios Santo, este chico a veces me pone nerviosa. 

Andy salió por la puerta y yo le seguí, vi a la directora Rutherford de camino, la saludé amablemente, luego ella se detuvo a hablar con Andy. 

—Joven Jonhson, hoy no podremos hacer la hora de detención, me salió una reunión de último momento, tendrá que ser otro día, así que, por hoy eres libre— Decía mientras salía rápidamente.

Andy sonrió y volteó su mirada hacia mí mientras sonreía. 

—Escuchaste, preciosa, parece que hoy nos iremos juntos— 

Yo negué levemente con la cabeza mientras sonreía y seguí caminando, no sé porqué presentí que él iba a seguirme el paso, y así fue. 

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Andy y yo caminábamos hacia la casa de sus tíos, íbamos hablando sobre los partidos que él jugó con las Águilas Doradas, me decía que disfrutó mucho jugar con ellos, jamás había sido tan feliz en su vida, además, también me decía que lamentaba profundamente el haberse peleado con aquel chico en frente de todos, pero que realmente le había hecho enojar y sintió mucha ira, algo que le fue difícil de controlar.

Finalmente, llegamos a casa de los Rivers, comenzamos con el tema que vimos esta semana en Química. 

Después de un largo rato, la Señora Michelle y su esposo llegaron, me saludaron amablemente, ahora el Señor Alfred se veía muy bien, le agradecí a Dios mentalmente, realmente fue muy triste verlo así aquella vez.

La Señora Michelle dijo que nos iba a preparar una taza de chocolate con galletas, el Señor Alfred fue a su habitación porque dijo que sentía mucho sueño y quería descansar, pero aún así, se veía muy alegre.

Tuvimos un pequeño descanso mientras tomábamos chocolate y comíamos las galletas, la tía de Andy nos hizo compañía, se sentó con nosotros en la mesa y nos contaba todas sus experiencias cuando estaba en la secundaria, lo mucho que le costaban las Matemáticas, pero que con la ayuda de Dios, pudo graduarse y salir adelante. 

Fue un rato bastante agradable, la Señora Michelle es realmente una persona muy dulce y amable, antes solo nos saludábamos en la Iglesia, pero esta vez, tuve la oportunidad de hablar más a fondo con ella, se veía mucho más tranquila que los días anteriores. 

En verdad le agradezco a Dios por verlos tan felices juntos. 

Cuando Dos Mundos Se Alinean (Novela Cristiana)Where stories live. Discover now