𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 7;

809 86 4
                                    

𝒢𝓎𝑒𝑜𝓃𝑔-𝒽𝓊𝒾

Jeon Jungkook era oficialmente un estúpido. ¿Quién se creía para venir y decirme todas esas cosas pervertidas? Sí, su voz tenía un sonido tan sexy que hacía que mis pezones se endurecieran de manera tenebrosa, me hacía querer desearlo y aceptar su propuesta, pero mi orgullo iba por delante.

No podía venir y decirme todas esas cosas. Jungkook era un error que no podía volver a repetir, no me lo podía permitir porque él era de esos hombres peligrosos que tomaban todo de ti y te drenan el alma por completo. Aparte su clara posición de ser el tipo de "una noche" yo nunca había hecho eso, bueno eso si dejábamos a un lado lo ocurrido el fin de semana pasado pero digamos que fue porque estaba desesperada. Era fiel a la monogamia y si no me ofrecían estabilidad no pasaba por ahí, talvez ese era el resultado después de años de relación con Jinhyuk.

Tratando de aislar mis pensamientos con ese hombre, traté de concentrarme en lo que pasaba a mi alrededor, por estar absorta en él no me di cuenta que la novia ya había hecho su marcha y que Jungkook de hecho, estaba a un lado del novio, como padrino.

Fui consciente de quien era el novio hasta que pude verlo fijamente. Era el mismo hombre del bar de aquella noche, jamás hubiera imaginado esto, más por el hecho de que nunca quise volver a coincidir con Jungkook.

Esperaba poder terminar mi trabajo hoy y largarme a casa sin ningún problema, ahora que las cosas en mi vida empezaban a funcionar de nuevo, no quería tener que pensar en nuestro encuentro, más que nada porque estaba muy enfocada en mi pastelería y en el hecho de que mis sueños al fin se estaban cumpliendo.

Jinhyuk seguía mandándome notas de voz o mensajes esporádicos, no tenía intención de responderlos, no podía perdonar que pisotearan mi integridad como mujer de esa manera, una infidelidad no debía ser perdonada bajo ninguna circunstancia. A Doojin tampoco tenía planes de perdonarla, se supone que era mi amiga, debió alejarse y poner a Jinhyuk en su lugar, de paso advertirme del tipo de novio que tenía, ¿ella era consciente de que él quería vivir conmigo? Seguramente no, no la creía así de tonta.

El pastor estaba en la parte de "ser fiel hasta que la muerte los separe" cuando volví a conectar con la ceremonia. Yo no debía estar aquí, pero Sol-i después de contratar mis servicios dijo que quería que todos se involucraran dado que ella no tenía mucha familia o amigos, así que por eso estoy aquí, pero es un error. Jungkook me daba miradas elocuentes que no podía descifrar bien. Parecían ser de confusión y de deseo, así que mejor evitaba el trabajo de sacar conclusiones. Podía desearlo, pero jugar con el era como jugar con un demonio o con alguien experto en el póquer, de todas las maneras posibles yo saldría perdedora.

— Parece que esto de casarse es una broma — me dijo una rubia que estaba al lado mío. Ella era del equipo de bufet — Los millonarios lo hacen cada vez que tienen una oportunidad.

— ¿Alguna experiencia? — pregunté en voz baja porque no quería llamar la atención de nadie, menos arruinar la boda.

— Salí con un empresario una vez, me prometió el sol, la luna y todos los astros del universo.

— ¿Y qué pasó?

— Solo quería una tapadera para su condición — le di una mirada de curiosidad — Era gay. Y en el mundo de los millonarios eso está prohibido, porque además de medir sus carteras se miden el pene y no sólo cuentan billetes, también cuentan la cantidad de mujeres con las que han estado.

𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓐𝓯𝓯𝓪𝓲𝓻 |𝒥𝑒𝑜𝓃 𝒥𝓊𝓃𝑔𝓀𝑜𝑜𝓀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora