𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 29;

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𝒢𝓎𝑒𝑜𝓃𝑔-𝒽𝓊𝒾

Estaba intentando mudarme. Mi espacio de habitad era muy pequeño, además tenía algunos recuerdos que definitivamente no quería. Algunas mujeres cuando cierran un ciclo doloroso usualmente se cortan el cabello, otras empiezan a ir al gimnasio, otras se van de viaje. Yo me voy a mudar.

Dado que Jungkook tenía la dirección de mi casa y no estaba segura aún del motivo por el cual él insistía en enviar cosas a mi departamento, además la última vez vino a verme, ya no quería eso.

Apenas me doy cuenta de lo idiota que es él, y de lo tonta que yo fui al permitir que me tratase de esa manera, jamás debí hacerlo, debí haber corrido después de la primera vez. Debía de dejar de pensar en él...

Me concentré otra vez en empacar algunos recuerdos que quería conservar. Mis muebles ya estaban viejos y no los necesitaba por completo, parte de mi ropa ya había estado conmigo por muchos años, no planeaba comprar más, o lo intentaría.

Las cosas de mi papá estaban todas en una caja de color azul, su perfume favorito, su peine, algunas de sus latas de gaseosa favoritas y todas las estampas de One Piece que recolectó a lo largo de su vida. No podía tirar a la basura nada de eso, porque al final eran cosas que me recordaban un poco su vida, aunque a veces se sentía como si estaba olvidando el sonido de su voz.

Llevaba más de la mitad de mis cosas empacadas y aunque aún no tenía idea de dónde debía mudarme, tenía fe en que pronto encontraría un lugar.

Era tarde, casi las cinco y le había prometido a Jimin que saldría con él. Cada vez que lo pensaba no podía evitar estar demasiado acalorada al recordar que él y yo nos habíamos besado unas noches anteriores. Ese recuerdo también pasó en este pequeño apartamento, pero me aseguraría de llevármelo en el corazón.

Sonreí una vez más al acordarme de ello y me levanté del piso donde estaba sentada empacando los últimos tomos de mis libros favoritos, necesitaba darme un baño y salir de casa a ver a Jimin.

Fui a mi pequeña habitación y ya se miraba vacía, ya no tenía nada de mis fotos o de todas las manualidades que hice de pequeña, ya ni siquiera tenía mi título de leyes que de verdad no me había servido para nada. No creía que yo pudiera ser abogada, mi corazón estaba en la vieja pastelería.

Tomé una ducha larga, lave cada parte de mi cuerpo como si hubiera estado bajo el lodo por muchos años, el agua caliente relajaba mi cerebro y de alguna manera me daba paz, puse todas mis cremas que me ayudaban a que la piel de mis piernas y de mis brazos estuviera siempre lisa y suave. Salí del baño y busqué un vestido con mangas, que me cubriera del frío tenebroso que estaba afuera de mi acogedor hogar. ¿Sí me mudaba encontraría la tranquilidad que solía tener aquí?

Me segure de poner por debajo del vestido unas mayas negras que ayudarán a mis fríos pies. No me maquille, de todas formas era de noche, no importaba.

Jimin me llamó apurado, diciendo que era tarde, que la función que teníamos reservada en el teatro estaba por empezar y que el tráfico estaba demasiado terrible como para conducir rápido. Me hizo un drama y cuando llegué con él suspiró con alivio y me dio una de sus cálidas sonrisas, de las más grandes que hacían que sus ojos se convirtieran en una línea y que de alguna manera parecía como si su mentón se alargaba demasiado.

También le sonreí y me acerqué a él con pasos rápidos, emocionada por esta "cita" que aún era inconclusa pero que parecía también decidir muchas cosas, al menos en mi.

𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓐𝓯𝓯𝓪𝓲𝓻 |𝒥𝑒𝑜𝓃 𝒥𝓊𝓃𝑔𝓀𝑜𝑜𝓀Kde žijí příběhy. Začni objevovat