El Omega retrocedió unos cuantos pasos, cayendo al suelo sintiendo su mejilla arder a causa de aquel golpe, su rostro había sido ladeado a causa de aquel golpe y miró a la pelinegra, sus ojos se mantenían fijos en el.
—Oh no, ya te jodiste perra. —Una de las Alfas gruñó.
Sus ojos se mantenían mirando a la Alfa, ella le miraba con furia.
—Jamás me faltes al respeto - gruñó ella y el Omega frota su mejilla lastimada.
Se quedó unos segundos en silencio en el suelo, levantándose después con ayuda de sus amigas, quienes miraban que estuviera bien.
Asegurándose que estuviera bien.
No contó con que el no tomase en cuenta aquello, tomando una respiración, acercándose a la Alfa despacio, sus ojos mirando los contrarios. Ardiendo en furia.
—Acabas de golpearme — el Omega susurra — , me golpeaste, en el bufete de abogados, con testigos, además estoy en cinta. — Sonrió un poco mientras sostenían con fuerza a la Alfa.
Esta se removió, haciendo una expresión más molesta.
—Solo te corregi, maldito Omega. — gruñe de nuevo mientras se removia intentando tomar el brazo del Omega.
—Dile eso al juez.
—¡Me la vas a pagar! - ella grita, una de las Alfas la abofeteó — ¡Me la vas a pagar! Tu y ese bastardo que llevas dentro.
Y el Omega gruñe en molestia, sintiendo un pequeño dolor en su vientre, causando que se asustase un poco, relajandose, debe relajarse, no por el, si no por su cachorro.
Se sentó con cuidado, escuchando los gritos de la Alfa, sin embargo llevó su mano a su mejilla lastimada, sintiendo se herido de igual manera, odiando a su corazón en ese instante sintiendo su nariz picar a causa del llanto que quería soltar.
Fue inútil retenerlo, ya que las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas, sintiendo se indefenso, sus ojos se cierran con fuerza molesto.
—Ya, ella.. - se quedaron en silencio viendo al Omega, de inmediato caminando hacia el, abrazando su delgado y tembloroso cuerpo.
El Omega sintió ese calor de sus amigas.
No era el calor del Alfa, no funcionaria.
Sus labios tiemblan en pequeños sollozos.
—Mira como te dejó. —Susurra una de ella con molestia, acariciando su pómulo lastimado.
Su piel estaba con aquella marca sin en algo el Omega niega un poco, limpiando sus ojos sintiendose patético.
—¿Pueden cubrir..? -el señala su mejilla. —Voy a ir a revisión con el padre de mi alienígena y-y.. No quiero que me vea así.
Y la Alfa pasó despacio su mano sobre su mejilla, dándole una mirada a su compañera después.
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El Omega se encogió un poco al ver el auto del Alfa, quien tenía aquellos lentes oscuros, su cuerpo tenía un traje distinto, esta vez con pequeños diseños en las mangas, el Omega subió despacio aquel auto mientras tocaba su vientre de forma protectora.
Subió despacio, sintiendo aquella mirada sobre su persona.
Los oscuros ojos del Alfa le miraron atentamente desde la otra esquina del auto.
—¿Estas bien? - fue lo primero que salió de sus labios.
El Omega asintió un poco.
—Lo estoy. - Aseguró, el Alfa pasó de ese asiento hasta llegar a su lado, mirándolo bien. Sus cejas se arrugan tocando su mejilla, notando distinta esa zona.
No quiso preguntar, más por la comodidad del Omega en cinta, sin embargo aún así mantuvo aquella interrogante.
—¿Tienes hambre? - preguntó con suavidad y el Omega niega —¿Algo de beber? Debes de mantenerte hidratado. —añadió y su mano fue al estómago del Omega.
Este dió un respingo, sintiendo se calmado.
—Estoy bien. —Ríe y el Alfa sonrió un poco acariciando el vientre plano del Omega mientras sentía el auto en marcha. —Solo tengo un poco de sueño, esto de estar embarazado me agota mucho.
El Alfa recorrió despacio su vientre y mordió su labio.
—Puedes dormir mientras llegamos, me aseguraré que estén bien ambos.
Esta vez el Omega se sonroja, dejando un pequeño beso en la mejilla del Alfa, mientras se acomodaba.
—Puedo hacer eso después.
El Alfa asintió con calma, sintiendo ese aroma suave y dulce que desprendía el Omega.
Podía sentir incluso ese aroma de leche materna que nadie podía llegar a olfatear, debido al ser el padre y solo el podía sentir a su cachorro.
Miró por la ventana, aquellas calles llenas de personas y autos, taxis. No recordaba cuando fue la última vez que había pisado nueva york, pero sabía que se quedaría unos buenos meses ahí a un lado del Omega.
Sus ojos se detuvieron en ese edificio cuando llegaron, voltea a ver al Omega, quien acariciaba su estómago mientras miraba aquellos niños jugar con un cachorro, no pudo evitar sonreír al ver al can.
—Llegamos —asintió bajando junto a el, mientras que el Alfa lo atrae a el mientras caminaron. —Me aseguré de que fuese completamente segura esta clínica, además de que sea muy buena.
El Omega balbucea un poco, sintiendo ternura al ver al Alfa cuidar de el.
—Esta bien.
Ambos caminaron en un silencio cómodo mientras que el Alfa veía a su amigo en la recepción, este miró a ambos mientras se acercaba con entusiasmo.
—Bien, ya tienen su cita, solo deben de ir por ese pasillo y a la izquierda.
El Omega un poco dudoso, sintió un brazo rodear su cintura caminando, susurrando un pequeño gracias hacia el Beta quien solo se relajaba para ir afuera, comprando algo de comer después mientras se re cargaba en el porche del auto, sin embargo este sonó sacándole un grito.
Jasper se sintió nervioso viendo todo a su alrededor, sintiendo ese gel helado en su vientre mientras que el Alfa miraba atentamente al hombre quien hacia aquello, su mano fue hacia la manga de Alessandro quien le miró después.
—Ahí está —Dice el hombre rompiendo aquel silencio, el Alfa se inclinó, entrelazando un poco sus manos con las contrarias, mirando hacia al frente, —Esta en perfecto estado, felicidades, al parecer su tendrán un cachorro en unos meses.
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