12

771 120 7
                                    



Pudo sentir los latidos en sus oídos propios, su respiración siendo un poco agitada mientras miraba al Alfa, este gimió adolorido teniendo sus manitas en su vientre observando al mayor aún impactado.

—¡No te acerques! - gritó el Alfa a el, sus ojos mirándole de una forma distinta, dio un pequeño paso atrás.

Sintió algo en su espalda, notando aquel Alfa el cual le sonrió apuntando aquella arma en su frente, pareció congelarse en ese instante a causa del miedo.

Sus pequeñas lágrimas seguían resbalando por sus ojos aún agarrando su vientre dando pequeños pasos hacia atrás y solloza.

Una bocanada de aire fue lo que tomó mientras se sentaba de golpe, teniendo sus manos en su estómago mientras miraba a la puerta una vez, que abrió sus ojos temblando.

—¿Al? - susurra, sin ver a nadie en la habitación  cubrió despacio su rostro, tomando una pequeña respiración forzada. —Fue un sueño, fue un sueño — susurra bajo.

Cubrió más su rostro, soltando pequeños sollozos aún sintiéndose asustado, levantándose con cuidado, aún teniendo su mano en su estómago.

Aquel pequeño dolor pasó en su vientre haciendo que jadease, intentando relajarse mientras sentía su cuello un poco sudoroso sosteniéndose con esa pared mordiendo despacio sus labios.

Siguió caminando despacio, sus descalzos pies que tocaban aquella pared tapizada aún tocando su estómago, sus nudillos dieron unos pequeños golpes a la puerta de su amiga Omega, esta abrió minutos después mientras mantenía una expresión de extrañeza.

—¿P.. - puedo quedarme contigo? - susurra bajo el Omega mientras acariciaba su vientre despacio sintiendo a su bebé un poco inquieta.

Como si estuviera presintiendo algo.

Sus ojitos se apretaron un poco entrando una vez a esa habitación  sentándose con lentitud en la cama aún temeroso.

—Jas... Tranquilo, no es bueno que estés alterado — Aurora toma sus hombros despacio y el Omega solloza finalmente — esta bien, esta bien - se lamenta internamente abrazando con cuidado al Omega mientras dejaba caricias en su espalda.

Lo abrazó con cuidado, ambos Omegas se sobresaltaron al escuchar aquel trueno, haciendo que mirasen a la ventana.


Abrió de nuevo sus ojos, sintiendo aquel peso en sus párpados, negándose a dormir mientras sentía aquel delgado brazo de su amiga abrazando su vientre, escuchó de nuevo aquel trueno y el aire golpear la ventana mientras soltaba un pequeño suspiro.

Cuando estuvo a punto de quedarse dormido hasta que escuchó aquella puerta, el Omega mordió dudoso sus labios, viendo que al momento de abrirse aquel amigo de su Alfa se relajó al verlo.

El Omega un poco extrañado se levantó de golpe, causando el pánico en el hombre fuera notorio.

—¿Donde está? - su voz sonó algo aguda.

Y el hombre no supo responder, hasta que el Omega dió un empujón a la puerta, caminando de forma rápida, guiándose con el aroma del mayor mientras caminaba más rápido, abriendo una de estas de golpe.

Y casi se desmaya al ver tal escena.

—M.. Mi.. - susurra el Alfa —Mierda.

El Omega se recarga en la pared, tocando despacio su vientre al ver aquellos paños de sangre. Y el amigo del Alfa llegó corriendo, notando aquella escena en ambos intentando explicar, ganándose con la mirada de ambos.

—¡Maldita sea Alessandro! - chilla soltando un pequeño sollozo, acercándose a el, llevando su mano a su herida, ayudándole a cubrir su estómago mientras que este se retorsió apenas.  —A este paso voy a parir antes - soltó en un pequeño lloriqueo.

—Lo siento, no sabía que iba pasar algo así.

Y el Omega solo dejó un pequeño beso en su mejilla, mientras acomodaba aquella venda, acariciando despacio su mandíbula mirándole con un pequeño puchero.

—Esta bien, no me debes explicaciones de esto - admitió muy bajo, sentándose tocando su vientre.

—Claro que debo, eres mi Omega, también en tu vientre llevas a nuestra hija - soltó y dejó un beso en su mejilla soltando un suspiro bajo, dejando caricias en su vientre.

Mordió despacio sus labios .

—No quiero que algo te pase, no quiero perderte y que llegue en un momento en que despierte y me digan que el padre de mi bebé,el Alfa del cual estoy enamorado esta muerto y.. Y..

El hombre dejó un pequeño beso en sus mejillas limpiandole de forma lenta esas lágrimas dibujando una pequeña sonrisa.

—Te puedo jurar que eso jamás pasaria.

—¿Lo juras?

—Lo juro, mi amor. 


 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
MishapWhere stories live. Discover now