Capítulo 22: Baili.

578 106 34
                                    

A Zhan le dolía todo el cuerpo, no lo iba a negar, todo el día soportó como la ropa rozaba en sus golpes.

Pero cuando llegó a casa de Yibo y éste lo recibió saltando en sus brazos, todo el cansancio y dolor desapareció como por arte de magia.

-¡Zhan-Ge!

-¿Me estabas esperando?.-Dijo sosteniendo al rubio que se aferró a el como un koala.

-¡Si! Estaba atento a escucharte llegar.-Le respondió.

-Owww mi Yiyi es el mejor.-Tomo sus labios en un beso que necesitaba.-¿Cómo dormiste anoche?.-Le preguntó sentándose en el sillón con el rubio en su regazo.

-Bien.-Respondio Yibo.

-Mhmm ¿Seguro?

-Si...no hubo sonidos en la noche, aunque eso también me pone algo nervioso pero esta bien.-Yibo hizo un pucherito.-Ademas... no me sentí taan solo.

-¿Porqué?

-Porque tenia tu buzo y huele a ti, ¡Ay! Es vergonzoso decirlo.-Cubrio su rostro sonrojado con sus manos.

-Owww mi amor, mi vestidor enteró es tuyo ahora, te daré toda mi ropa para que hagas un nido o refugio.-Zhan lo abrazó.

-Los conejitos hacen nidos y yo no soy uno.-Protesto Yibo.

-Bueno bueno, el refugio de un león.

-Eso sí.-Yibo tomó el rostro de Zhan en sus manos y lo besó.

Zhan lo abrazó por la espalda, subió sus manos por la suave y tersa espalda del rubio que profundizó el dulce beso colando su lengua en la cavidad contraria.

El pelinegro acepto gustoso, amaba cuando Yibo tomaba la iniciativa.

Zhan deslizó un camino de húmedos besos y mordidas por el cuello de Yibo, provocando que este moviera sus caderas inconscientemente contra él.

El pelinegro se atrevió a tomar el esponjoso trasero del rubio y apretarlo con sus manos, provocando que un suave gemido escapara de sus labios.
Entre besos y caricias Zhan se sentia hipnotizado por el delicioso aroma a vainilla que lo atraía más y más hacia el rubio que estaba sobre su regazo dándole los mejores besos de su vida, mejor dicho los únicos que quería recibir desde que lo conoció.

-Z-zhan-ge.-Yibo se apretaba más contra el bulto del pelinegro.

Zhan mordía la manzana de adán del rubio, intentaba controlarse para no dejar marcas visibles, pero aquel aroma lo estaba incentivando a más, el quería más de Yibo pero no irá mas allá hasta qué el rubio lo permita.

-Mmhgm, hace calor.-Susurró el rubio con sus mejillas sonrojadas.

En realidad si hacía un poco de calor pero dentro de la casa el ambiente era agradable, al qué le había subido la temperatura era a Yibo.

Con sus grandes manos Zhan acarició la suave y calida piel de su espalda y de un tirón hacía arriba quitó el ahora molesto buzo, arrojandolo a un lado.

Finalmente pudo contemplar el torso completo de Yibo.

Su piel extremadamente blanca y tersa, sus delgados hombros y finas clavículas pero su abdomen marcado naturalmente, dos pequeños botoncitos rosados adornaban su torso.

Era como si un ángel estuviera sentado en sus piernas, tan puro y delicado.

-Tan hermoso...-Susurró Zhan reclamando nuevamente sus labios, sus manos abrazaron el delicado cuerpo de Yibo pegandolo mas a su cuerpo, si es que podian estar mas juntos.

🌻𝕃𝕠𝕠𝕜 𝕒𝕥 𝕞𝕖, 𝕞𝕪 𝕤𝕦𝕟𝕗𝕝𝕠𝕨𝕖𝕣🌻•ᴢʜᴀɴʏɪ•Where stories live. Discover now