capítulo 25

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Estoy olvidando el sonido de tu voz, Jisung...

Por favor vuelve...

¿Dónde estas?

¿Estas aqui?

Sus palabras en medio de paredes blancas brillantes, se escuchaban como profundos ecos.

¿Me mentiste?

¡Jisung!

¡¿Dónde estás?!

...Por favor...vuelve a mi...

El omega tenia su cabeza y brazos apoyados en el volante del auto, lágrimas caian de manera silenciosa.

Ver nuevamente a Minho, el que un día pensó era su alfa destinado, era algo muy difícil. No sabia con que cara verlo de nuevo, él le mintió y ocasionó casi su muerte. Pero...¿No fue Minho quien mintio desde un principio?

El omega sabia que estaba mal buscar culpables pues ambos tenían la culpa.

-No creo ser fuerte o quizas ser capaz de verte...- murmuró con los ojos cerrados.

Levantó su cabeza del volante, las lágrimas caian a sus mejillas dejando rastros, intentó respirar profundo pero se le hizo imposible ocasionando que jadeara al, un nuevo llanto salir.

Tapo su cara con ambas manos.

-¿Por qué...? ¿Por qué yo?- se preguntó con el dolor en su corazón, era su alma la que lloraba.

"¿Por qué no tu?"- su lobo le recordó las palabras que el alfa le habia dicho una vez.

Jisung se enderezó en el asiento, cerró fuerte sus ojos, respiro profundamente.

-Si no lo hago ahora, probablemente me arrepienta por el resto de mi vida.-

Salió del auto, entró al hospital.

-¿Lee Minho? ¿Sabe en que habitación se encuentra?- preguntó a la recepcionista.

La beta se dio media vuelta en su silla giratoria, buscando información sobre la persona que buscaba el omega.

Sonrió al encontrarlo.

-Si, segundo pasillo a la derecha, habitación 325- sonrió dando la información al omega, este asintió agradecido.

Caminó hasta el ascensor, entró, tocó el número de piso y espero.

Su corazón estaba latiendo con tanta fuerza que podía oirlo. El silencio que habia en el ascensor lo ponía todavía más nervioso.

No sabia que reacción tendría Minho si lo veia, pero la ventaja que tenia era que el alfa estaba en coma.

Era algo malo, pero para la situación que se presentaba suponía era algo bueno que tuviera su tiempo cuando viese al alfa y acostumbrarse a verlo nuevamente.

Cuando el alfa recuperé su conciencia entonces ya estaría listo para hablar con él de lo que habia quedado pendiente durante años.

El ascensor avisó que ya estaban en el segundo piso. Las puertas se abrieron, él salió buscando el número de la habitación.

Sus nervioso eran enormes, no sabia como controlarlos. Veia a gente ir y venir de un lugar a otro, pacientes en sillas de ruedas, familias llorando quizas la pérdida o la mala noticia de algún ser querido, vio a una pequeña niña que le recordó a su hija, Sana. Llevaba una bata iba en silla de ruedas siendo, al parecer, guiada por sus padres. Se le partió el alma con solo imaginar a su hija en ese estado.

Veia a personas esperando fuera de las habitaciones, llegó a la 325. Pero...

¿Por qué no habia nadie esperando por noticias de Minho?

𝑬𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒓 [Minsung]Where stories live. Discover now