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Wang Yibo y Xiao Zhan miraban a un pequeño de seis años correr al rededor de los juegos del parque al que habían llegado.
Había un poco de viento, y el pelinegro mantenía sus manos escondidas en el abrigo mientras que había un castaño que estaba como si nada, sólo tenía una camiseta que dejaba al descubierto sus brazos y se veía tan sereno y calmado, ¿cómo es que ni siquiera se inmutaba con las repentinas ráfagas del viento frío?, esto le hacía al menor preguntarse, ¿este hombre es humano acaso?

El castaño suspiró y sin despegar su mirada de los juegos infantiles dijo. — Sé que quieres preguntarme algo, resuelve tus dudas ahora o calla para siempre.

Zhan parpadeó un par de veces formando una "o" con sus labios y desvió su mirada.

— Si me sigues mirando de esa forma voy a pensar que te debo algo Xiao Zhan — esta vez, Yibo volteó a verlo y sus labios se curvearon ligeramente. — Pregunta lo que quieras saber, contestaré a lo que preguntes.

— ¿Tú... eres algún tipo de príncipe o algo?

— Mmm, noo... En realidad, soy el descendiente legítimo de un clan de guerreros antiguo y estoy aquí para completar una misión que dejaron mis ancestros — sin girar su cabeza lo miró de reojo esperando alguna acción.

— Oye, si no querías decirme estaba bien, no tenías que ser sarcástico e inventar una historia así — reclamó con un muy ligero puchero en sus labios.

Yibo sonrió ladino.

— Pero no fui sarcástico, te dije la verdad.

— No dije que hayas mentido, eso sólo que... Olvídalo, creo que no debí haber preguntado.

— ¿Puedo saber por qué estás curioso sobre quién soy?

Al estar sentados en una banca Zhan se deslizó un poco para dejar su vista posada en el castaño, Yibo giró su torso para entregarle su completa atención.

— Pues, siempre, bueno al menos luego de unos días de conocerte, me empecé a preguntar quién eras... Porque, vas a la universidad en un muy buen auto o si no en una moto deportiva que he escuchado que es igual de cara que tu auto. Tu ropa es de marca y si es así eso significa que tienes dinero, y eso me lleva a lo de ayer, le diste dinero a esa señora como si fueran piedritas que recoges del parque, te ofreiste a cambiar a mi hijo a una escuela que asumo que es demasiado cara, intentaste que me cambiaran a una habitación VIP en el hospital y para colmo, tres de los hombre más importantes en la medicina de este país te reverenciaron y te llamaban Joven Wang... O, eres un magnate en potencia, o... ¿eres un mafioso acaso?

Diciendo esto último con algo de recelo y desviando su mirada, Yibo trató de suprimir una risa, aclaró un poco su garganta y cruzó los brazos sobre su pecho.

— Buen análisis, un poco pobre y con mucha carencia de información pero bueno al fin de cuentas.

— ¿Ahora también vas a criticar mi forma de analizar las cosas?, sólo me basé en lo vi y en lo que veo — habló en un tono que lo hacía notar algo ofendido.

— Mi familia proviene de una antigua línea de guerreros, haces miles de años atrás sucedió un hecho impuro y los dioses dieron una orden que nuestra familia debía cumplir, pues éramos nosotros quienes cuidabamos el templo donde eran venerados. Nosotros cumplimos una misión cada ciento veintisiete años y a cambio, recibimos fortuna y buenos deseos. Esa es la razón por la que mi familia tiene dinero, no soy un príncipe o un mafioso, soy un guerrero antiguo.

Zhan lo miró en silencio parpadeando un par de veces y Yibo levantó levemente sus cejas esperando una respuesta.

— Eres un odioso Wang Yibo, si no querías decirme lo único que tenías que hacer es decir "no quiero hablar del tema" y listo, hubiera entendido.

The Promise [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora