Eloíse está atrapada, en una mansión y en los juegos retorcidos de Víctor. +18.
***
Ella despierta con amnesia, en un pueblo extraño y sombrío, cautiva en una mansión antigua de más antiguos secretos, deberá aferrarse a lo que tiene para escapar.
Ni...
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Los nubarrones cubrían el cielo otoñal, las calles húmedas por la reciente llovizna mientras los autos cruzaban la avenida principal.
Entré de vuelta a mi habitación, revisé mi apariencia en el espejo una vez más, el peinado tirante hacia atrás, la chaqueta azul y la falda negra del Santa Ana.
El lugar donde me educarían por los siguientes seis años, donde una amiga de mamá le había recomendado que podrían instruirme.
──Vamos, niña, apresúrate, tu padre no tiene todo el día.
No escuché qué era lo que le contestaba papá, pero por el siguiente grito que pegó mi madre pude hacerme una idea.
──Es que quieres que yo haga todo en esta casa, suficiente hago ya para que encima tenga que llevarla también al internado ese.
Abrí la puerta de mi habitación, siendo recibida por el coro de gritos que subían desde la planta baja, el piso de alfombrado azul ahogó mis pasos.
──Cualquier cosa que salga de esa niña será gracias a mí ──asentó mi madre──. Porque tú no te involucras en nada, yo para todo.
──Vuelves loca a esa niña, ahora hazte cargo, a mí no me metas.
No me pasó por algo que mi padre siempre se refería a mí como «esa niña, tu hija, la muchacha», como si solo fuera una desconocida a la que él daba acogida y su esposa usara como muñequita.
Para el momento en que bajé, ya lo vi cruzando hasta la puerta, con tantas prisas que tuvo que volver a buscar las llaves del auto y su billetera, apenas me dio una mirada antes de irse.
Fue mamá la que cargó con el trabajo de llevarme al internado.
El camino fue mucho más lento de lo que debería, los nervios me estrujaban el estómago, porque pasaría toda la semana encerrada en un lugar con un montón de desconocidas.
En el día a día, al menos sabía que podría tener mis horas libres al volver del instituto, encerrarme en mi habitación antes de que mamá llegara y quisiera que la acompañe a algún lugar, o me llevara a las clases de ballet.
