XV

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Septiembre 2020.

Tom
Septiembre llegaba a su fin y mi relación con Eleonor no podía ir mejor.
Quería que conociera a mis padres, así que llamé a mamá aquella tarde del último viernes del mes.
-Dime, hijo- respondió mamá cuando llamé a su teléfono móvil.
- Hola, mamá. Te llamaba para ver si este fin de semana pudiera ir a casa a cenar. Me encantaría que conocierais a una persona.
- ¡Oh, claro, hijo! ¿Todo bien, cierto?- preguntó mi madre. Sabía que se preguntaba a quien llevaría a casa a cenar.
- Si, tranquila, mamá. Todo está bien, pero quiero presentaros a Eleonor.
- ¿Eleonor?, ¿Aquella chica que fue compañera tuya en la última película que has hecho?- preguntó dudosa.
- Si, mamá, ella misma.- respondí con una sonrisa.
Mi madre no me veía, pero sabía que ella lo notaba, sobre todo por lo que me dijo:
- Noto el entusiasmo en tu voz, Thomas. Estaré encantada de recibiros. Podéis venir cuando queráis.
- Gracias, mamá. Nos vemos el sábado por la noche- respondí y, a continuación, añadí- Buenas noches, mamá, que descanses.
- Buenas noches, cariño- dijo mi madre y oí como colgó la llamada.
Ahora esperaba que Eleonor no se negara a venir a cenar a casa de mis padres. Mañana cuando la viera, se lo diría.
Puse de cenar a Willow y subí a mi habitación, dónde, me acosté en la cama y le envié un WhatsApp deseándole las buenas noches a Eleonor. Recibí su respuesta casi de inmediato y, con una sonrisa, me dormí.

Eleonor.

-¿A cenar a casa de tus padres?- pregunté abriendo los ojos como platos.- Estás loco, Tom. Apenas llevamos un mes juntos y ya me quieres presentar a tus padres.
Me llevé las manos a la cabeza. Desde luego, se había vuelto loco.
Se acercó a mí y, poniéndome las manos en la cintura, dijo:
- No es nada malo, Eli. Mis padres son muy amables.
Levanté la mirada hacia él, quien sonreía.
- Anda, de verdad, me hace ilusión que los conozcas. Ya verás, va a estar bien la cena.
Suspiré.
Debo admitir que no podía negarle casi nada.
-Vale, en algún momento tendría que conocerlos, ¿no?- dije respondiendo a su sonrisa.
- Esa es mi chica- y me dio un beso en los labios.
- Bueno, ya pensaré algo para que conozcas a los míos - dije alzando las cejas varias veces.
Tom se separó de mí y, llevándose la mano al pecho, dijo.
- Será todo un honor conocer a su familia, señorita- dijo haciendo una reverencia.
Me hizo reír.
Admito que Tom podía hacerme reír con cualquier tontería.
Caminamos hacía su coche, cogidos de la mano. Habíamos salido a pasear por un parque, con Willow, quien corría delante nuestra.
-¿Y cuando es la cena?- pregunté cuando llegamos al coche.
- Este sábado por la noche- respondió.
- Vale. Tendré que buscar algo adecuado para la cena. A ver si tengo algún vestido o algo así... Si no, tendría que ir a comprarme algo...
- Para, para, Eli... Vas a venir a cenar a casa, no vas a los Óscar- me paró Tom riendo.
Soltó mi mano y abrió el coche, al cual entró Willow de un salto. Se dirigió a su lado del coche y, mientras abría la puerta, le dije:
- Quiero causar buena sensación a tus padres, Tom.
- Lo sé, cielo, pero ponte cualquier cosa. Sé que no vas a ir en pijama, pero con lo que te pongas estarás estupenda.
Suspiré y entré al coche. Tom hizo lo mismo.
- Pero Tom...
- Nada, no tienes por qué preocuparte. Mis padres son gente normal. No te dejes llevar porque yo sea famoso. Somos gente de lo más normal. Ve como te sientas más cómoda.
- Vale, vale, entonces mejor...- lo miré mientras arrancaba el coche y lo sacaba del aparcamiento.
Me miró y sonrió. Mil mariposas revolotearon por mi estómago. Apretó mi muslo y condujo hasta mi casa.
Una vez llegamos, me dio un pequeño beso en los labios a modo de despedida y me bajé del coche, despidiéndome de la perrita acariciándole la cabeza.
Antes de cerrar la puerta del coche, lo oí decir:
- Adiós, preciosa.
- Adiós, guapo- dije con una sonrisa tonta mientras cerraba la puerta.
Agradecí que fuera casi de noche, para que no viera mi cara.
Me dirigí a casa, viendo cómo Tom se marchaba. Saqué las llaves del bolso y abrí la puerta. Casi tropiezo con mi hermana Lisa, quien parecía que iba a salir.
- Oye, hermanita, esta carta es para ti- dijo extendiéndome un sobre que estaba en el mueble del recibidor.
- ¿Para mí?- pregunté y mi hermana asintió.
Cogí el sobre extrañada y Lisa pasó por mi lado, dándome un beso en la mejilla, para salir de casa.
Abrí el sobre, que no tenía remitente, y saqué la hoja que venía dentro:

"Olvidate de él".

Estaba escrito a ordenador. Y sólo decía eso.
No le di importancia, quizás sería una broma. Así que, arrugué la carta y la hoja, para así tirarlo a la basura.
Subí a mi habitación, sin pensar y, mucho menos saber, que aquello sería el principio de todo.


Mil perdones por tardar tanto en subir otro capítulo. Prometo estar mucho más activa ahora. Aquí os dejo otro capítulo donde empieza todo lo que va a suceder a partir ahora. Un beso a todas.

Noches de Plata (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora