XVIII

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Diciembre 2020.

Eleonor

Me despertaron los gritos de mi hermana Lisa, aquella mañana de principios de diciembre. No entendía que era lo que pasaba.
Me levanté de la cama, me puse las zapatillas de estar por casa y, me abroché la bata, mientras bajaba las escaleras.
Al llegar al último escalón, vi la puerta de casa abierta y a mi hermana a un lado, con la cara descompuesta y mirando con asco a la puerta, que estaba manchada de algo rojo, que quise no pensar que fuera sangre.
Me acerqué a Lisa rápidamente, y descubrí que en la puerta había unas palabras escritas
"Es mío".
-¿Qué significa esto, Eleonor?- me preguntó Lisa mirándome asustada.
- No sé...
No pude contestar nada más, porque mamá llegó de su guardia en el hospital. Ella era doctora, al igual que papá.
Miraron la puerta con asombro y, luego, a nosotras.
-¿Qué ha pasado aquí?- preguntó mamá entrando en la casa.
- Estaba en la cocina y escuché como llamaban a la puerta. Fui a abrir y no había nadie, pero vi la puerta que estaba manchada de sangre con esas palabras escritas. Me asusté, grité y Eleonor bajó, pero ya llegasteis vosotros, mamá.- explicó Lisa.
- Esto es sangre de verdad- dijo papá, quién seguía mirando a la puerta.- Pero, ¿quién haría una cosa así y por qué?
Mi hermana se giró hacia mí.
-¿Y si es alguna fan de Tom? He visto en sus redes sociales de todo tipo de comentarios respecto a tu relación con él desde deseando que os vaya bien a todo lo contrario. Me hizo gracia como hubo un par de chicas que te llamaron oportunista... Yo no quise decir nada, no me quiero meter en nada, pero debo de reconocer que tuve la tentación... - comentó mi hermana.
- La verdad es que Lisa tiene razón, ¿y si es alguna fan de Tom?- preguntó papá quitándose el abrigo mientras entraba en la casa.
- No creo, pero si puede ser... La verdad es que Tom me ha comentado alguna que otra vez lo que Lisa ha dicho de los comentarios, pero siempre me ha dicho que no les eche cuenta.
- Bueno, solo esperemos que esto no suceda más. Voy a ir por algo para quitar eso de la puerta.- dijo mamá dirigiéndose a la cocina.
Fui detrás de ella para preparar el desayuno, pero en mi mente no paraba de ver aquellas palabras escritas en la puerta con sangre. Ya eran varias cosas que me habían sucedido desde que empecé con Tom... ¿Sería casualidad?

-¿Qué?- exclamó Tom en cuanto le conté lo sucedido.
Íbamos hacia un diseñador para ver mi vestido para el estreno de la película. Acababa de recogerme en casa.
- Eso. Han escrito las palabras "es mío", con sangre en la puerta de mi casa- dije haciendo las comillas con los dedos.
- No entiendo ni le veo explicación a eso. ¿Por qué alguien haría eso?- preguntó bastante extrañado.
- Yo menos, pero ¿crees que podría ser alguna fan tuya?- pregunté yo a modo de respuesta.
Tom se encogió de hombros, sin saber que decir. Puso su mano derecha sobre mi rodilla y apretó un poco.
- Sea como sea, no voy a permitir que nadie te haga daño - dijo y sonrió.
Le devolví la sonrisa, perdiéndome en el azul de sus ojos.

Llegamos a un bloque de pisos, casi en el centro de Londres. Aparcó en el parking subterráneo de aquellos pisos y subimos al quinto piso en el ascensor. Nos acercamos a una puerta y Tom llamó.
Abrió la puerta una mujer joven, bastante guapa, de pelo castaño y ojos del mismo color, con un traje de chaqueta de pantalón pitillo y chaqueta en color rojo. Miró a Tom de tal manera, que hasta yo me sentí incómoda viendo cómo se lo comía con la mirada.
- Hola, Miranda, ¿está Jimmy?- preguntó mi novio, algo cortante con la chica.
Noté como apretaba mi mano.
- Hola, Tom, cuanto gusto verte. Si, te está esperando.
Se hizo a un lado y pasamos en el piso hasta llegar a una de las habitaciones. Se notaba que Tom había ido más veces allí. Al entrar en aquella habitación, el hombre que estaba sentado en una mesa, rodeado de mil folios con dibujos de vestidos y de más prendas de ropa, se levantó rápidamente al ver que habíamos entrado. Era algo más alto que Tom,  se notaba que llevaba el pelo pintado de rubio, pero sus ojos eran grises e iba vestido con un traje de chaqueta de cuadros y camisa blanca.
Se acercó a Tom para darle un abrazo, en cual se fundieron mientras yo lo observaba.
- ¡Cuanta alegría verte, Thomas!- exclamó el hombre, que al verme, volvió a exclamar- ¡Por dios santo, Thomas! ¿Esta belleza es tu novia?
- Si, Jimmy, ella es Eleonor, mi novia.- me presentó Tom con una sonrisa.
- ¿Y quieres que la vista para la premier, no?- preguntó entusiasmado.
Tom asintió.
Jimmy, se acercó a mí y, tomándome de las manos, se quedó mirandome. Incluso me hizo girar sobre mí misma para verme mejor. Miré a Tom algo tímida, sin entender nada, pero él solo sonreía.
- Venid conmigo, os voy q enseñar unos vestidos que tengo. Tienes un cuerpo perfecto, Eleonor. Cualquier vestido te va a quedar perfecto.
Seguimos a Jimmy por el piso, hasta llegar a otra habitación, repleta de percheros con hermosos vestidos colgados y varios maniquís con otros puestos. Mi mirada pasó por todos los percheros que había, mientras Jimmy hablaba y sacaba vestidos, pero mis ojos se posaron en uno que tenía un maniquí puesto. Era un precioso vestido en color verde oscuro, con escote tipo corazón, sin tirantas ni mangas, y tenía una abertura en la pierna derecha.
¿Puede una persona tener un flechazo con un vestido? Yo creo que sí, así lo sentí en ese momento.
-¿Eli, mi amor? - oí que me llamaba Tom.
-¿Eh?- estaba anonadada.
- Jimmy te preguntaba que si te ha gustado este vestido.
Inspiré hondo antes de contestar.
- Si, me ha encantado.
- Creo que te quedará perfecto, Eleonor. Pasa al probador y te lo pruebas. Si te queda bien, es tuyo.
- Pero valdrá una fortuna...
- Pruebatelo, no te preocupes - dijo Tom interrumpiendome.
Jimmy quitó el vestido del maniquí y me hizo pasar al probador que había en aquella habitación, dejándome sola allí, diciéndome que el vestido tenía la cremallera en el costado,con  lo que no me costaría abrocharlo.
Me desnudé y tomé el vestido para ponérmelo. Lo abroché fácilmente y me miré en el espejo. Ahogué un grito, quedándome asombrada al verme con él puesto. Me quedaba perfecto. Se adaptaba a mi cuerpo de una forma asombrosa. Parecía estar hecho para mí.
Abrí la puerta del probador para salir y que tanto, Tom como Jimmy me vieran con él puesto. Al salir, ambos estaban hablando y no se percataron que había salido. Me aclaré un poco la garganta y ambos se giraron.
Creo que jamás se me olvidará la cara de Tom al verme. Abrió los ojos de tal manera, que pensé que se le iban a salir a la vez que se ajustaba las gafas. Su boca se abrió de la sorpresa, al igual que Jimmy.
- ¡Santo Dios! Estas perfecta, Eleonor. Es tu vestido ideal.
Yo seguía mirando a Tom, que me recorría de arriba a abajo con la mirada. Jimmy se acercó a mí y volviéndome a tomar de la mano, me giro de nuevo.
- Perfecta- no paraba de decir aquella palabra.- ¿Qué opinas, Thomas?
- Te doy la razón, Jimmy - respondió Tom volviendo en sí.
- Pues nada, la elección ha sido fácil. Me alegro que te lleves este vestido. Es una pena que nadie se fijara en él, pero supongo que te estaría esperando a ti.
- Pero debe ser muy caro y yo...- comencé a decir.
- No te preocupes por eso, querida. Es tu vestido ideal para esa premier. Vas a ser el centro de atención ese día. - dijo Jimmy.
- Pero...
- Nada, no te preocupes, cariño.- Tom me tomó de la mano que tenía libre y me la besó.- Con ese vestido estás como una princesa, así que olvídate de todo.
Sonrió de tal manera que me sentí derretir allí mismo.
Volví a entrar al probador pensando en cómo podría pagar el vestido y cuando salí de allí ya con mi ropa, y con la idea de dejarme riñon y medio allí para poder pagarlo, Jimmy dijo que me lo regalaba. Me negué mil veces, pero me dijo que dejara de decir que no, que era su decisión, que a nadie le podría quedar mejor que a mí. Miré a Tom en busca de ayuda y me dijo que lo aceptara, que Jimmy se podría poner muy pesado y era mejor aceptar las cosas. Así que solo le di las gracias, aceptando el vestido.
Algo me decía que él tenía algo que ver en todo esto.
Salimos del piso donde Jimmy trabajaba, aunque me dijo que él mismo me llevaría el vestido el día del estreno de la película junto a un equipo de estilistas quienes me peinarian y me maquillarian para ese día. Volví a darle las gracias y, Tom y yo bajamos al aparcamiento.

Nos dirigimos a su casa para almorzar juntos. Durante el camino, iba pensando en aquel vestido y en la cara de Tom al verme.
Era definitivo, no iba a olvidar aquella cara.
Llegamos a su casa, bajamos del coche y al entrar, Willow nos recibió contenta y ladrando.
Preparamos el almuerzo y después de comer, nos sentamos en el sofá, hablando de mil cosas diferentes.
Tom nos tapó con una manta a los dos, y me tenía entre sus brazos, cuando me llamó:.
- ¿Eli?
- Dime, Tom.
- ¿Y si te pido que te quedes conmigo por siempre, lo harías?- preguntó cogiendo mi cara entre sus manos.
- Sin duda.- respondí mirándolo a los ojos.
- Te quiero muchísimo, Eli- dijo y me besó en la frente.
- Más te quiero yo- respondí sonriendo ampliamente.
El corazón me palpitaba a mil cuando sus labios rozaron los míos.
No podría negar jamás que, entre sus brazos, me sentía de lo más segura.

Bueno chicas, quiero avisaros que a partir de aquí, la cosa se empieza a poner mal. Nuestra querida Eleonor va a empezar a sufrir un poquito.
¿Qué creéis que va a pasar?
Os leo.
Un beso para todas 😘😘


Noches de Plata (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora