XXVI

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Tom.

Llegamos al local de la fiesta, sin que Eleonor supiera nada.
Había elegido un restaurante, en el que había reservado un salón para la dicha fiesta.
Me sentía algo inquieto y nervioso, e intentaba que Eleonor no lo notara. No quería que se diera cuenta de nada. Le dije que había llamado al restaurante para hacer una reserva mientras ella se duchaba y parece que se lo creyó.
De momento el plan iba bien y esperaba que saliera sin ningún problema.

Irma.

Todo estaba perfectamente colocado como Tom me había dicho. La tarta estaba colocada en una bonita mesa decorada con un precioso mantel y varios jarrones con flores decoraban el espacio. Me dijo que invitara a las personas más cercanas a mi amiga. Quería que fuera una fiesta íntima, con los que realmente queríamos a Eleonor.
Así que me limité a invitar a sus padres, sus hermanos, a nuestros amigos Sue y Philips y listo. Tom me había dicho que invitaría a sus padres y quizás, a algún compañero de rodaje de la película que había rodado con Eli.
El novio de mi mejor amiga me había dicho que llegaría con ella sobre las ocho de la tarde, así que les dije a todos que tendrían que estar en el restaurante sobre las siete y media y que nadie le dijera nada a Eleonor.
Tom había quedado en enviarme un WhatsApp en cuanto aparcara el coche para que, al entrar ellos, todos nos mantuviéramos callados.
Y así fue, Tom me avisó y les dije a todos que se callaran antes que la pareja entrara.
Mi amiga no se imaginaba la sorpresa que le había preparado su novio. Y yo estaba emocionada por ella.

Eleonor.

Sabía que Tom me escondía algo, si.
Lo conocía a la perfección. Y no de antes, que era su fan, si no, que era un auténtico libro abierto conmigo y sabía, por su forma de estar a mi lado, que escondía algo.
Llevaba todo el día nervioso desde que me dijo de ir a cenar. Que lo ocultaba a la perfección, también, por eso era tan buen actor, cosa que jamás dudaría, pero sabía que algo se traía entre manos.
Es más, el otro día, se sorprendió cuando le hablé y él estaba con el móvil en las manos. Se le cayó al suelo de tal manera que, si no tuviera una alfombra, se hubiera hecho añicos la pantalla. Sabía que estaba haciendo o planeando algo.
Lo dicho, Tom era un auténtico libro abierto cuando estaba conmigo.

Entramos en el restaurante y noté como Tom me apretó la mano que me tenía agarrada. Me miró sonriendo nervioso. Ahí me di cuenta que algo iba a pasar.
La camarera, amablemente nos acompañó hasta una sala del restaurante. Al entrar, todo estaba oscuro y noté como Tom se giraba hacia a mí y dijo:
- Feliz cumpleaños, mi amor.
Y las luces se encendieron.
Me quedé sin saber que hacer cuando vi allí a Irma, mis padres, hermanos y varios amigos.
Mi mejor amiga me abrazó tan deprisa que por poco me deja caer al suelo. Literalmente, se tiró encima mía y empezó a besarme por la cara.
- Feliz cumpleaños al amor de mi vida, a la mejor amiga que se puede tener, a mi compañera de trabajo, de vida y de todo. Eres la mejor. Y menudo pivón de novio tienes- me dijo lo último en un susurro en el oído, lo que me hizo reír.
- Muchas gracias, cariño- respondí.
Detrás de ella, vinieron más besos y abrazos de todos los allí presentes.
Hablaba con Sue y Philips, dos amigos de siempre, cuando oí decir detrás de mí:
-¿Por lo menos para mí habrá un beso, no?
Me giré rápidamente al oír a aquella voz y descubrí a Daniel Radcliffe allí presente. Me lancé a sus brazos, y él me recibió abrazándome con fuerza.
-¡Oh, Daniel! Pero, ¿Tú no estabas grabando en Los Ángeles?- pregunté extrañada mientras me separaba de él.
- Bueno, no podía faltar a un día importante de una gran amiga. Además, le debes esto a tu insistente novio- respondió agarrándome de las manos.
Busqué a Tom con la mirada, quien hablaba con mis padres y los suyos. Él se dio cuenta que lo miraba y me sonrió, levantando su vaso y sonriendo. Pese a todo, él sabía que Daniel y yo nos habíamos hecho muy amigos y no podía negar que ellos también lo eran.
- Me alegra tanto que estés aquí... Bueno, hoy todo son sorpresas agradables- dije riéndome tontamente.
- Si, Tom me comentó que te había preparado una fiesta sorpresa y quiso que yo estuviera aquí. Además, tenía que venir a Inglaterra para unos asuntos... Así que, aquí estoy- dijo con un amplia sonrisa.
Debía de reconocer que estaba guapísimo con aquel jersey en color gris oscuro, unos vaqueros y unas deportivas del mismo color que el chaleco. Lucia barba de varios días, pero estaba guapísimo.
Sentí unas manos por mi cintura y sabía de quienes eran incluso antes que hablase: Tom.
- ¿Intentando robarme la novia, Potter?- preguntó Tom alzando una ceja.
- No creo que eso sea posible, Malfoy- respondió Daniel con cara de asco.
No pude evitar reírme ante la situación. Daniel me soltó de las manos y se fundió en un abrazo con mi novio.
Después de aquello, fuimos a tomar algo y les presenté a Daniel a mi familia y amigos. Debo de añadir que a Irma por poco no le da algo cuando lo vio. Ella adoraba a Daniel cómo de un dios se tratase.
Y allí estaba, mirándolo embobada como si ya nadie más existiera en la sala. Es más, mientras cenábamos, se sentó a su lado.

Noches de Plata (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora