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Para Wei Wuxian, el apocalipsis comienza en una gasolinera, con un bebé llorando y su madre moribunda, y una horda de muertos vivientes afuera. Todo l...
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Era inquietante caminar por un zoológico vacío. Song Lan pensó que ya debería estar acostumbrado, después de todos los lugares vacíos en los que se había metido para alimentarse a sí mismo y a A-Qing, después de tanto tiempo de haber visto a tan pocas personas vivas. Una vez, habría dicho que su viaje ideal al zoológico sería uno en el que las únicas personas allí fueran él y su hija, pero ahora lo preferiría con una multitud de miles. En cambio, él y A-Qing estaban solos, y era inquietante.
Todavía deseaba haber dejado a A-Qing con los demás, pero Song Lan sabía que si se negaba a dejarla ir con él, su hija pelearía como una víbora, y después de todo lo que habían pasado, no podía culparla. Era incómodo: se sentía expuesto, caminando por los caminos sinuosos que se entrelazaban alrededor de exhibiciones, recintos y jaulas, abriéndose camino a través del zoológico al que había ansiado entrar durante tanto tiempo. Hasta el momento, no habían visto ninguna amenaza y una sorprendente cantidad de animales aún vivían en sus hábitats. En su mayoría, parecían ser los que eran más fáciles de alimentar: los que pastaban y varios de los depredadores que probablemente habían sido alimentados con los herbívoros. En silencio, Song Lan teorizó que Xue Yang probablemente disfrutaba mirando. En voz alta, no dijo nada. A-Qing no necesitaba escucharlo.
Ella no necesitaba estar aquí.
Durante los últimos dos meses, Song Lan había estado consumido por la idea de lo que Xue Yang podría haberle estado haciendo a Xingchen, e incluso las teorías más leves no eran nada que quisiera que su hija viera. Pero ella no se habría quedado con Lan Xichen.
Era más terca que sus padres.
"¿Diedie?" preguntó, mirándolo sombríamente. "Lo mataste, ¿no? Al hombre malo."
Song Lan asintió, apretando ligeramente su mano. "Lo hice."
Ella tarareó, volviendo su atención a su entorno. "¿Y te aseguraste de que no pudiera volver nunca más?"
La imagen del rostro de Xue Yang brilló ante los ojos de Song Lan, esa horrible sonrisa finalmente desapareció para siempre cuando Song Lan arrojó la cabeza hacia la multitud de zombies de Xue Yang. "Lo hice."
"¿Estás seguro? ¿Puedo ver?"
"Absolutamente no", dijo Song Lan bruscamente, mirándola y deteniéndose. "Hice que te quedaras atrás por una razón, A-Qing. No necesitas ver eso."
"He visto morir a mucha gente, A-Die", dijo solemnemente. "A un montón. Pero yo... quiero asegurarme de que... de que no pueda volver. ¿Y si es como tú y como Wen-gege?"
Song Lan la levantó y la puso sobre su cadera, tomando su barbilla en su mano. "Incluso si lo fuera, no lo dejé en un estado en el que pudiera volver a levantarse. Te lo prometo, A-Qing. Se ha ido."
Ella asintió, pero su labio inferior se tambaleaba ligeramente, y extendió la mano para juguetear con el cuello de su camisa. "¿Qué... qué pasa si Baba no está aquí? ¿Qué pasa si seguimos buscando y no podemos encontrarlo? ¿Qué pasa si el hombre malo lo mantuvo en otro lugar, o qué pasa si está atrapado en una jaula y no podemos sacarlo, o...?"
