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Para Wei Wuxian, el apocalipsis comienza en una gasolinera, con un bebé llorando y su madre moribunda, y una horda de muertos vivientes afuera. Todo l...
Solo un aviso, este capítulo contiene otra referencia a las amenazas de Jin Guangshan hacia Yanli con respecto a la agresión sexual y el embarazo forzado. Me gustaría reiterar que estas cosas no han sucedido ni sucederán en el transcurso de esta historia. Si eres sensible a estos temas, ten en cuenta que la amenaza se menciona muy brevemente en este capítulo.
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Lan Xichen inspiró lenta y profundamente, escuchando en silencio mientras su hermano menor accedía sin dudarlo a ayudar a premeditar un asesinato.
O tres.
"Si matamos a Wen Ruohan, Wen Chao y Wen Xu vendrán tras nosotros. Son tan peligrosos como él", dijo Wei Wuxian sombríamente, y Wen Qing asintió.
"Nos perseguirán hasta los confines de la tierra y disfrutarán cada segundo", dijo, con el rostro contraído por la preocupación, aunque la convicción en sus ojos era fuerte. "Han asesinado y torturado a innumerables personas; hace dos días, Wen Chao casi mata a Jin Zixuan".
"Igual tienen que desaparecer", gruñó Jiang Cheng, y Wangji dio un "Mn" de acuerdo, y el estómago de Lan Xichen se retorció.
No era... no era exactamente que no estuviera de acuerdo. Ciertamente, si se trataba sobre Wen Ruohan, y si era cierto que Wen Chao y Wen Xu también eran asesinos, entonces podría entender por qué era necesario, incluso por qué podría considerarse justificado, pero...
Todavía se sentía extrañamente en su pecho. Todavía era un asesinato. El hecho de que fuera lo correcto no significaba que no fuera un asesinato.
"Si están todos muertos, ¿quién tomaría el poder después?" preguntó Wei Wuxian, y Wen Qing respondió sin dudarlo.
"Jin Guangshan. Llegó desde Lanling hace varios días. Puede que esté bajo el control de Wen Ruohan, pero si Wen Ruohan desaparece, tendría el poder suficiente para hacerse cargo, sin problemas".
"Él también tiene que irse", dijo Jiang Cheng, y Lan Xichen hizo una mueca.
"Solo esperen un momento", comenzó, y Jiang Cheng lanzó una mirada furiosa hacia él, levantando la barbilla en señal de desafío.
"¿Por qué? Envió al mundo entero a asesinar a mi hermano. ¿Crees que no merece morir?"
"Jiang Cheng", reprendió Wei Wuxian, y Lan Xichen negó con la cabeza levemente.
"Yo no dije eso", dijo. "Y no iba a hacerlo. Pero, ¿sabemos que realmente se lo merece? Sabemos que es culpable de muchas cosas, que es un ser humano terrible que puede ser insensible y cruel, y sabemos que se ha aprovechado del apocalipsis para su propio beneficio, pero Wen Ruohan inició el apocalipsis. No sabemos si Jin Guangshan lo sabía de antemano. No sabemos si él mismo mató a alguien, ni siquiera sabemos si su anuncio de buscar a Wei Wuxian fue su voluntad o la de Wen Ruohan. Merece ser encerrado, merece ser castigado, pero... ¿sabemos con seguridad que merece morir? ¿Qué nos da derecho a tomar esa decisión?".
