IV

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—...Te digo que es el evento más esperado en el instituto.

Desde la primera clases Daniela había estado sobre mi intentando convencerme de que debería ir a la fiesta que organizaba Tomas cada año en su casa de playa, pero le decía que ese no es mi ambiente.

—No soy mucho de fiestas— le volví a decir por milésima vez.

—Puedes invitar a tu novio Gavi— movió sus cejas con una sonrisa pícara.

Rodee mis ojos sin responderle nada.

No voy a negar que Gavi es muy atractivo, pero no me interesa tener una relación en este momento, menos con el chico más deseado por las fans del fútbol.

—Ayer no te despegaba la mirada— choco su hombro con el mío juguetona —Pero por buenas fuentes me enteré que igual le pareces guapa a Rodrigo.

No lo conocía del todo bien, pero hasta donde sabía, muchas de las chicas del instituto —por no decir todas— morían por el.

—Seguro todas se le hacen guapas, es como un todas mías— Nos acercamos al casillero para sacar nuestros libros.

—¿Que es un todas mías?

Me olvidaba que los modismos en España y México son muy diferentes, aún que ambos sean de habla hispana.

—Es alguien que coquetea con todas, no es de nadie pero todas son de él— hice señas de comillas con mis dedos.

—En realidad, Rodrigo si es así— hizo un breve pausa —Pero alguien puede hacerlo cambiar.

Negué con mi cabeza divertida. A esta chica no se le podía decir que no.

—Iré a la fiesta— dije al cerrar mi casillero en un rápido movimiento. En el rostro de Daniela se podía divisar una sonrisa complacida.

—¿Vas a invitar a Pedri y Gavi?

—Le dire a Pedri. No creo que quiera venir, no le gusta estar rodeado de muchas personas— expliqué.

En sus ojos podía notar cierta desilusión ¿Por qué quiere que vaya Pedri?

Caminamos hacia la cafetería de la escuela donde ya nos estaban esperando los chicos. Cuando entramos noté que estaban dos chicas sentadas en la misma mesa de donde estaban Rodrigo, Matteo y Tomas. Una de ellas hablaba muy sonriente sobre las piernas de Rodrigo.

Un todas mías

Nos acercamos y pude notar las expresiones de asco de ambas. Daniela no les dio importancia, tal vez ya estaba acostumbrada. Ella se sentó como si no existieran y comenzó a hablar con Tomas. Me senté enfrente de Rodrigo, que movió a la chica de sus piernas dejándola a lado suyo y de esta solo obtuvo una cara de indignación.

—Cassie— llamo mi atención —¿Irás a la fiesta de Tomas?

Tomas volteo a verme con una sonrisa esperando mi respuesta y asentí con la cabeza viéndolo para después continuar moviendo mi tenedor sobre la ensalada.

—Yo igual voy a ir— dijo la chica pelirroja que estaba a un lado de Rodrigo.

Daniela puso sus ojos en blanco cuando la escucho hablar —¿Quien?— La pelirroja la vio confundida —Te pregunto— la vio con la misma cara que ellas nos vieron cuando llegamos.

El tic de mi pierna había vuelto por la situación tan bochornosa, era inevitable que eso pasara cuando me daba ansiedad.

—Que grosera es tu amiguita— volteo a ver a Rodrigo con un puchero en su rostro.

Pick me girl.

Rodee los ojos mientras picoteaba mi comida, verdaderamente no tenía hambre.

—Ya tienes que irte, Sofía— Rodrigo la miro serio.

Hilo Rojo | Pablo GaviWhere stories live. Discover now