Hilo Rojo | Pablo Gavi

VIII

—¡Cassandra Reyes, vuelvan con mi auto ahora!

Tal vez nuestro plan no había salido como lo teníamos planeado, Pedri se dio cuenta que su auto no estaba a media hamburguesa de acabarnos nuestra cena a las 2:00 a.m.

—¿Quieres que te llevemos una hamburguesa? ¿Tu favorita?— Gavi trató de calmar a Pedri, pero solo se enojo más.

—Gavi, ni siquiera tienes licencia.

—Son las dos y algo de la madrugada, nadie se dará cuenta.

—Regresa mi carro y a Cassandra sin ningún rasguño— se escuchó como respiro profundamente intentando canalizar el enojo.

—Llegamos en media hora— bromeó y antes de que Pedri volviera a exaltarse colgó la llamada, que seguramente hizo que mi mejor amigo se enojara aún más.

Gracias a Gavi que entro en el papel de Toreto llegamos en menos de 20 minutos. Pedri nos esperaba en el porche de la casa con una cara de pocos amigos, no me acuerdo de la última vez que lo había visto enojado, pues no es parte de su personalidad, le va mejor una gran sonrisa.

—¿Creen que fue gracioso lo que hicieron?— sin esperar una respuesta de nuestra parte Pedri hizo que se pasara Gavi al asiento de atrás para el conducir.

Durante el camino a mi casa ninguno se atrevía a soltar ni una palabra, el silencio era muy incómodo y mi pie nuevamente se movía con ansiedad hasta que llegamos a mi casa. Nunca había deseado tanto llegar a mi casa.

Antes de bajar del auto voltee a ver a Gavi para despedirme antes de bajar del auto. El me vio con una sonrisa dejándome un beso en la mejilla. No se como sea en España pero en definitiva en México te despides de las personas importantes con un beso en la mejilla, si no es así solo juntan sus cachetes rápidamente fingiendo que eso fue un beso. Muchas beses me ha pasado que hasta doy cabezazos, muy incómodos.

—Ya bésense mejor— Pedri se veía exhausto.

Trágame tierra y escúpeme fuera del auto. Le di una mirada asesina antes de bajar del auto y caminar —parecía más que estaba corriendo— hacia la gran puerta de madera.

¿Que ha pasado?

Me tiré a mi cama exhausta, hoy fue una noche larga. Primero: Rodrigo me confunde con sus sentimiento hacia mi. Estaba borracho, no debería darle tanta importancia, pero los borrachos nunca mienten. Segundo: El casi beso con Gavi que fue interrumpido por la chica del McDonald. Necesito contarle todo esto a Pedri, seguro el me dará un buen consejo.

Veía a un punto infinito del techo de mi cuarto tratando de conciliar el sueño pero nada funcionaba. Sobre la mesita de noche el celular se prendió vibrando, un mensaje había llegado, pero es muy tarde ¿Quién podría ser?

Mi corazón se aceleró y reí como tonta al notar quien era dueño de tal mensaje; Gavi.

Pablo: El lunes  tengo partido y quiero que vengas a verme.

Cassie: Ahí estaré, gracias por la invitación.

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Uno corto, pero emocionante.

Como se lo prometí, este capítulo es dedicado para @valen_alcaraz

XOXO