XIX

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—¡Ostia que le has negado un beso al Gavi!— Daniela estaba que no me creía.

—Hable con el, y le deje en claro que es lo que quiero en estos momentos.— justifique mi reacción de rechazarle el beso a Gavi.

Marlene entrecerró sus ojos. Ella me conocía y sabía que era lo que realmente quería: estar con Gavi y no como amigos.

—Me lastimo. Tengo miedo a volver a confiar en el y que vuelva a alejarse.— mis ojos se llenaron de lágrimas que trataba de contener.

Marlene se acercó cuidadosamente como si tratara de un cachorro to lastimado y no estaba tan lejos de la realidad.

—Basta de hablar sobre Gavi, mejor cuéntenme de que me perdí anoche.

Marlene se removió incómoda sobre su lugar y Dani hizo una mueca de desagrado.  Algo aquí anda mal.

—Pues...— habla Daniela —lo más interesante que ocurrió fue que Rodrigo se cabreó porque estabas a solas con Gavi.

—Pensé que con Rodrigo ya había quedado claro que solo somos amigos.— fruncí el ceño.

—Pues estaba apunto de irte a buscar cuando Pedri fue el que lo interceptó.

Mi mejor amigo tiene la tendencia de salvarme en cualquier situación. Menudo problema que me hubiera llevado si me hubiera encontrado anoche ente Gavi y Rodrigo.

—Pedri parece un buen chico— comenta Marlene tratando de no mostrar interés, pero a mi no me miente, yo la conozco.

—¿Hablaste con el ayer?— indague.

Daniela la va con mirada juzgadora y Marlene solo agacha su mirada.

—No mucho la verdad.— confiesa.

Daniela reacciona rodando sus ojos. Se puede notar que entre estas dos hay problema, pero me es difícil investigar más pues el timbre suena llamando la atención de todas.

Bajamos a la primera planta para ver de quien se trata y al abrir la puerta me encuentro con Gavi sosteniendo un ramo de flores colorido. En mi cara enseguida se dibujó una sonrisa, era imposible no hacerlo cuando tenía al chico que me gusta dándome flores.

No decíamos ni una sola palabra, pero para nada es incomodo, solo con la mirada decíamos todo.

—Salía de mi entrenamiento y me acorde de ti, entonces quise venir a visitarte.— se explica.

Mi corazón se derretía poco a poco. Este chico me hace sentir cosas que en la vida había experimentado.

Me hago a un lado para que pueda pasar dentro de la casa y eso hace.

—Hola chicas.— saluda al ver que detrás de la puerta estaban mis amigas.

—Hola.— responden ambas.

—Nosotras te esperamos arriba Cassie.— dice Dani y Marlene solo asiente para seguirla.

Gavi y yo reímos al ver como caminan lo más rápido posible hacia las escaleras.

—Gracias por las flores, me encantan.— camino hacia la cocina para encontrar un jarrón donde dejarlas con agua.

—Espero no te incomode que haya llegado de la nada.

Muevo mi cabeza negando.

—Me gusta que estés aquí.— confieso.

Gavi sonríe acercándose hacia mi.

El recuerdo de nosotros comenzando una batalla de comida aquí mismo en la cocina invade mi cabeza.

Cuando lo tengo delante de mi solo a pocos centímetros de distancia me aleja con la excusa de llenar el jarrón de agua.

—¿Tienes algo que hacer hoy?— pregunta.

—Dani y Marlene pensaban quedarse a dormir.— miento.

—¿Mañana?— insiste.

—¿Tu manager no se molestará si ve que estás envuelto en un drama amoroso?— le pregunto con cierto reproche.

—Tu no eres un drama amoroso.— bufa —Además ya te dije que no me importa eso, tú me gustas.

Entrecierro mis ojos con seriedad en mi rostro.

—Pablo, unas flores no resuelven todo, ademas te dije que somos amigos.

—¿Que hago para que eso cambié?— dice frustrado.

—¿No te gusta ser mi amigo?— le pregunto con burla.

Dejo las flores sobre la barra de la cocina y me siento sobre esta.

—Sabes que no.— responde serio.

—Sería una lástima, porque tú si me caes bien.— Sigo jugando con el.

El respira hondo sin paciencia y yo me rio de el.

—Cassie, hablo sin bromas.

—Vale, pues yo igual. Te dije ayer que quedábamos como amigos.— bajo de la barra con un saltito. —Dame tiempo para volver a confiar en ti.

—Dame una oportunidad para volver a enamorarte.— responde con sus ojos llenos de ilusión.

¿Y quien le ha dicho a este chico que no estoy enamorada de él?

Asiento y el sonríe de oreja a oreja.

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Volví después de mucho.
Gracias por la espera y el apoyo.

Mi propósito de este año es terminar de escribir la novela.

Espero les haya gustado el capituló, saben que cualquier duda, comentario o sugerencia mis mensajes están abiertos.

XOXO

Hilo Rojo | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora