V

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Dedicado a todo aquel que se refugia en los libros creando su propia realidad, lo sé, la realidad es una mierda. Por eso este libro es para ti.

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—Cassie, ya te dije que ese vestido combina con tus ojos— Dijo Daniela con cierto tono de desesperación.

Lo acepto, cada que tengo que salir a un evento o fiesta me tardo horas eligiendo lo que me voy a poner, soy muy indecisa.

Daniela llegó a mi casa en el almuerzo para pedirme que la ayudara a maquillarse y elegir ropa, pero ella me ayudo mas a mi que yo a ella.

—Lista— avisó al terminar de ponerse sus tacones rojos.

—Lista— le respondí poniéndome un hoco de brillo sobre mis labios.

Daniela me eligió un lindo vestido negro pegado al cuerpo con algunas piedras brillantes verdes que caían sobre la parte inferior del vestido, según ella el color de las piedras hacía que mis ojos brillaran. Lo combiné con unas zapatillas verdes de tacón ancho y mi pequeño bolso que iba a juego.

Ella se puso un vestido blanco que dejaba su espalda al descubierto y llevaba unos tacones rojos al igual que sus labios que le agregaban más intensidad al outfit, a ella no le gustaba pasar desapercibida.

—Rodrigo ya está abajo.

Nos vimos por última vez en el espejo y salimos de la habitación. Cuando abrí la puerta pude divisar a Rodrigo fuera de su auto recargado en este esperando a que bajáramos.

—Wow— fue lo único que pudo decir al vernos.

—¿Quieres que te pase un bolsita para la baba?— Daniela tan sarcástica como siempre —Se ve chula ¿no es así?— voltea a verme con orgullo.

—Ella desde que la conocí— me dedica una sonrisa de lado.

Subí al asiento del copiloto, Daniela iba atrás tecleando algo en su celular y Rodrigo comenzó a manejar minutos después de que nos subiéramos al auto.

—¿Pasaremos por los demás chicos?— Daniela se dirige a Rodrigo.

—Ellos nos verán allá.

Asiente y esta vez me voltea a ver a mi curiosa —¿Tus amigos futbolistas irán? No, no es que me importe solo pregunto por curiosidad— se excusa rápidamente.

—Seguro ya van en camino— me volteo aún en mi asiento para verla mejor —¿Te gusta alguno?

Abre los ojos sorprendida por lo directa que fui.

—Pues no es como que me guste, pero Pedri tiene... algo.

—Algo.

—Es atractivo.

Asentí no muy convencida de sus respuestas, pero tampoco es como que quiera hacerle un interrogatorio. Al final, ella y Pedri pegan.

Conecte mi celular al carro para poner música, así no tendríamos el silencio incómodo que guardamos mientras trataba de conectar el celular. Gracias Taylor Swift por salvarme de estos incomodos momentos.

Hilo Rojo | Pablo GaviDove le storie prendono vita. Scoprilo ora