Fushiguro recuerda pero no tiene ni las más mínima idea

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El número de hechiceros en el mundo es increíblemente bajo en relación la cantidad de personas que existen. Puesto que debes tener cantidades decentes de energía maldita para no solo ver, sinó también exorcizar maldiciones y la gente suele carecer de esa fuerza (esto es fácilmente visto en la escuela de Tokyo; apenas hay 6 estudiantes, quizás 8 si se puede contar a los de última año). Aunque otro factor determinante es la tasa de muerte, porque si hay un dicho conocido es el 'Vives como hechicero y mueres como hechicero' retirarse como en un oficio normal no es una opción, incluso para el más fuerte.

Para Fushiguro Megumi, quien se volvió hechicero a corta edad, siempre tuvo instalado en la mente ese cruel e innegable destino que le esperaba, sin importar si tuviera la capacidad de superar a su Gojo-sensei, portador de los seis ojos y el más fuerte de todos los tiempos. Tarde o temprano, moriría como hechicero y eso estaba sucediendo justo ahora. Exorcizo exitosamente a la maldición de grado especial, e Itadori logro salvar a Kugisaki de las otras maldiciones, o eso le gustaría pensar. Cuando la extensión territorial que lo encerraba se deshace, y el silencio se apodera de su mente, cree que todo ya está hecho. Excepto por el dedo de aspecto grotesco en su mano, que aunque emane cantidades asquerosas de energía maldita, no le importa y lo único que puede hacer su cuerpo exhausto es caer rendido sobre la tierra

Estúpida hermana...

...


El amargo sabor a tierra acaricia sus labios, para su sorpresa y disgusto. Sus sentidos comienzan a despertar al igual que él. La sensación de haber dormido durante días y el dolor de sentir su cuerpo luego de ser brutalmente golpeado, obliga a que sus ojos se abran lentamente. Tarda unos momentos en volver a enfocarse y darse cuenta de la tenue oscuridad que lo rodea y que, aunque su memoria este un poco borrosa, definitivamente este no es el lugar en donde cayó

Inmediatamente se sobresalta para darse cuenta que apenas tiene la fuerza para levantarse ¿La extensión de dominio sigue en pie? Él absolutamente exorcizo a esa maldición y destruyó el territorio, el dedo de Sukuna es la prueba de ello ¿Entonces por qué está varado entre las paredes musgosas de una caverna? Fushiguro no puede explicar pero este lugar es diferente a la extensión de dominio, una intranquilidad proveniente de su instinto. Él se percata de que no hay nada de energía maldita, además del propio dedo

Arrastra sus manos en el suelo y se sienta mientras se toma su cabeza dolorida. Aún está un poco mareado por la pérdida de sangre, necesita reponerse. Escanea el área con sus ojos, confirma que ya no está debajo del puente Yasohachi. Continuar preguntándose en que sitio está parado no servirá de nada, además, debe reencontrarse con Kugisaki e Itadori, el tiene mucha mas experiencia que ellos dos, pero sabe de lo que son capaces, deberían estar bien. Fushiguro confía plenamente en que sus compañeros lograron exorcizar a la maldición porque ya tiene demasiado con lo que preocuparse, y Nitta-san se enojaría si supiera que él se separó de esos dos.

Cuando intenta pararse sobre su pies, los huesos crujen y aprieta los dientes del dolor, algunas de sus costillas se rompieron pero logra pararse seguido de unos tambaleos hasta estabilizarse. La tela del uniforme está tan rasgada como la anterior pelea pero Fushiguro sacude la tierra adherida a su gakuran y comienza a caminar lentamente hacia adelante, donde sea que lo lleve el túnel.

Fushiguro intenta forzar su mente borrosa a recordar, pero todo se apaga cuando cae luego de exorcizar al espíritu maldito. Solo sus lentos y pesados pasados resuenan en las paredes azuladas, un extraña coloración que nunca vió en cualquier caverna al agujero en el que haya entrado. En realidad, es demasiado brillante para una simple caverna. Fushiguro inspecciona con atención las paredes y el techo rocoso, su vista baja con cuidado de no marearse y abre sus ojos con sorpresa al ver la marca de huellas hundidas en el suelo. Dos pares de pisadas, de personas definitivamente, pero el sabe muy bien que las maldiciones pueden tomar diversas formas, incluso de humanoides.

Calabozos Y Hechiceros Where stories live. Discover now