Continua siendo un Hechicero

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Urano, así es como Fels lo llamo. Sin honoríficos pero de manera respetable. Fushiguro está seguro de que en la mitología griega, este era un Titán. Megumi juega, como un Quiz, a adivinar los Dioses de culturas que apenas conoce. La escuela de hechicería y sus altos mandos conservadores, son budistas y eso no ayuda demasiado. Obviamente, si no fuera por Tengen-sama y su religión, el Jujutsu no existiría en la actualidad. Pero como muchas veces dice Kugisaki 'esos viejos son muy anticuados' y Fushiguro le da la razón está vez. Revolviendo entre sus vagos conocimientos para saber que clase de Dios se está enfrentando. Su primera experiencia fue algo totalmente contrario a lo que se imaginaba de un Dios. Aunque, siendo justos, ¿Por qué esperaba tanto de ellos?

Fels habla respetuosamente al hombre con aspecto de anciano. La habitación, mucho más oscura que los túneles vagamente iluminados, rellenada con tan solo un trono bien cuidado y antorchas en cada extremo. Una atmósfera de ocultismo que mostraba con su túnica, mejor cuidada que las de su sirviente (Fushiguro ya vio lo que hay debajo de la túnica de Fels... El blanco pálido se mostró cuando el fuego de las antorchas iluminó su camino. Un escalofrío recorrió su columna y decidió no girar otra vez hacia él).

Fushiguro reconoce a un pez gordo cuando lo ve; Una posición altiva, la mirada escrupulosa y lo suficientemente viejo para presumir su 'sabiduria'. Contrariamente a lo que piensa de ellos, Megumi es preciado, su técnica es un milagro que pasa cada cientos de años, como el niño 'bendecido' por Dios, Megumi no puede evitar pensar que es una broma. Los peces gordos lo necesitan, necesitan su hechizo para que vuelvan a tener su gloria y tradicionalismos. A través de esos ojos traicioneros y las sonrisas indulgentes, intentan endulzarlo para que Fushiguro este de su lado.

Hasta que el rostro inamovible se le formaron más arrugas por lo que Megumi supone que es una mueca "No se que es lo que ocultas tan cautelosamente, solo llegaremos a una solución si nos lo muestras"

Fushiguro muerde sus labios, otra vez, mala suerte o su propia incompetencia, en este punto es muy tarde. Sabe muy bien que a lo que se refiere, su garganta se sella pero un hormigueo amenaza con expulsar la cena de aquel bar. Fushiguro sabe que el dedo sigue en su bolsillo, exudando cantidades absurdas de energía maldita sin siquiera estar contenido. En un mundo donde la energía maldita no existe, pero sorpresa, pueden ver a sus Shikigami y percibir el maldito dedo de Ryomen Sukuna.

Un toque que recuerda lo desagradable que en realidad es y frío, indiferente a la energía en forma de llama que libera. Megumi cree que esto es ridículo.

El rostro de piedra de Urano se rompe completamente. Su nariz cruje cuando ve directamente al Dedo de Ryomen Sukuna es la mano de Fushiguro y es posible que Fels tenga la misma reacción, si tuviera rostro. Un gemido de sorpresa y asco sale de la túnica oscurecida.

"¡Urano! ¡¿Que significa eso?!" La voz indistinguible habla con nerviosismo

"Lo que ha estado perturbando mis oraciones" Urano responde, con el rostro nuevamente impasible.

Sorpresa, ya lo habían descubierto desde su llegada y además, hay más dedos de Sukuna desparramados por el Laberinto. Megumi no puede estar tan jodido.

...

Urano es más 'accesible' de lo que creyó. Incluso cuando solo le dio vagas explicaciones acerca del dedo de Sukuna (en ningún momento menciono de quién es el dedo, solo es un "Objeto muy peligroso que no debe caer en malas manos". De todas formas, Ryōmen Sukuna ¿Existirá en este mundo como Dios? Fushiguro no se quita eso de su cabeza cuando en su mundo hay templos dedicados al rey de las maldiciones, si tan solo supieran quien es en realidad... Y otra muy vaga historia acerca de como se perdió en la ciudad más famosa del mundo.

Calabozos Y Hechiceros Where stories live. Discover now