As Potter is to Snape

Capítulo 30

—Ya está —dijo Ron mientras dejaba caer un brazo lleno de caramelos sobre la mesa frente a Harry —hemos traído todo lo que podíamos llevar—.

Harry sonrió. —¡Gracias! —Estaban en el rincón más alejado de la sala común, lejos de cualquier otra persona que pudiera escuchar su conversación.

Ron y Hermione se sentaron a la mesa con Harry y le pusieron al corriente de todo lo relacionado con Hogsmeade. Le hablaron de todos los lugares a los que habían ido y Harry se encontró girando la cabeza de un lado a otro mientras intentaba seguirles el ritmo. Le recordaba a cuando tenía conversaciones con los gemelos y finalmente levantó una mano para silenciarlos.

—Escucha —dijo riendo —todo eso es realmente genial. Sinceramente. Pero ustedes dos me están dando dolor de cabeza—.

Hermione se sonrojó. —Lo siento. Háblanos de tu día. Espero que no te hayas aburrido demasiado aquí. ¿Habéis conseguido hacer los deberes?—.

Ron puso los ojos en blanco. —Hermione, ya es bastante malo que se haya perdido Hogsmeade, no puedes esperar que también haga los deberes—.

—Oh, Ron, sólo porque tú no harías los deberes a menos que alguien te obligara- —.

—He tomado el té con el profesor Lupin, en realidad —Dijo Harry, cortando la conversación antes de que Ron y Hermione pudieran entrar en otra discusión.

Eso llamó su atención y ambos se volvieron para mirarlo.

—¿De verdad? —preguntó Hermione alegremente —¡Qué bonito, Harry! ¿Te ha hablado de lo que vamos a estudiar después?—.

Ron gimió: —Dale un respiro, 'Mione'—.

—No —dijo Harry, ignorando a Ron —Sin embargo, hablamos de mis padres. Los conocía. Eran amigos. Mejores amigos incluso —terminó en voz baja.

—¿De verdad? —Esta vez fue Ron quien preguntó—¡Apuesto a que tiene un montón de cosas que podría contarte sobre ellos!—.

Hermione asintió con la cabeza.

—Sí —dijo Harry esperanzado —sería bueno escuchar sobre ellos de alguien que estuvo realmente cerca de ellos—.

—Estoy segura de que te contará todo lo que quieras saber, Harry —le aseguró Hermione con una sonrisa.

—Sin embargo, hay algo entre él y Snape—.

—Bueno, es obvio que Snape lo odia —dijo Ron rápidamente encogiéndose de hombros.—Sin embargo, creo que es más que eso —replicó Harry. Se inclinó hacia delante y apoyó los codos en la mesa, apartando algunos de los dulces y hablando en voz baja por si acaso pasaba alguien que pudiera oírlos. —Ambos dicen que se conocieron mientras estaban aquí en Hogwarts, y Snape dijo que el profesor Lupin sabe cómo fue adoptado. Y Snape sabe en qué se convierte el boggart de Lupin. Y le está preparando una poción porque no se ha sentido bien. Excepto que —Harry tomó aire y miró a su alrededor, pero no había nadie cerca de ellos —es la misma poción que Snape ha estado preparando todo el verano. Lo recuerdo porque estuvo trabajando mucho en ella mientras yo ayudaba en el laboratorio- —.

—¿Snape te dejaba ayudar en su laboratorio? —preguntó Ron.

—Ron, no interrumpas —le reprendió Hermione —Continúa, Harry—.

—Bueno, de todos modos, reconocí la poción, pero ¿qué clase de enfermedad podría tener el profesor Lupin para necesitar una poción que necesita al menos un mes para elaborarse? ¿Y por qué necesita tanta?—.

—¿Sabes cuál era la poción? —preguntó Hermione pensativa.

—No —admitió Harry —pero Snape no me dejó ayudar en absoluto. Dijo que era demasiado avanzada—.