Capítulo 29: "Por una jugada del destino conocimos el verdadero amor"

254 17 5
                                    

(Último capítulo)

Un par de pelinegros platicaban mientras caminaban en medio de la noche por una de las calles de su pueblo.

Tomemos asiento en esa banca, decía Gokú tras detener sus pasos frente a un parque.

Bien, respondió la pelinegra, haciendo una pausa para acotar: Entonces no lo soñé.

¿Qué?; dijo el joven de cabello alborotado, mientras caminaba junto a la pelinegra hacia la banca.

Es que no podía creer que fuera real, que estuvieras yendo a verme, pero yo sentía que era tu voz a pesar de no poder ubicarte en medio de los espectadores, respondía Milk.

Pues sí, era mi voz, como te acabo de comentar, yo seguí cada uno de tus combates sea por televisión o de manera presencial en el coliseo, decía Gokú, mientras detenía sus pasos junto a la banca.

¿También estuviste en el tópico?, pregunto Milk con curiosidad, mientras tomaba asiento.

En el tópico, dijo Gokú un tanto nervioso, al recordar que efectivamente estuvo allí y que le robo un beso mientras dormía.

Sí, agrego Milk, haciendo una pausa para agregar: Siéntate.

Bueno, yo..., decía nervioso Gokú, mientras tomaba asiento.

¿Qué te pasa?, pronuncio la pelinegra.

¿Recuerdas a verme visto allí?, dijo Gokú con la mayor calma posible.

Yo estaba profundamente dormida, no recuerdo nada, por ello te lo pregunto, respondió Milk.

Si fui a verte al tópico, me preocupe mucho al verte tan lesionada, agrego Gokú más calmado.

¡Gracias! dijo Milk, haciendo una pausa para agregar: Cumpliste mi sueño de estar a mi lado, aunque no lo supiese, cumpliste mi sueño de acompañarme en el torneo. Ni imaginas lo difícil que fue para mí ya no verte, ya no recibir tus consejos, yo..., yo a pesar de no ser entrenada por ti, y de hacerte la promesa de no verte más, no pude cumplir la misma.

¿Qué?, ¿no comprendo?, respondió confundido Gokú.

Yo iba a verte a escondidas, me conformaba con ello, con verte así sea de lejos, el recordar cada uno de tus consejos para las luchas me daba la fortaleza para creer que, si podía lograrlo, el pensar en ti, me mantenía con vida, pues tenía la esperanza de que algún día me perdonarías, decía Milk.

No hay nada que perdonar Milk, no fue intencional, ya lo comprendí, solo fue parte de mi destino, de este destino que estaba marcado así para mí y para ti, tal vez no fue la mejor manera de conocernos pero que podemos hacer, respondió Gokú con calma.

Gokú, dijo Milk con nostalgia.

Yo también te observaba a escondidas cuando deje de entrenarte, pronunció Gokú, sorprendiendo con su confesión a la pelinegra.

¿Qué?, dijo Milk.

Te miraba desde la terraza venir a tomar tus lecciones con Vegueta y retirarte de ellas, yo, yo quería cerciorarme de que no dejaras de entrenar,...., pronunciaba Gokú.

Claro por ello te asegurabas de observarme llegar, pero ¿partir?, decía confundida la pelinegra.

Quería ver si alguien venía a recogerte, respondió sonrojado el joven de cabello alborotado.

Gokú, yo..., decía Milk.

Milk, vayamos con calma, ahora soy tu manager entrenador, nos veremos todos los días en el horario que ya te mencioné, al menos hasta que termine con mis grupos, luego me abocare solo a ti, tendremos suficiente tiempo para conocer más del otro, como amigos primero, ¿sí?, respondió Gokú.

"JUGADA DEL DESTINO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora