Capítulo 28

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«Noche de amigos y algo más».

Álvaro.

—Esto no funcionará —Le digo a mi hija.

Se encuentra sentada en mi escritorio, haciendo lo que más le gusta, desastres.

—Si funcionará, papi. —Responde convencida.

Han pasado dos días desde la ultima vez que vi a Ángela, dos tortuosos días en los que seguramente pasó con el doctor de mierda. No me ha dado señales de vida, ni siquiera un texto, nada que involucre hablarme.

Cuando salimos del orfanato aquel día, la dejé en su casa y ni siquiera se despidió, solo besó a Chiara y a mi me dejó a un lado como siempre. Intenté no abrumarla a cómo me lo pidió Nicolás, pero tenerla cerca me vuelve loco. Ese día traía unos vaqueros ajustados, se le marcaba un perfecto culo, lo único que hice, fue fantasear toda la tarde mientras la veía ignorándome.

Chiara, Nicolás y yo, creamos un plan para alejarla del doctor. Esto consiste en acercarme a ella, ser más atento y no abrumarla con mis celos. Pero ella no colabora, hace todo lo posible para alejarse de mi, incluso estuvo a punto de quedarse en otro lugar cuando vio mis intenciones de visitarla. Se que con el regalo de cumpleaños la tendré en bandeja de plata y vulnerable, claro está que no lo hago solo por eso, muy en el fondo quiero que sea algo especial para ella, porque sé que ese lugar significa mucho. La señora Litza se mostró encantada y colaboró con todo lo que pedí. La insoportable de Olivia me ayudó a regañadientes y yo solo espero que el témpano de hielo valore todo lo que estoy haciendo por ella.

Mi hija se encuentra entusiasmada, está convencida en que Ángela se quedará de nuevo en mi casa, y yo como el imbécil que soy, también me estoy creyendo todo esto.

El tema de Judith a mermado un poco, no he sabido nada de ella desde el día que le quite el papel que supuestamente firmé a la fuerza. La obligué a darme el maldito testamento y solo bastaron un par de miradas más, para que cediera. Ellas creen que pueden joderme, pero están equivocadas. Mamá no me quiere dar la cara y papá se muestra ajeno a este tema como siempre.

Claudia ni si quiera se ha sentido en la oficina. La he puesto a trabajar duro para así mantenerla alejada de mi. También es porque tenemos una junta importante en una semana y la necesito activa. La junta será con la marca de perfumes más reconocida de Europa. Ese día mostrare el diseño que cree para su nuevo perfume, pasé tres malditas noches dibujando ese jodido modelo y ahora el resultado me tiene emocionado. No puedo esperar a mostrarlo y se que todos estarán satisfechos con lo que hice, ya que aparte de ser unos de mis modelos más importantes, la empresa de este perfume me está pagando millones por esto.

Todo el diseño es realmente hermoso, no dudé en aceptar la propuesta de Ricardo Miller. Ni siquiera tuvo que insistir, y me alegra que haya recurrido a mi.

Según él, muchas empresas estuvieron lambiéndole las botas para crear su modelo y la publicidad, solo que él decidió por la mejor. La inauguración del nuevo perfume será en quince días, luego de darle el modelo y que ellos firmen los malditos papeles, se llevará a cabo todo esto del diseño y la publicidad. Es necesario mantener los dibujos bajo llave, aún no se siente esto seguro después del "espía" así que me he mantenido al margen.

El solo pensar que alguien pueda perder esos papeles, hace que la cabeza me duela, ya que si en una semana no tengo el diseño, Ricardo optará por otra empresa. La razón de esto es porque le urge lanzar la campaña lo antes posible y está confiado en una de las empresas más poderosas.

—¿Me quieres? —Pregunto de la nada a mi hija, esperanzado por una buena respuesta.

—No.

—Te he dicho que Judith no se casará conmigo, lo dijo solo para molestarte.

Más allá de mi orgullo// EDITANDO.Where stories live. Discover now