Capítulo 31

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«Cumpleaños de Angie».

Ángela.

Me desperezo en la cama intentando buscar más comodidad, pero al dar la vuelta, mi reloj de mesa queda a la vista y me muestra un enorme: «10:14 am». ¡Mierda! La cabeza me duele cuando me siento de golpe en la cama, así que debo quedarme un minuto con los ojos cerrados para mantener el equilibrio. Dormí más de lo que debía, quería salir a trotar y distraerme, pero mis planes han sido truncados por el sueño tan profundo en el que he caído. Maldito dolor de cabeza matutino, solo espero que Alexa tenga un buen café a la mano.

Enciendo mi móvil con la esperanza de ver algún texto o alguna llamada perdida, pero...

Nada.

No hay nada de Álvaro, ni siquiera un texto de Chiara, solo hay dos llamadas perdidas de Galván, un texto de Olivia y notificaciones de Instagram.
Joder, solo a mi se me ocurre pensar que él llamaría, cuando claramente ayer lo dejé botado, le traté mal y lo dejé con una enorme erección. «No seas ilusa, Ángela».

La pantalla del móvil se vuelve a iluminar, esta vez con el nombre de Galván, admito que también me gusta su atención, me alegro que al menos haya pensado en mi, puesto que no me gusta este día y mucho menos las felicitaciones y esas cosas, no me molesta que Galván se haya tomado el tiempo de llamarme.

—¿Hola? —Mi voz se escucha un poco ronca, también intento de no escucharme muy molesta.

Muñeca, hola ¿Estás bien? ¿Te he despertado?

Estoy bien.

Feliz cumpleaños, sabes cuanto te quiero. ¿Estoy perdonado?

El que dijera eso me hizo sentir un poco incómoda, pero no se lo hago saber.

—Estas en observación, pero no quiero hablar de eso.

Vale, hoy no quiero arruinar tu día, sé que te gusta estar sola, así que solo pensé en llevarte a comer a la noche. ¿Quieres?

Claro, quedamos a la noche. ¿Como va tu mañana?

Muy atareada, pero bien.

Vale, luego nos vemos.

Cuelgo sin esperar respuesta, para correr al baño y darme una larga y relajante ducha.

El agua mermó un poco mis preocupaciones, me encuentro satisfecha con la temperatura del agua que cae sobre mi cuerpo, ahora solo pienso en lo que haré el resto de la tarde. Mis cumpleaños desde la muerte de mi padre siempre han sido así; salir a caminar, almorzar con Olivia y pasar la tarde con mamá, nada fuera de lo normal. Tampoco tengo amigos, por eso no hago otros planes.

Al salir del baño hidraté mi cuerpo, mi bálsamo que no puede faltar, cepille mi cabello y me he vestido con una pijama de algodón. Bajo en busca de mi madre, y la encuentro charlando con Alexa en la isla de la cocina, está bebiendo una taza de café y cuando me acerco de inmediato se levanta de la tumbona.

—Mi pequeña bebé, feliz cumpleaños —Ruedo los ojos ante el apodo tan cariñoso—. Te amo.

Me abraza fuerte, besando mi mejilla.

—Hola, pequeña. —Alexa se acerca y le tiendo mis brazos, ella me abraza fuerte y luego me mira—. Feliz cumpleaños.

Asiento.

—¿Hicieron algo especial para el desayuno? Quiero comer hotcakes con mucho sirup.

Me siento en una tumbona.

—Lo que pida la cumpleañera.

—¿Has dormido bien? —Pregunta mamá.

—Sí. ¿Y tú?

Más allá de mi orgullo// EDITANDO.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ