𝕸𝖎 𝖆𝖈𝖔𝖘𝖆𝖉𝖔𝖗 |J.M|

Capítulo 17

Pov Jimin:

Los movimientos de Tn no dejaban de hacerse presentes, estuve casi 15 minutos tratando de conciliar el sueño, pero no podía. Parecía que estaba teniendo una pesadilla; sus ojos estaban llorosos.

La moví un poco tratando que se despertara, pero ella tenía un sueño profundo. Al instante, ella comienza a sollozar en silencio, a lo que me preocupé demasiado.

- Tn, cariño, despierta - sacudí su cuerpo, pero nuevamente no respondió - ¡Tn! - alcé un poco voz para que me escuchara, pero otra vez no; no hubo respuesta.

- Por favor, déjeme ir - sollozaba -

- Tn, despierta - sacudí con más fuerza su cuerpo -

Al momento de haber hecho mi acción, Tn se despierta y se levanta sobresaltada.

- Cielo, ¿Estás bien? - dije preocupado -

- Jimin... - habló ella en un susurro. Su respiración era agitada y su pecho subía y bajaba muy rápido.

- Tuviste un mal sueño - acaricio su mejilla delicadamente -

- Él me quiere llevar - susurró de nuevo -

- ¿Quién te quiere llevar, Tn? - pregunté confuso -

- Ese hombre - me miró asustada -

- Nadie te llevará, yo te protegeré, lo prometo - beso su coronilla -

- No, Jimin, él me... - la interrumpo -

- Yo te protegeré, Tn, aquí nadie te llevará - insistí con mi voz suave, tratando de tranquilizarla -

- Gracias - sus ojos al instante se aguaron -

- No llores, si alguien te toca juro que lo mataré - dije abrazándola -

Un suspiro salió de su parte. Ella responde mi abrazo.

- Ven, vamos a dormir, son las 4 de la madrugada - hablé, tomándola de la cintura y acomodándola en la cama nuevamente -

- De acuerdo - respondió en un susurro y se acomodó -

- No tengas miedo - besé por última vez su coronilla y acerqué su cuerpo contra el mío -

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- Señor, tenemos que tener más hombres, no podemos - habló un sujeto con traje elegante -

- ¿Porqué no pueden? - habló un hombre, bebiendo un vaso de whisky -

- El maldito hijo de puta tiene muchos guardias- su rostro se tornó molesto -

- Pues, entonces pondré más refuerzos - respondió fríamente -

- ¿Entonces hoy a la noche? - frunció el ceño otro hombre -

- Claro que sí, Edgar - lo miró - tiene que pagar por quitarme a mi hijo, mataré a la persona que más quiere, como a mí me lo hizo - se paró bruscamente del sillón y caminó hasta el escritorio -

- Es un maldito desgraciado, siempre lo fue - habló Edgar, que se encontraba al lado de la puerta, sentado en el otro sillón -

- Ve a llamar a los otros y armen todo para hoy, quiero que pague - dijo enojado -

- Si, señor Jeon - hizo una reverencia y salió del cuarto -

- Y tú, quiero que vigiles cada segundo la casa, si ves algo raro me avisas - lo miró fijamente y el asintió con la cabeza -

El hombre de traje elegante se marchó, sin dejar antes una reverencia al señor Jeon.

Pov Tn: