Capítulo 5

5.4K 254 3
                                    

Evie.

El balón que se había escapado venía en dirección a nuestros rostros, seguro que un golpe nos causaría un gran daño y unas enormes heridas. En un rápido movimiento me levanto de la grada y lo atrapo evitando un gran golpe.

La gente nos mira hacia donde estamos Sarah y yo, algo asombrados al igual que los jugadores, y rápidamente viene uno de ellos.

—Wow, increíble recepción.

Le sonrío levemente y le lanzo el balón para que lo tome.

—Gracias. —Le contesto y me giro con intención de volver con Sarah a sentarme pero su voz me interrumpe.

—¿Cómo lo hiciste?

—¿Perdón? —Le digo confusa.

—Osea, ¿has jugado antes? Fue muy bueno eso.

—En mis ratos libres... un poco. —Digo rascando mi nuca con algo de timidez.

—Wow... —Dice el chaval en un suspiro. —Lo haces genial, ¿donde jugabas?

—En... en el arrabal.

Su rostro cambia, arruga levemente las cejas y une sus labios para guardar silencio. Se queda pensativo por unos segundos mientras me echa un vistazo de arriba a abajo.

—Eres buena.

Tras decir eso se marcha. Vuelvo a mi sitio y me siento con Sarah quien me mira con su boca abierta.

—¡Wow! ¿¡Que fue eso!?

—¿El que? —Digo riendo.

—¿La recepción? ¿Tu nuevo ligue? No sé, ¡todo!

Ella me mira nerviosa y comienza a hablar como un papagayo, es increíble lo mucho que habla esta chica y la energía que tiene en su cuerpo.

—Osea, sólo evité un golpe. Y no... no ligamos... —La digo riendo levemente.

—Un poquito. —Dice y niego con la cabeza. —Que si, Evie.

—Que no, Sarah.

Seguimos charlando mientras veo como varias miradas van en nuestra dirección de vez en cuando, pero decido ignorarlas porque será lo mejor.

Suena el timbre y volvemos a las clases durante toda la mañana. Conozco así a dos profesores más y también el funcionamiento de este nuevo instituto. Se nota que es algo más estricto que el anterior al que asistía.

Al acabar la mañana me despido de Sarah. En la distancia veo como una camioneta negra la recoge, su hermano va al volante. De él percibo un aire de pasotismo grandioso, parece que no le importa nada y siempre tiene cara de pocos amigos. Por un momento nuestras miradas chocan, pero tras lo del otro día decido retirarla y no darle nada de atención.

—Evie.

La voz de Asher hace que salga de mis pensamientos. Camino hacia el, que ya no viste con su ropa de enterramiento pero carga una mochila que debe contener esta.

—Estoy lista, podemos irnos.

Nos vamos caminando y por varios minutos ambos nos mantenemos en silencio. En el fondo soy una persona que odia los momentos en silencio, y ese silencio cada vez era más tenso porque tenía ganas de preguntarle por mi nueva amiga, asi que me decidí y sin pensarlo suelto:

—¿Cómo es Sarah Cameron? —Le miro y carraspeo mi garganta. —Es decir, la conocí y me da buenas vibras, pero quizás tu la conoces... más.

—Es buena tía.

Let me go || Rafe CameronМесто, где живут истории. Откройте их для себя