Capítulo 23

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Evie.

Cuando volvimos a la isla, mientras que los chicos estaban atracando el bote al muelle me alejé un paso bastante rápido de ellos. No tenía ganas de hablar con nadie, sinceramente estaba bastante disgustada con todo lo que había ocurrido. Y es que me ponía de muy mal humor y a la vez me llenaba de tristeza el comportamiento que estaban teniendo últimamente JJ y Kiara.

Evidentemente todos iban detrás de mí, pero la distancia entre nosotros era notable, ya que había comenzado a caminar mucho antes que ellos.

Sentía que en ese momento nada estaba yendo bien, tenía un pequeño nudo en la garganta que hacía que prácticamente ni siquiera escuchara la gente a mi alrededor. Solo escuchaba un leve pitido y las voces de JJ y Kiara repitiendo la conversación en mi cabeza.

A lo lejos, en un chiringuito junto a la playa de ver una figura que reconocía la perfección, Rafe. En ese preciso momento se estaba marchando, y se dirigía a su moto que estaba estacionada a ciertos metros de la playa. No sé por qué, pero mi mente decide que debo aumentar el ritmo de mis pasos para llegar a él antes de que se pudiera marchar.

—¡Rafe! —Decidí gritar finalmente para llamar la atención del rubio.

Él se quita el casco de la moto y se gira en mi dirección. La verdad es que su rostro parecía algo confuso, supongo que no se esperaba de mi llamada de atención.

—Ey, ¿que haces aquí?

—Yo... ¿me podrías llevar a casa? No...

Suspiro. El de nuevo muestra una expresión de confusión, y asiente, acto seguido extiende sus brazos ofreciéndome el casco.

Sin embargo no llego a alcanzar el casco debido a que la voz de Kiara hace que me detenga en seco. La manera en la que grita mi nombre hace que por un momento sienta miedo.

—¿Que demonios, Evie? —Pregunta Kie.

Me giro para mirarles. Estan JJ y ella algo más adelante, y a ciertos pasos se encuentran John B y Pope.

—No me encuentro bien. Me quiero ir a casa. —Murmuro a mis amigos.

—¿Por qué no has esperado para que te acompañemos? —Pregunta JJ.

—Eso, ¿por qué con el?

Contemplo la situación: al frente mis amigos, con quienes últimamente me estaba sintiendo como un pez fuera del agua, y detrás de mí, Rafe: una de las personas que había logrado hacerme cambiar de parecer sobre mi opinión respecto a los kooks. Y que, sin saber de qué manera últimamente había logrado hacerme sentir increíblemente cómoda con el.

Mientras que el rubia y la morena me miran con ansias para que responda de una vez por todas, noto como una mano se posa sobre mi hombro.

—¿Acaso no la habéis oído? Dijo que no se encuentra bien, y solo la estáis agobiando más. —Dice Rafe a mi espalda.

La expresión de JJ se endurece notablemente: —Tú qué sabrás sobre ella, si no la conoces de nada.

—Alomejor la conozco más de lo que tú piensas.

Ambos estaban comenzando a enfadarse. Ya no solo por la típica rivalidad entre kooks y pogues, ahora por su alto ego y por qué no decirlo, también por mí, como si se tratara de dos machos alfa.

—Lo siento, lo siento de verdad, pero hoy no me he sentido del todo bien después de la discusión, así que me quiero marchar. —Les digo a mis amigos.

Puedo ver cómo John B y Pope suspiran y asiente con la cabeza, sé que ellos sí que me entienden. Por el contrario, Kiara y JJ se muestran algo enfadados o incluso disgustados con mi elección, y por su parte el rubio se gira sin decir nada y se aleja de la situación a paso rápido.

—Vámonos J. —Dice la morena.

Los miro mientras se giran marchándose, me da lástima la situación, pero estoy harta de los comportamientos que tienen últimamente. Llevo mi mirada a John B y Pope, y me hacen un gesto con la mano para que me marche. Sé que para ellos no es algo tan grave, pero hay algo dentro de mi que no me hace estar del todo tranquila.

De nuevo me posiciono frente a Rafe, esta vez sí que tomo el casco y cuando él se sube a la moto, me subo yo detrás de él. Agradezco que no me haga ni una sola pregunta por que ahora mismo el nudo que tengo en mi garganta, no me dejarías hablar.

Me paso el viaje aferrada a su cuerpo, apoyando levemente mi cabeza sobre su espalda. Solamente noto la brisa rozar contra mi cuerpo, mientras que mi mente está recreando una y otra vez la discusión. Ojalá poder olvidarla rápidamente.

Cuando la moto se detiene, me doy cuenta de que no estamos en mi casa. Estamos en una pequeña colina que nos permite ver Figure Eight teñida de colores anaranjados por el atardecer.

—¿Qué es este lugar? —Digo quitándome el casco.

—Creí que merecías un descanso mental. Yo aquí vengo cuando necesito alejarme de mi pa... —Se detiene. —de todo, en general.

Asiento y una sonrisa brota en mis labios. Nunca me pude imaginar este lado de Rafe, quien lo diría.

Doy un par de pasos hacia el frente y noto como el me sigue, pero manteniendo la distancia cuidadosamente.

—Em... ¿estas bien? —Dice algo cortado, cuando le miro veo como rasca su nuca con algo de nervios.

—Bueno, no lo sé. —Digo encogiéndome de hombros.  —Últimamente siento que les pierdo... ósea, a mis amigos... y no sé qué hacer. Pero es que ellos sólo se comportan mal.

Él me mira y siento como comprende todo a la perfección. Como si con una mirada pudiera darme todo el apoyo que llevo necesitando las últimas semanas.

—Llevo cómo el último mes discutiendo sin parar con JJ. Continuamente y luego lo arreglamos y luego nos enfadamos y así. Y estoy agotada, y creo que él también.

—Yo no puedo decirte mucho sobre el, porque le veo como un idiota. —Cuando dice eso le miro y le doy un leve codazo. —Pero no merecéis estar en esa situación, ninguno.

—Lo sé.

—Tomate un tiempo para ti, reflexiona y piensa que es lo que quieres en tu vida.

—Wow, qué profundo, Rafe. —Digo en una leve carcajada y le hago reír.

—Si, a veces sale mi lado filosófico, sin siquiera yo saberlo. —Ríe el también.

Nos miramos mutuamente, y ambos nos damos una sonrisa el uno al otro. Y en ese momento, el sol termina de esconderse, dejando la zona iluminada por una leve luz tenue.

—Creo que deberíamos irnos. —Dice el cortando el silencio que ha surgido justo después.

Asiento sin decir nada y camino hacia la moto. De nuevo él se monta primero y después yo. Y en cuestión de pocos minutos llegamos a la puerta de mi casa.

Al llegar me quito el casco y se le ofrezco para que se lo ponga el.

—Muchas gracias, has logrado que no me vaya tan triste a la cama. —Digo con ironía y rio.

El suelta una leve carcajada: —Me alegro.

—Hasta otra, Rafe.

El levanta su mano a modo de despedida y me giro para abrir la puerta, pero su voz diciendo mi nombre hace que me detenga.

Me giro extrañada, y al voltearme el ha detenido la moto y ya no está montado en ella. Camina rápidamente hacia mí y sin previo aviso noto como una de sus manos está colocada sobre mi cuello y de una manera rápida sus labios atrapan los míos. Aunque me pilla algo desprevenida, es algo que mi subconsciente llevaba esperando desde la noche de la fiesta en casa de Luke, así que pronto actúo como debe ser y sigo el beso sin titubear. Mis manos viajan solas hasta su espalda y me aferro a su cuerpo sin detener el beso.

Sin duda, es un beso que esperaba aunque no sé si ha sido lo mejor decisión si quiero seguir siendo amiga de los pogues.

***

Espero que les haya gustado ❤️

Intentaré no desaparecer durante mucho tiempo, pero tengo próximamente mis exámenes finales de la universidad 😭. Así que aguanten con paciencia, que ese beso ha sido solo al principio.

Let me go || Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora