Capítulo 15

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Evie.

Había pasado todo el día anterior pensando tanto en Rafe como en JJ. Mi corazón estaba sollozando, dolía demasiado y no sabía por quién me estaba doliendo más. Si por JJ, mi amigo de toda la vida, o por haber alejado a Rafe de mi vida en un mal momento para el. Era un sentimiento de culpa.

—¡Evie!

Sarah me hace salir del trance. Llevaba toda la mañana en clase perdida en las nubes, pensando en qué hacer con la situación.

—¿Si? —Digo mirándola.

—Se acabó la clase.

Miro hacia mis lados y quedan muy pocos alumnos en el aula. Recojo todo rápidamente y salimos del instituto para esperar a Asher en la puerta.

—Te tengo que contar algo. —Me dice sonriente.

—¡Sarah! —La voz de Rafe hace que nos giremos, ha venido a recogerla en su camioneta.

—¡Voy! —Le grita. —Rafe al fin volvió a casa. Es genial ¿no? —Dice sonriente.

—Si, lo es. —Sonrio.

Cuando ella se va me quedo embobada mirándole hasta que ambos se alejan en el coche. Sigo esperando a Asher durante unos diez minutos y finalmente me canso de esperar. Tras dos llamadas tampoco recibo respuesta alguna de su teléfono.

—Imbecil. —Murmuro en bajo.

Cuando estoy a punto de irme un coche para enfrente de mi. La ventanilla del conductor se baja y puedo ver uno de los jugadores de rugby del equipo de Asher.

—Sube al coche.

—¿Perdón? —Digo riéndome levemente. —¿Por que iba a hacer yo eso?

—Ey. —Grita Asher desde el asiento del copiloto. —Sube, que nos hemos retrasado en el entrenamiento.

Pongo mis ojos en blanco y subo al coche. Ellos comienzan a hablar de cosas del entrenamiento y no les presto mucha atención hasta que llegamos.

—Hasta mañana Luke. —Le dice Asher.

—Adios tio. —Le contesta.

Asher sale del coche y yo también, pero antes de irnos el chico baja la ventanilla y grita mi nombre.

—Evie. —Dice el chico a mis espaldas. —¿Quedamos un día?

Le miro y suelto una risa fanfarrona: —Me lo pensaré.

—Me conformo con eso. —Dice y después se marcha a su casa.

Me voy hacia mi casa sin parar de reír. No sé que tienen los kooks pero desde que llegué a Figure Eight bastantes han intentado ligar conmigo. Y no se dan cuenta de que ninguno de ellos es mi tipo.

Al llegar a casa nos dirigimos a la cocina. Amelia no está, pero la comida está preparada para que ambos comamos.

—Creo que mi amigo estaba ligando contigo. —Dice Ash riendo.

—Lo se, aunque no conseguirá nada.

—¿No? —Dice mirándome y lleva una cucharada de comida a su boca.

—No.

—Oh Evie... podrías darle una oportunidad.

Miro a Asher y arqueo mi ceja mirándole: —¿Y este interés? —Río levemente.

—Oh, nada nada.

—Asher... —Le señalo con mi dedo.

—No dije nada, ¿si? —Rie. —Mis labios estan cerrados.

No hablamos nada mas sobre ese tema porque sé que el no me dirá nada.

Pasada media tarde decido salir a correr. Mi cabeza aun está demasiado perdida... únicamente doy vueltas a lo ocurrido el día de la fiesta y no sabía cómo actuar. Yo siempre había tenido las ideas claras sobre las decisiones que debo tomar y en que momento, pero esta vez mi cabeza y mi corazón estaban en una extraña lucha en la que sólo hacía que yo estuviera muy confusa.

Correr era lo único que me distraería ya que el temporal no era muy agradable para ir a la playa a hacer surf.

Mientras troto por la isla paso por el arrabal y en una de las calles veo una bicicleta que es muy familiar para mi y hace que una carcajada salga de mis labios. Enfrente de la casa de John B está la bicicleta de Sarah, y si ambos están ahí... alguna razón debería de ser.

Decido seguir corriendo hasta el sur, voy hacia el parque de caravanas porque fue ahí donde vi a Rafe por última vez. Sinceramente, no se si tenía mas ganas de verle que de no verle. Porque si estaba allí eso significaría que estaba ahogando sus penas en sustancias ilegales. Al llegar me paro en una distancia bastante prudente, y veo como no hay rastro ni de su coche o moto.

Hasta que suena el motor de ella.

Giro mi cuerpo sobre mis talones y veo como el esta montado sobre la moto cada vez mas cerca, con Barry siguiéndole.

—¿Que haces aquí, pogue? —Dice Barry. —O debería decir... kook.

—Nada.

—¿Nada? Algo querrás, guapa. —Dice en un tono burlesco.

—Quería hablar contigo. —Digo ignorando completamente a Barry y miro a Rafe.

—Vete. —Le dice Rafe a su "amigo".

Sonrió levemente de manera en que Barry me mira y así pueda meterse sus palabras burlescas por el culo. Antes de que Barry se vaya Rafe le lanza una pequeña bolsa pero no puedo ver que contiene, solo ruedo mis ojos y miro a otro lado mientras Barry se va.

—Móntate y nos vamos de aqui. —Dice dándome su casco.

—Gracias. —Murmuro.

No digo nada más y me pongo el casco después de subir en la parte trasera de la moto. Me agarro fuertemente a su cuerpo y a mucha velocidad salimos de la zona de las caravanas.

Rafe me lleva hasta Figure Eight, y estaciona su moto en una calle bastante cercana a mi casa.

—Habla. —Dice algo serio.

—Rafe, yo llevo pensándolo estos dias y quería pedirte perdón por mi comportamiento el otro día.

Mis palabras le pillan desprevenido porque su rostro cambia genuinamente a uno de sorpresa y algo de alegría.

—Y también quería decirte que me alegro de que estes de nuevo en tu casa... —Le miro. —Espero que todo esté tranquilo allí.

—Pues... gracias supongo. —Dice volviendo a un tono de leve seriedad.

Nos quedamos unos segundos en silencio. No se que decir así que dejo su casco sobre la moto de manera nerviosa y el lo toma con sus manos.

—Me alegra de que se haya solucionado todo. —Dice tranquilamente.

—Y yo, Rafe.

—Debo irme, tengo que ayudar a mi padre. —Dice poniéndose el casco de nuevo.

—Nos vemos pronto.

—Adios, Evie.

Después de eso se monta en su moto y se pierde por las calles de la ciudad y yo, simplemente me quedo mirando y viendo cómo su figura desaparece entre ellas...

Let me go || Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora