¡Papá! ||| KookTae

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—JungKook... —hablo, haciéndole saber de su presencia a su hijo.

—¿Mm? —respondio vagamente, sin quitar sus manos de su cara.

—¿Qué ha pasado? ¿Estás bien, cariño?

JungKook bufo, no en acción de molestia, sino más bien de tratar de controlar sus tracioneras lágrimas. Hoy ya había llorado mucho, tal vez más de lo que alguna vez lo había hecho en su vida y ya no debía permitírselo.

—Estoy bien —su voz ronca gracias al llanto no lo hacía más creíble—... Así que problemas en los pulmones, ¿no? —solto una risita—¿Cuándo pensaban decírmelo? ¿Cuándo él muriera y me tuvieras que llamar para avisarme?

No quería bajar la cabeza ante su hijo pero fue inevitable, su arrepentimiento y culpa era mayor que su orgullo en estos momentos. Fue hasta hoy que lo vio, gracias a haber respondido por mero presentimiento la llamada de su hijo, que se daba cuenta lo mal que estuvieron su esposo y ella al ocultarle algo tan delicado e importante a JungKook.

—Hijo, dejame explicarte...

—¿Explicarme qué? —por fin levantó su mirada, está siendo tan imponente y fuerte que hasta su madre se sintió intimidada por un momento— Lleva casi seis meses así, con unos malditos problemas de pulmones sin tratar porque no tienen el dinero para los medicamentos, así qué, ¿qué me vas a explicar?

—Tu padre no quería-

—¿No quería preocuparme? ¿No quería mi dinero? —completo la oración con recelo— No me vengan con esas tonterías, no ahora, por favor. ¿Cómo es que no quiere mi dinero cuando está enfermo, pero si para cosas inútiles que él quería? Su carro, su tabaco... Para eso sí me quiere, pero para esto no.

SeonMin se sintió un poco atacada con esto, pero sin poder decir nada a su favor al estar frente la verdad.

—Kook, cálmate —ordeno en el impulso de sentirse atacada, sin esperar la mirada fulminate que su hijo le dió.

—No me pidas que me calme cuando me están haciendo exactamente lo que ella me hizo, no me lo pidas —dijo esta vez ya molesto, con la voz medio rota.

"¿Lo que ella me hizo?" Acaso... ¿Hablaba de su difunta nuera? Ante este argumento cruel y crudo de su hijo, SeonMin ya no pudo decir más ni siquiera por impulso, ya que, con tan solo pensarlo unos momentos pudo darse cuenta que era verdad.

—Ella me hizo esto, decirme que estaba enferma casi después de enterarse que la posibilidad de una cura era mínima, ¿qué esperanza me dejó eso a mí? —su voz se quebró— Primero mi esposa, ahora mi padre, ¿es en serio?

JungKook estaba consternado, no podía asimilar lo que pasaba a su alrededor con claridad. Su vida, hace casi cuatro meses, había dado un giro de ciento ochenta grados con la llegada de TaeHyung y con esto, todo de lo que ahora como adulto se arrepiente, para después venir a la casa de sus padres y darse cuenta que su padre, aquel hombre que si bien no fue el mejor progenitor durante su adolescencia, aún seguía amando como desde el inicio, estaba enfermo de cierta gravedad de los pulmones. ¿Por qué? ¿Por qué todas estás situaciones se estaban juntando?

Él había ido en busca de un refugio, pero lo único que encontró fue más tormenta.

—Perdón hijo, perdón... —hablo en voz bajita, mirando los oscuros ojos de su hijo.

Y JungKook solo la miro de reojo. Hace unos momentos su padre se había disculpado, ahora era su preciada madre quien lo hacía; no sabía cómo reaccionar en estos momentos, se sentía tan congestionado.

—Da igual ya —su tono tomo desgano—. De ahora en adelante aceptarán mi dinero, ¿está bien? —alerto, en su cara viéndose lo molesto que estaba.