¡Papá! ||| KookTae

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Por muchas ganas que ambos hubieran tenido sobre que el niñero se quedará, una vez más, a dormir en su casa, los dos sabían que él tenía un hogar -aunque solitario- a dónde regresar, lamentablemente.

Durante el camino no hablaron mucho, se mantuvieron en un cómodo silencio que se opacaba de vez en cuando por las respiraciones de ambos, que sonaban un poco pesadas, con algo de tensión en sus inhalaciones. Después de salir por la puerta del hogar de los Jeon, no pasó mucho tampoco, pero por alguna razón el aire se sentía con un poco tensión encima de ellos, y lo peor era que, al menos TaeHyung, podía decir que eran dos tipos de tensión diferentes.
La primera: tensión de besarse. Dios, TaeHyung estaba tan seguro que sí se descuidaba un pequeño segundo, él ya estaría arriba de JungKook y... Perdonen, mencionaba que el niñero tiene veintiséis años y sus hormonas todavía están con vida, así que es un poco inevitable que sus pensamientos no tomen otro rumbo de vez en cuando.
Siguiendo con el tema, la segunda: JungKook no iba a volver a casa, al menos no por las próximas horas, o eso presentía TaeHyung. No había pasado nada en particular para que su intuición se lo dijera, pero era algo ansioso, por lo que ver por el rabillo del ojo como le mando un mensaje a alguna persona cuando cerró su hogar con llave, no le parecía lo más normal del mundo, y es más, le parecía muy sospechoso aquel movimento.

Sin embargo, no dijo nada.

TaeHyung ya no estaba aquí para ponerle una piedra en el camino a JungKook, estaba aquí para caminar a su lado mientras ignoran los pequeños baches y obstáculos que tenga el camino; él ya no quería ser un obstáculo para JungKook.

Debido a que el departamento de TaeHyung no está demasiado lejos del hogar de JungKook, llegaron después de unos diez minutos de subirse en el coche, en los cuales se mantuvieron en silencio disfrutando de la compañía del otro sin que sean necesarias las palabras. Cuando llegaron al complejo de departamentos en dónde él niñero vivía, JungKook insistió en acompañarlo hasta el final de su camino, por lo que ahora estaban en cierta situación... Comprometedora, que no sabían muy bien cómo habían llegado a tal punto.

TaeHyung estaba apoyando su espalda contra la puerta de su departamento, viendo ligeramente hacia arriba gracias a qué tenía el cuerpo de JungKook acorralandolo con suavidad contra la puerta, sus pechos estaban juntos y sus rostros estaban mínimamente separados. Ciertamente, que lo acompañara hasta el final de su camino no tenía porque haber acabado de esa manera, pero entre risitas coquetas y comentarios atrevidos de parte de TaeHyung, es que terminaron en esta posición, siendo la noche el único testigo de lo que estaba pasando en ese pasillo.

-... ¿JungKook? -se atrevió a hablar en susurro, mirando con atención como Jeon no dejaba de mirarlo y, también pudo notar como su mirada se desvío hacia sus labios cuando habló.

Sus mejillas se sonrojaron ante esto. No sabía que estaba pasando ni que iba a pasar a continuación, pero lo único que si podía decir con certeza era que estaba de acuerdo con lo que sea que pasará.
Durante los meses en los que estaba bastante herido y enojado con Jungkook, también lo estaba consigo mismo, ya que no podía entender como es que sentía esa clase de sentimientos negativos hacia la misma persona que le atraía tanto, le parecía tan contradictorio que siempre terminaba en un caos mental cada vez que él llegaba a su mente.

Había amor y odio al mismo tiempo, lo cual era bastante desgastante para él.

Era una constante lucha entre el JungKook del pasado y el JungKook del presente, cada quien peleando por ver com quién se quedaba con TaeHyung y hoy, bajo la luz de la luna, que le brindaba cierto resplandor al rostro de Jeon, es que podía decir una y mil veces que prefería a este JungKook, al actual que decidía seguir adelante a pesar de que el destino le había puesto uno y mil obstáculos para que no lo hiciera.