| | | 35 | | |

6.3K 766 192
                                    

El desayuno había sido delicioso y afortunadamente también fue amigable y tranquilo, siendo un buen recuerdo para todos los presentes. También, este momento ayudo a que SooBin ya no se sintiera tan desconfiado, de nuevo, intentaba acercarse poco a poco a su niñero, temiendo alguna reacción que denotará alguna intención de abandonarlo; parecía como un pequeño gatito intentando acostumbrarse a su nuevo hogar, o en este caso, a su Hyung.

-¿Hoy no irá a la escuela? -preguntó al sentarse en el sofá, después de estar jugando un rato con el pequeño niño.

Estaba consciente que la hora de entrada del pequeño ya había pasado por mucho, pero quería asegurarse.

JungKook negó silenciosamente. Creía que si él, siendo un adulto, necesitaba un buen descanso tanto físico como emocional después del tormentoso día de ayer, un niño pequeño como SooBin lo iba a necesitar aún más. Aparte de eso, estaba seguro que su hijo realmente no deseaba ir al jardín de niños y, al menos por el día de hoy, despegarse de su padre.

TaeHyung pareció comprender en silencio sus razones, así que ambos se mantuvieron en silencio hasta que JungKook rompió el muro de hielo que había crecido a su alrededor.

-¿Crees que sea buena idea sacarlo a jugar? -le preguntó en voz baja a TaeHyung, mientras ambos observaban a SooBin jugar con sus juguetes.

-Uh... -su mirada se desvió de SooBin a su padre, y de nuevo la regreso hacia el niño, pensando en que decir-¿Tal vez, podría ser bueno? Dudo que se niegue a salir, pero, ¿por qué lo dudas? -preguntó, curioso.

-Ayer debió de ser casi traumante para él -soltó un largo suspiro-, no sé si este bien llevarlo al parque.

-Mmh... Con que esté contigo, él será feliz, JungKook -dijo y lo miró de reojo, antes de regresar su mirada al niño-. Realmente, creo que solo quiere pasar tiempo contigo, no importa en dónde o cómo.

JungKook se apoyó en el respaldo el sofá a la vez que se cruzaba de brazos en un posición cómoda, sintiéndose de repente cohibido por la dulce verdad que el niñero estaba diciendo. Su mirada obsidiana se posó en su hijo, viéndolo jugar tan tranquilo con sus juguetes mientras interpretaban algún plan militar que imaginaba, sin sentir que su niño tuviera verdaderas ganas de salir a jugar afuera. Gracias a sus pensamientos, dudó aún más de quererlo sacar de su burbuja para salir al exterior, en donde seguramente no quiera volver a ir después de lo que paso, al menos por ahora.

Aún así, decidió saber la preferencia de su hijo por su propia boca.

-Binnie -llamó su atención, y de inmediato tenía la atención de su hijo puesta en él-, ¿quieres ir al parque a jugar?

El pequeño pensó en esa posibilidad, sin parecerle demasiado atrayente. Ahorita mismo, lo que más deseaba era estar con su papá, no con niños desconocidos jugando a las escondidas, así que, con un pucherito en sus labios, SooBin negó a la propuesta de su padre. Realmente estaba cómodo estando en casa junto a él.

-Esta bien, Binnie, vuelve a jugar -le dijo con una sonrisa, para alentarlo a volver al juego.

SooBin asintió y tampoco le tomo mucha importancia, así que volvió a su juego con el capitán malvavisco, sin prestarle mucha atención a lo que los adultos detrás de él estaban murmurando.

-De igual manera, tengo que salir -JungKook suspiró, sintiéndose desanimado para salir a la calle.

Lo cierto es que, al ser un día entre semana, también se sentía extraño, casi desanimado, de estar casa en días laborales. No sabía cómo pasar tanto tiempo en su hogar, ya que los únicos días de descanso que tenía a la semana solo eran dos, los cuales era fácil entretenerse al poder dividir las actividades entretenidas en dos días, pero ahora que tenía una semana de "vacaciones" no sabía qué hacer cpn tanto tiempo disponible en casa pero, si su hijo no encontraba las ganas de salir, él tampoco veía el chiste de hacerlo, sin embargo, él tenía que estar al tanto de su salud, así que tenía ir sí o sí por su medicina o, definitivamente, iba a tener un regaño masivo por parte de YoonGi.

¡Papá! ||| KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora