Capítulo 2

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Todos en la ToMan podían ver lo distraído que estaba su vice-capitán en la reunión, Mikey no pudo soportarlo y paro la reunión, llamo a todos a una reunión privada de capitanes y vice-capitán.

-Draken, escupelo ya- el capitán ya se estaba impacientando.

-Vale, vale, conocí a una chica y creo que me gusta- el chico rasco su nuca alco avergonzado.

Todos estaba en shock, siempre pensaron que Darken terminaría con Emma, la hermana de su capitán y no con una chica la cual nunca habían conocido y hasta hora ni sabían de su existencia. Mikey era el más afectado en eso, ¿Como se lo diría a su hermana?.

-Espera vaquero, ¿De donde la conoces?- preguntó Mitsuya.

-Del hospital en el que me internaron.

-¿Es guapa?- preguntó Baji, ganándose una codazo por parte de su amigo.

-Yo...creo que es la chica mas hermosa que he visto.

Nadie se esperaba esa respuesta por su parte porque realmente siempre pensaron que él estaba enamorado de Emma. El pensamiento de todos fue interrumpido por el sonido del móvil de Draken

–¿Diga?– respondió Draken.

–¡Adivina! ¡Me dieron de alta en el hospital, ya me puedo ir a casa!

–Ou, ¿Quieres que te lleve a casa?

–¿No es mucha molestia?

–Claro que no, ¿Te llevo algo de camino?

–mmmm, contigo me vale y me sobra

Las mejillas de aquel chico se tiñeron de un rubor plaido mientras todos lo observaban, jamás vieron esa faceta de el.

– Entonces ya voy

–Aqui te esperaré

Colgó el teléfono y se fue corriendo hacia su moto. Definitivamente todos habían confirmado el grado de enamoramiento del chico hacia la chica misteriosa, jamás había salido corriendo de una reunión así.

–¡Dispersen se!– grito Mikey, nadie iba a desperdiciar la oportunidad de conocer a la domadora de aquella bestia.

[...]

Mirabas tu vestido blanco, mientras esperabas a tu chófer, ajustaste un poco tu pelo y arreglaste tu ropa para asegurar que estabas decente. Miraste a ambos lados mientras esperabas, tu corazón latía a mil cuando escuchaste el sonido de una moto y lo viste aparcar delante de ti. Se veía tan guapo con su uniforme.

–¡Viniste!– saltaste a sus brazos como impulso –por un momento pensé que me harías volver a casa a pie.

–Eso jamás, vamos sube– apunto atrás de la moto.

Al subir te agarraste de los bordes de la moto, no querías incomodar a Draken al conducir pero el aceleró un poco echándote para adelante que por reflejo lo abrazaras, seguro parecías un tomate ahora mismo como Draken.

–Es...para que no te caigas.

–Si...– apollaste tu cabeza en su enorme espalda sintiéndote protegida.

Aquel muchacho del tatuaje aceleró a toda velocidad hacia tu casa, entre vuestras tantas charlas le habías comentado donde vivías así que se lo memorizo por si algo como esto pasaba. Sentiste el viento en tu cara, por primera vez, hizo que olvidadaras todos los problemas que cargabas y te sentías...libre, tan feliz al lado del pelirubio que habías conocido hace unos meses, sentías las mariposas, no parabas de pensar en el, en sus ojos negros y su pelo largo y sedoso, su increíble estatura que te hacía parecer una niña pequeña a su lado, sus manos con algunas cicatrices por sus incontables peleas pero igualmente suaves y su forma de ser, un gran escuchador y aportaba en los momentos justos, era un hombre perfecto. Simplemente perfecto como tu abuela había descrito el enamorarse.

–Llegamos.

–Gracias, ¿Quieres pasar y dormir aquí? Ya es muy tarde– levantaste el felpudo debajo de la puerta y agarraste la llave que había ahí.

–¿No es mucha molestia? Digo tus padres podrían enfadarse– trato de excusasre Draken mientras veía como abrías tu casa.

–Ellos están de viaje, en un lugar muy lejano– abriste la puerta –¿Vas a dejar a una persona recién recuperada sola en su casa?.

–Tch, está bien– sonreíste al escuchar esto y pasate primero, de camino a entrar no pudo evitar mirar al jardín que había rodeando tu casa y vio las flores que te había regalado plantadas ahí. Dios, ¿Como no enamorarse de una chica así?.

–Con permiso, veo que pantaste las flores que te di– comento mientras se quitaba los zapatos.

–Si, se lo pedí a mi tía, aunque ella no sabe nada de gardineria– colgaste la llave en una percha y tiraste tu bolso a un costado –¿Cenaste ya?

–Si, ¿Y tu?.

–Comida de hospital, puaj– hiciste una mueca –el baño está ahí por si quieres ir o darte una ducha te puedo prestar ropa.

–No gracias.

Os quedasteis un rato charlando y peleando por quién dormiría en la cama, porque nadie quería ceder ante dormir en el sofá.

–Yo soy la dueña, mi casa mis reglas, así que yo duermo en el sofá y tu en la cama.

–Pero yo soy el invitado y tengo el derecho de elegir donde dormir, así que elijo el sofa.

–¡El que paga la renta de esta casa soy yo así que yo mando, a la cama!

–¿¡Qué tipo de dejenerado mental deja a una chica recién salida del hospital dormir en un sofá!?

[...]

–Habré perdido la batalla esta vez, pero la próxima ganare– dijiste mientras veías a Draken tumbado en el sofá

Inetnaste moverlo, con las manos o empujándolo con los pies pero no funcionaba con tus brazos de pollo y su gran tamaño.

–Ya vete a dormir, dramática– lo miraste fulminante antes de darte la vuelta con enfado.

Ahí es cuando se atrevió a cerrar los ojos y dormir un rato pero un ruido en la ventana hizo que volviera a abrir los ojos y mirar hacia ducha ventana viendo a sus amigos pandilleros que lo saludaban. El se levantó con una sonrisa y se dirigió hacia ellos para después...cerrar la persiana no sin antes dedicar unas cuantas palabras de amor.

–Vallanse a la mierda.

Curame [Draken x male reader]Where stories live. Discover now