03. Confrontación y Toga

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—Todos me aman y eso te duele

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—Todos me aman y eso te duele. —culminó el de piercings para acercarse más al albino.

—¿Ah sí? Entonces ¿Por qué yo no?

—¿Lo probamos?

Claro que esa era un invitación en doble sentido para Tomura.

—¿Quieres que te desintegre la cara?

—Nah, solo lo decía para ver tu expresión... Desde que quitaste esa mano de tu rostro, chico mano, las mujeres babean por ti.

—Cállate.

La tensión es palpable entre esos dos cuerpos y la gente a su alrededor lo  sabe; no tienen idea de lo que paso el día de ayer cuando se fueron los dos, pero si saben que las cosas se podrían algo calientes por su nula incomodidad marcada en sus r...

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La tensión es palpable entre esos dos cuerpos y la gente a su alrededor lo  sabe; no tienen idea de lo que paso el día de ayer cuando se fueron los dos, pero si saben que las cosas se podrían algo calientes por su nula incomodidad marcada en sus rostros.

Shigaraki tenía un bella coleta alta dejando unos mechones sueltos que caían por su frente, como si de un cerquillo se tratase.

Dabi por su lado esa misma tarde había presumido su nuevo piercing en su lengua y estaba retando a Tomura a quien sabe que.

O más bien tentando...

Nadie, por respeto y miedo, se había sentado en la silla al lado del albino pero al pelinegro eso le importa una mierda y tomo asiento volteando la misma para acercarse un poco —demasiado— a su líder, no respetando el espacio personal del mismo.

—Aléjate engrapadora andante antes de que quedes peor de lo que ya estás —amenazó el ojirubí apoyando su rostro en su palma izquierda mientras se llevaba el extracto de uva a su boca dejando caer algunas gotas por las comisuras de sus labios.

Imagen malditamente suculenta, según el pelinegro que estaba a su lado pasando su lengua por su labio superior.

—Oh, vamos, cara de trapo ni que fuera tan malo. —culminó bajando su rostro hacia el cuello del albino y depositar un beso absorbiendo la escencia que se resbalaba por el cuello blanquecino y maltratado.

Un beso que no fue interrumpido para nada por el albino y en su lugar solo cerro sus ojos con fuerza e intento contener los suspiros que amenazaban con salir en cualquier momento, como si ya estuviera acostumbrado a ese tipo de tratos.

Si antes había gente dialogando entre ellas, ahora estaban con la boca abierta.

Y pensaban que si el silencio significaba que debían huir entonces estaban en lo correcto.

Mr. Compress fue el primero en interrumpir el silencio y salió por la puerta lateral arrastrando a Twice, que en cualquier momento decía algo que le costaría la vida, y otros más le acompañaban el paso.

Otros, en su mayoría, se quedaron sorprendidos y es que pensaban que ese no era su líder, nunca lo habían visto tan "sumiso", pero pensaron antes de tiempo.

Tomura abrió sus ojos y empujó a Dabi con fuerza haciendo que impacte contra el suelo, mientras que el se levantó y se puso encima de la mesa para amenazarlos.

Sí, ese si era su líder. Y ellos no eran nadie para criticarlo.

Las miradas curiosas de la gente se disiparon y se vieron obligados a retirarse, si alguien sentía alguna clase de sentimientos por el pelinegro ya había perdido, el mismo caso con el albino.

Ellos no tenían oportunidad.

El ruido de los trotes y la desesperación de la gente frente a la amenaza solo hizo que Dabi sonriera con burla, sin duda había extrañado esto más que nadie en el mundo.

Ya cuando solo quedó una persona Dabi se puso de pie y se limpio la sangre de su labio inferior mientras Tomura se desató el pelo.

Toga los miraba con una sonrisa cínica, ella era la primera y única persona que sabía sobre ellos, pero lamentablemente ahora todos lo sabían.

—Creo que está mansión nos esta estorbando Tomura-kun —lo dijo con el mismo sonrojo de siempre mientras caminaba y se inclinaba en el pecho del albino.

—¿Tú crees? ¿Debemos cambiar de base acaso? —pregunto ingenuo mientras mantenía sus manos lejos de ella.

—No, pero las pruebas deben desaparecer. —hablo la rubia con el rostro serio mientras levantaba sus manos y acomodaba los cabellos de Tomura por detrás de su oreja —Tranquilo. —dijo dirigiendo su mirada hacia Dabi quien tenía una sonrisa burlona en el rostro —no te lo pienso quitar. —concluyó separandosé del albino y caminar hacia el chico con orbes turquesas para pasar su palma de la mano izquierda por encima de su pecho.

Grave error.

Dabi seguía expectante de lo que haría, pero una mano en su cuello le impedía seguir.

Tomura estaba reclamando su territorio.

Un guante era lo único que le impedía el contacto directo con la piel de la fémina.

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...

𝘞𝘪𝘵𝘩𝘰𝘶𝘵 𝘧𝘦𝘢𝘳 [ᴅᴀʙɪꜱʜɪɢᴀ] (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora