𝘞𝘪𝘵𝘩𝘰𝘶𝘵 𝘧𝘦𝘢𝘳 [ᴅᴀʙɪꜱʜɪɢᴀ] (Terminada)

12. Los últimos en reír

Cuando AFO y compañía vieron que estorbaban, se marcharon de esa cueva dejando a Touya pensando en que si esa era la única opción y a Tomura agonizando de dolor.

Dabi ya no estaba contando las veces que había escuchado de los labios de Tomura la palabra muere, tampoco estaba prestando atención a los calambres del cuerpo del menor. Solo se centraba en su respiración que cada vez iba más pausada y los gritos en menor nivel. Touya no podría definir porque no sentía esa evasión al menor por ser alguien distinto, estaba allí simplemente sosteniendo el cuerpo de Tomura que parecía más frágil de lo habitual.

La posición no cambió, incluso cuando Touya se movió al lugar en donde antes estaba sentado AFO y cargo al menor consigo por extensos minutos que fueron horas realmente, para terminar con Tomura llorando.

Él era fuerte, jamás lo negaría, pero Dabi sabía que no podía ignorar el dolor punzante que arremetía en el interior de su cuerpo, pues AFO les había dicho que esa orden que había puesto Star and Stripe los había llevado hasta ese punto.

Dabi se jactaba de no reconocer los sentimientos de los demás y burlarse de ellos, pero ahí estaba llorando en silencio por la persona que amaba y sabía no volvería a ser el mismo de antes, por este gran cambio.

Tomura estaba apoyado en el pecho del mayor susurrando suavemente "te odio" o "muérete" cuando la sangre cayendo de los lagrimales de Touya, le llegaron a la cara. Y ahí con sus huesos explimiéndose, su conciencia estando más ida que presente, llevo sus dedos a los cabellos blancos del mayor que miraba hacia algún otro punto menos a él.

No le gustaba verlo llorar porque sabía que era peligroso para él, pero tampoco podía exigirle nada cuando el estaba peor.

Sin saber siquiera porque y quisa notando en el acto que era la primera vez que no ocurría nada, sonrió sutilmente, olvidándose por un momento del dolor que lo penetraba con fuerza desde sus adentros, mientras Touya le dirigía ahora si la mirada; una mirada que solo iba dirigida para él y sus logros aún en esa situación.

Touya arriesgándose tomo los dedos de Shigaraki en su mano derecha, notando que efectivamente no le pasaba nada, estaba bien incluso si apegaba toda su frente a la mano del ojiescarlata. Así que Tomura había sobrepasado sus límites de su don y los había aprendido a controlar a voluntad.

—¿Estaremos bien...? —pregunto Tomura despacio apartando su mirada algo ruborizada por el tacto del mayor. Su urgencia de gritar muérete o te odio para calmar y aminorar el dolor se había desaparecido siendo reemplazado por palabras que luchaban contra la corriente del dolor interno.

Si Touya se sorprendió por lo que dijo Shigaraki en esa situación que los superaba a ambos, no dijo nada y en su lugar beso los nudillos de la mano de Tomura por sobre el guante. No podría darle falsas esperanzas solo la seguridad de que él estaría para Tomura hasta el último de sus días.

Tenko lo entendió perfectamente, por eso no hablo nada tras lo que parecía un silencio cómodo entre ambos para caer dormido en los brazos de Touya, quien tras comprobar que este nunca sabría nada de lo que dijera a continuación.