𝘞𝘪𝘵𝘩𝘰𝘶𝘵 𝘧𝘦𝘢𝘳 [ᴅᴀʙɪꜱʜɪɢᴀ] (Terminada)

04. Deseos

—Nunca te había visto celoso Tomura-kun, de hecho llegué a pensar que no tenías ninguna clase de sentimiento por alguien más que no sea All for One y Kurogiri-san. —culminó la rubia antes girarse a ver a su líder.

—¿Celoso? Sigue soñando —dijo alejando su mano del cuello de la rubia.

—Claro, niégalo todo lo que quieres Tomura-kun. —solto un pequeño resoplido para volver a mirar al azabache—Touya-kun, sigue manteniendote así... Es mejor que lo aproveches. —después de decir ello se levantó y repitió el mismo acto con su líder —Te ves sexi Tomura-kun, haz rogar a Dabi por tenerte.

Tras decir ello camino hasta la puerta e hizo una pequeña reverencia para sonreír con sangre en sus caninos, sin previo aviso había tomado posesión de la sangre de su líder y el pelinegro, acto seguido desapareció por la puerta cerrándola con llave.

Si ellos querían salir de ahí, debían romper la puerta y destruir la "evidencia".

Total, nadie de los ajenos, que no estaban presentes en aquel lugar les creerían a la gente que salía despavorida de ahí. Lo más probable es que se difunda una pelea, nada más que eso.

—Te diría si quieres un trago, pero creo que sería por gusto. —dijo calmado a la par que caminaba con paso seguro y se ponía a una escasa distancia del albino, le gustaba medir un poco más que el contrario, eso le hacía crecer su ego.

Sin miedo evidente elevó sus manos hasta ponerlas en la cintura del ojirubí, que no había hecho nada hasta el momento, al menor por su lado le gustaba sentir el tacto algo cálido y gélido en esa parte de su cuerpo.

Dabi le tentaba mucho, y en varias ocasiones fue al infierno con él, solo por un poco de diversión.

—¿Te gusta? —pregunto con la voz más ronca de lo usual mientras se inclinaba y besaba su oreja, amaba ver el color carmín que crecía con cada toque sensual sobre el cuerpo del albino.

—Jódete —fue lo único que dijo Tomura mientras elevaba sus brazos y los ponía alrededor del cuello del más alto.

Después de besar su oreja con parsimonia sonrió y lamió la misma sacando unos leves suspiros del menor.

Tomura se estaba volviendo loco con cada acto que arremetía el contrario contra su cuerpo, y es que de pasar a tener su mano izquierda sobre su pequeña cintura paso a explorar la piel de su espalda trazando pequeños círculos y dibujando figuras con sus dedos.

Un vaivén de movimientos sobre su piel mientras lo empujaba hacia los sillones del fondo.

La noche aún era muy joven.

...

Que Toga sea cercana a ambos me pareció una buena idea 😅.