CAPITULO 7 Personas desagradables

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Las vías de Manhattan se encontraban repletas de autos. El ruido en la avenida principal era ensordecedor para los transeúntes, además la lluvia repentina erizaba la piel de cualquier neoyorquino.

En un Mercedes-Benz color plata se encontraba Jennie Kim con cara de pocos amigos. Llevaba aproximadamente dos horas en la misma hilera de carros y no se había movido un solo centímetro, tenía un encuentro poco agradable con un "socio" por la última jugada que le había realizado al bank of américa, a su lado se encontraba su mejor amiga Roseanne Park con la mirada fija en la carretera.

Las dos habían discutido luego de que la rubia se enterará por boca de Nayeon el destino al que se dirigía su amiga castaña. Conociendo el pasado de ambas chicas, ninguna de las dos toleraba aquel hombre, sin embargo, ahí estaban para apoyarse y... Protegerse.

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POV LISA

¡Mierda, esto es un puto desastre!

-Lisa, ¿Que carajos haces? Todos tus golpes se escuchan por todo el pasillo

-Jackson, ¡¿Que mierda con esta cantidad exuberante de papeles?!

-Primero que nada, no grites -Cerró la puerta y me miró frunciendo el entrecejo -Sigo siendo tu superior

Gire mis ojos.

-Como sea, Lee quiere que te encargues de eso

-¿Lee Dong-Wook?

-¿Hay alguien más que se llame aquí así, Lisa?

-Maldito... -Dije entre dientes

Escuché la puerta cerrarse y cerré mis ojos con fuerza al igual que empuñaba mis manos.

Desgraciado, sabe lo que hago, en todo lo que estoy después de las órdenes del comandante Kang por el caso asignado y eso hijo de puta ¿Creé que estoy jugando? Me las pagaras.

La puerta nuevamente se abrió y escuche una risa ronca. Tense mi mandíbula y me gire con brusquedad, esa estúpida sonrisa estaba en su boca, como me encantaría quitársela de un golpe.

-¿Sucede algo, Manobal?

-Ni creas que pienso hacer toda tu porquería, Lee.

-¿No lo harás?

-No.

-Oh... Bien -Se encogió de hombros -Le diré a Daniel que te encargué una mínima tarea en tu escritorio y que solo te quejaste como siempre lo haces, ya que siempre serás una arrogante que no puede hacer su trabajo.

Me acerque a él, pero rápidamente me tomó del cuello de mi camisa y me estampó contra pared. Sus ojos eran amenazantes, pero poco llegaban a intimidarme, sonrió mostrando todos sus dientes blancos.

-Vamos mocosa, ¿No puedes con algo tan pequeño como un papeleo? Tan patética eres que ni eso sabrás hacer, mimada.

Solté una risa nasal y le mostré mi mejor sonrisa, la de él desapareció. Un rodillazo de mi parte aterrizó en sus miserables testículos, seguido de un golpe lateral con mi brazo sobre su nariz; Su cuerpo cayó hacia atrás contra el piso, escuché sus quejidos mientras cubría y apretaba el tabique de su nariz, me incline y lo tome del cuello como segundos atrás él lo hacía conmigo.

-Escúchame bien imbécil, que seas mi superior no te da ningún derecho a pisotearme o intentar humillarme -Sus ojos me acribillaban -Pero si quieres, te sigo recordando que puede haber jerarquía entre nosotros por un simple cargo, más jamás superaras mi habilidad y los beneficios que tengo por ser mejor que tú.

Sensaciones Peligrosas [Jenlisa] [En Edición Y Reconstrucción] Where stories live. Discover now