Bobble

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Bobble -lo llame. Aún no podía creer el hecho de que aquel chico nerd de tercer semestre fuera el ahora bad boy de la escuela, ¿Es que no había algo más cliché que eso?El cuerpo de Ronald se puso rígido al escuchar como lo llamaba por ese apodo tan característico que le habían puesto antes.— No es un nombre que me haga sentir orgulloso -dijo con una mueca en su rostro.Si alguna vez me hubieran dicho que el chico delgado, que usaba pantalones de pana y suéteres de rombos con lentes de gran volumen llegaría a ser el Ken de Barbie, realmente me reiría en sus caras.Alguien no podía cambiar de la noche a la mañana y más si se trataba de que el chico que ponía atención en clase ahora sería el que incluso robara suspiros de las maestras.— Pero... ¿cómo?¿cuando?¿porqué? -tartamudee. Es que quién no iba a hacer eso, era casi imposible el hecho de que alguien cambiará de la noche a la mañana.— Es una historia muy larga -contesto.— Tengo todo el día -dije mientras me cruzaba de brazos, necesitaba saber el que había hecho para ahora ser el "brownie" que casi todas se quisieran comer.— Solo quería saber si estabas bien, no qué esto se volviera un interrogatorio -declaro mientras apoyaba uno de sus brazos en uno del los estantes de madera que estaban en esta pequeña habitación.— Tu creaste esto, ¿y ahora solo quieres que me quedé con más dudas? - me defendí. Pude notar por una mínima de segundo que un músculo de su mandíbula se tenso. Esto era casi imposible de creer.— De acuerdo, si estás bien -dijo con sarcasmo. Abrí mi boca para poder protestar pero en un intento para mover mi pierna, una cuerda se ato en ella y me hizo tropezar. Una vez más caí en los brazos de Ronald y cuando estuve a punto de protestar la puerta de intendencia se abrió al par.Una chica con un suéter blanco de estampados, con jeans ajustados y convers nos miraba, usaba unos anteojos redondos dorados y su cabellera estaba atada en una coleta, sus ojos eran color miel. Creo que fue mi compañera en unos cursos para francés aunque para ser franca, no se de dónde la conozco.— Uhmm -hizo una pausa al ver nuestra vergonzosa postura— Yo solo, venía por un trapeador -dijo y tomó el primero que encontró junto con una tina vacía.Y antes de que pudiera explicar que esto era un malentendido la puerta se cerró.— Mierda - dije. — Genial, ahora creerá que somos pareja - comencé a quejarme mientras me quitaba del tobillo la cuerda que estaba atada en el.— ¿y que tiene de malo eso? -pregunto Ronald, levanté mi vista y alce ambas cejas con la esperanza de que lo decía de broma, aunque parecía que realmente lo había dicho en serio.— Haber, vamos a dejar algo claro -dije al terminar de desenredar la cuerda de mi tobillo.— ¿Que somos amigos? tal vez, ¿Que no me conoces? un poco y ¿si me agradas? -comenzo a preguntar y responder el solo. Se quedó pensativo por unos momentos, tal vez trataba de encontrar una respuesta ante la pregunta que antes había hecho.— Tal vez te agrado o tal vez no, pero eso no significa nada, Romeo. Tú y yo solo somos compañeros de clase ¡no de vida! -dije casi a gritos. Los ojos se Ronald se quedaron fijos en mi y una vez más sentía ese hormigueo en mi estómago y piernas. No sabía si era un reflejo o si realmente me sentía nerviosa con él mirándome de esa manera.Sujete mi mochila en mi hombro y desvíe mis ojos de los suyos, lo que menos quería ahora era el sentir lástima por alguien más que no fuera yo.— Lo sé -dijo entre el silencio que se había creado en el lugar.— Entonces, ¿porqué insistes en estar en todos lados conmigo? -pregunte. Me sorprendió el escuchar como aquella pregunta salía como sin nada de mi boca.Ronald se puso recto y dio un paso hacia delante para poder quedar más cerca de mí. Se detuvo por unos segundos, inspeccionando mi rostro para después tomar la palanca de la puerta.— Me voy, se me hace tarde -dijo y salió del lugar. Quería seguirlo y gritarle todo lo que tenía en mi mente y tal vez una disculpa, pero mi razón me decía a gritos "no lo hagas".Era como si me hubiera quedado pegada en el lugar donde me dejó y solo miraba como el foco que colgaba en la habitación se agitaba.


(*****)

Las clases habían terminado, y durante todo este tiempo el asiento de Ronald y el mío estaba separado por tres lugares de distancia. De vez en cuando lo miraba de reojo y algo dentro de mi quería encontrarlo con que me mirará pero no fue así. Era yo la que lo miraba y Vale y Roy fueron los primeros en darse cuenta de ello.Y es que ¿Quién no?, el término de discreción no es tan mi fuerte cuando se trata de algo tan importante como lo era ahora Romeo.— Bueno, bueno - canturreo Roy en a mi lado.— soy yo o nuestra quería July estuvo observando a Ronald todo el día, Vale -llamo a mi amiga a su juego. Lo peor que necesitaba ahora era que le tirarán más leña al fuego.— No lo sé, me parece muy sospechoso, Roy - dijo Vale. Puso su mano en su mentón y comenzó a hacer gestos en su rostro, como si estuviera analizando la teoría del big bang.— Tienes razón - canturreo una vez más mi amigo.— ¡Pueden dejar de mencionar a ese tipo! lo que menos necesito ahora es tener que escuchar su nombre cada 5 minutos como mínimo al día -me altere. Roy y Vale se quedaron pasmados por un rato hasta que volví a hablar.— Él es Bobble -dije sin más. Ambos abrieron sus ojos al par y una sonrisa en el rostro de Vale se creó, mientras que Roy mostraba su boca en forma de O.— Espera, espera, ¿estamos hablando del chico de lupas que tuvimos en los cursos de verano? - cuestionó Vale.— ¿El de los discos de Alien? - pregunto ahora Roy.— ¿El de la saga de Harry Potter? - volvió a preguntar Vale.— ¿El de...? -lo interrumpí.— ¡Que sí, carajo! -dije y me tomé la cabeza por unas segundos.— Es el mismo que leía Harry Potter en los recesos, que usaba lentes con gran volumen y ¡por Dios, Roy! Los discos que usaba no eran tan exagerados - señale a mi amigo quién solo volteo los ojos.— WOW, ni quién lo imaginará - se cruzó de brazos mi amiga— Nuestro querido amigo Ronald paso de ser el "Bobble" al sexy y caliente Romeo de la Universidad - dijo como si estuviera analizando una ecuación.— Bueno, ahora que sabemos eso, ¿que tiene que ver contigo? -pregunto mi amigo. Era muy buena pregunta, ni siquiera yo sabía el porque estaba tan enfadada. Tal vez solo estaba paranoica, pero algo dentro de mi me decía que había una razón muy fuerte por la que estar enojada con ese tipo.— Yo... -me quede en blanco, no había creado una mentira creíble para ellos en todo este tiempo y ahora parecía que estaba acorralada en una esquina mientras ellos me hacía innumerables preguntas.— No lo sabes -como si le leyera la mente Vale contesto por mí— No sabes si te sientes atraída por él o si solo te llama la atención -dijo sin problema. Aún me sorprendía el como era que parecía tan trasparente a sus ojos, con una sola mirada podía decirle de todo a ella y algo parecido me pasaba con Ronald. Al mirar sus ojos verdes hacia que me relajara y una prueba de ello fue en el metro cuando... casi lo besó.


(*****)

Argh - dije casi a gritos. — Han ocurrido muchas cosas desde que él apareció en mi vida, desde el trabajo de literatura hasta el casi beso en el metro y ¡maldición! cada día me vuelvo más loca con sus ojos y cuando estoy cerca de él, más cuando su piel roza con la mía -empece a lloriquear. Habíamos llegado a la casa de Vale y para nuestra suerte su madre había salido de viaje de negocios y no volvería hasta el domingo por la noche. Su hermana se la pasaba durante esos viajes metida en el departamento de su novio y dejaba sola a Valentina, en pocas palabras solo estábamos en su humilde hogar, (si es que así se le puede llamar a una casa muy bien decorada y con muebles de tendencia) Roy, Vale y yo.Me tiré en la cama de mi amiga mientras me tapaba con una almohada mi rostro.— Bueno, y sin dejar a un lado las asesorías de mate de los sábados -agrego Roy, quién estaba sentado en la silla de escritorio de mi amiga. Él se había sentando con la silla al revés, logrando abrazar el respaldo de piel negro y separando sus piernas. Roy era algo así como ver para creer, y es que aún siendo Gay el tenía su cuerpo bien cuidado, esta en el club de natación y eso hacia que su espalda y brazos estuvieran muy anchos y sus piernas estaban muy tonificadas, tanto que hasta sobresalia un poco el músico de sus piernas aún usando vaqueros.— Mierda -dije mientras me levantaba en seco. ¡Había olvidado la invitación del profesor Collins!— ¿Que pasa? -pregunto Vale a mi lado, quién mostraba preocupación en su rostro al escuchar eso.— Creo que voy a dejar la materia de Collins -dije tartamudeando, los rostros de mis amigos se volvieron pálidos y sus ojos se abrieron como platos.— ¡¿No fuiste a las asesorías?! -pregunto casi a gritos Roy. Negué con mi cabeza y los dos se tiraron para atrás.— Pues... -la idea de ir a esas clases y toparme con Ronald ni era una muy agradable idea para mí. ¿Cómo iba a poder tolerar eso por 4 horas?— Ya estás muerta, mujer -dijo Vale mientras miraba el techo— ¿Acaso sabes lo que significa perderte una clase del señor Collins?— No -conteste— Bueno, yo tampoco, porque nunca eh faltado a sus clases. Pero - alargó aquella última palabra— eh escuchado de unos cuantos que si faltas tienes el 20% de probabilidad de mandar la materia a tercera -dijo mientras se levantaba de la cama.— Mira, July -se metió Roy— Tal vez tengas inseguridad sobre "dejarte llevar" con Ronald, pero ¡cariño! si no te hubieras dejado llevar no nos tendría ni a Vale ni a mí como tus amigos y no me mires así, que lo que digo que verdad -dijo mientras me señalaba con su dedo.Tal vez tenían razón, pero ya no sabía si era inseguridad o miedo a que mis órganos fueran vendidos en el mercado negro.— y ¿que hago? hace unas horas atrás, le dije a Romeo que no lo quería volver a ver y vaya que captó la idea -dije al recordar en como me dejó en la intendencia. Vaya chico que era él.— Bueno, a veces las primeras impresiones no son muy... bonitas -dijo Roy mientras se sentaba a mi lado.— Pero eso depende de ti, July. -agrego Vale, quién se acercó más a mi otro lado— a veces el tiempo nos ayuda a conocer realmente a la persona, quién sabe, tal vez ese alguien sea el próximo top model o el presidente del país -dijo mientras pasaba su brazo derecho por mi espalda.— No tengas miedo, pero debes de estar a alerta. Eres lista, Julieta y muy buena persona, y tanto Vale como yo sabemos que quien quiera estar contigo antes debe de pasar un escáner 3D y queda muy claro que pasar eso es muuuuy complicado. -dijo, provocando una risa de mi parte— Pero lo que quiero decir es que, puedes conocer a más gente pero no le temas al mundo, que eso es como si nunca vivieras. No le tengas miedo a la vida, los que lo hacen están casi muertos -dijo mientras se encogía de hombros. Tenía razón, estaba huyendo de algo que no estaba pasando, debía de comenzar a controlarme y saber que no todo era malo ¿verdad?Mis amigos me abrazaron y pude sentir esa calidez que me decía que no estaba sola, la misma que sentía con Romeo. Ahora tenía dos problemas y no sabía exactamente cuál era el menor.

Di ¡No! al clichéWhere stories live. Discover now