Biblioteca. Bienvenida al Nirvana

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El olor de perfume y el sonido que hacían los tacones se Vale al caminar inundaban su habitación. Llevábamos, bueno, llevaba más de dos horas buscando algún vestido para mí y zapatos que combinarán con lo que me daría, mientras que yo buscaba alguna que otra escusa para no ponerme los vestidos de esta chica.— ¿Y este? -pregunto mientras sacaba un vestido suelto de color verde y el cual al verlo no me podía imaginar el verme bien. Fruncí una vez más la nariz y labios al verlo y negué con la cabeza por décima vez.— ¡Vamos, July! algo debe de gustarte, ¡no irás con tus jeans gastados y blusas de siempre! ¿o sí? -dice mientras vuelve a meter a su armario el vestido.— ¿Y que tiene de malo? me siento cómoda así y no con un vestido -contesto mientras me levanto de su cama y me acerco a su armario.— Además, ¿no tienes otros que lleguen por debajo de la rodilla? -pregunto con ironía y Vale solo me mira mal, como si tuviera delante de ella un insecto o algo que no le gusta.— Julieta, es una fiesta Tumblr no un convento de monjas -dice con fastidio y dejando el armario a un lado.— ¿Sabes que? me rindo, tu busca y usa lo que quieras pero los zapatos me los dejas a mí -dice con fastidio y caminando a una repisa que tiene a un lado de su tocador para ver qué zapatos me dará.Me le quedo viendo un rato para después regresar mi vista a su closet una vez más.Solo hay vestidos cortos y muy llamativos, no creo encontrar alguno que le llame la atención. Unos son solo unos trapos que tapan poco el cuerpo y no dejan a la imaginación. ¡No voy a encontrar el correcto en todo esto!.Doy un gran suspiro al no encontrar algo que me llame la atención, pero justo cuando estoy por darme vencida un vestido que queda hasta una esquina, arrumbado en lo más alto de su armario sale a la luz.Un vestido color vino con manga de encaje transparente, una tela suave se ajusta a bajo del encaje con decorados de puntos del mismo color y aunque llega un poco arriba de la rodilla me parece algo aceptable. Pues si no iba a ocultar mis piernas por lo menos me mantendría con algo de calor con las mangas de este vestido.— Creo que tu deseo será cumplido -digo con una sonrisa mientras me doy la vuelta para encontrarme con Vale rebuscando en sus zapatos. Ella se voltea para verme y en su rostro no tardan en aparecer sus líneas de expresión.— ¿y eso? -pregunta al incorporarse y con unos tacones negros con poco brillantina.— Me lo encontré en tu clóset, ¿no lo habías visto? -pregunte. Regresé mi vista una vez más al vestido y luego a mi amiga, quién ladeó la cabeza un poco, como si pensara por un momento algo.— Creo que entre tantos que me da mi hermana ya no lo recordaba, aparte... -se acercó a mí, dejando en la cama los tacones y tomando en sus manos el vestido— No es mi estilo, si quieres te lo regalo -dice quitada de la pena, como si lo que me estuviera dando no le importará en absoluto.— Ni sueñes -dije riendo— Voy a vestirme -dije mientras caminaba a su baño.— Ok, ten estos, le combinan -dijo entregándome los tacones que había dejado en la cama.— No tienes unos más ... ya sabes, ¿cómodos? -pregunte con algo de disgusto. Vale miro una vez más los zapatos y luego el vestido y con un gesto de cabeza me sonrió.— Tienes razón, buscaré unos que le queden, mientras tú vístete -dice señalándome el baño.Solamente asentí y me metí al baño para ponerme el vestido.Al estar dentro y ya con aquella vestimenta puesta realmente me sorprendió el verme así de arreglada, nunca me había sentido así de linda, ni cuando usaba maquillaje, pero ahora al verme en el gran espejo del baño por primera vez en mi vida me sentí bien.Sali del baño con cuidado de no arrugar el vestido. Vale aún busca en su repisa unos zapatos que quedarán perfecto con su vestido y con el mío.— ¿Ya saliste? ya encontré unos que quedarán con tu outfit -dijo levantando la mirada de unos tacones menos altos y que se ajustan en el tobillo, perfectos para algún baile o caminar sin la preocupación de que salgan volando. Cuando me ve aquellas zapatillas las deja caer al suelo y sus ojos y boca se abren hasta más no poder.— ¿Qué? -digo preocupada. Tal vez no es mi estilo y yo ya me creía y hacia la idea de que me veía linda pero al ver como ella niega varias veces y se acerca a mí. El sonido que hacen sus tacones al chocar con el suelo me llama la atención y justo cuando está frente de mí me toma de los hombros y gira a un especialista adornado de focos a su alrededor.— ¡Te vez hermosa! -dice casi a gritos— Estoy segura que cuando Ronald te vea se va a arrepentir de no haberte besado aquella vez -dice mientras apoya su barbilla en mi hombro. Solamente le sonrio y niego con la cabeza.— No creo que vaya a pasar algo así -me burle y bufé un poco.

Di ¡No! al clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora