One Shots

"Fotografía" Pt.2 Catty

¡Ah claro! y tú te aprovechaste de eso para seducirla ¿verdad?, sabes
disfrútalo mientras puedas por que yo sé que ella todavía me ama a mi, y va a regresar conmigo, y haremos una vida juntos muy felices - sonrió
malicioso tratando de infundir miedo a Catalina

- ¿Cuál vida, Armando? ¿La que tú mismo le quitaste las ganas de vivir con todas tus mentiras? ¿Cual, anda, dime cual? - espeto segura

- Ya veremos que decide Beatriz - siseo Armando caminando hacia la salida

- Si Armando, ya veremos - contestó mientras sonreía victoriosa.

Catalina sabía que venían tiempos de intranquilidad gracias a Mendoza pero no le importaba, ella no dudaba ni dudaría del amor de su pequeña, de SU Betty, sabía que las dos podrían superar cualquier cosa juntas.

Para fortuna de Beatriz había logrado resolver el problema con los pedidos que tenían que salir para Costa Rica, aunque eso le provoco mucho estrés así que en cuanto estuvo segura que nada volviera a salir mas regreso
hacia la planta ejecutiva encontrandola desolada, pues las secretarias aun seguian en su sesión de chisme, por aquella ocasión decidió dejarlo pasar no quería seguir alterandose, continuando su camino hacia presidencia, en
donde encontró a Catalina sentada frente a su escritorio con la mirada perdida, al verla su semblante se relajó un poco pero le preocupaba verla asi.

- Mi cielo ¿Estás bien, pasó algo? - pregunto llamando la atención de Catalina quien en cuanto la vio se levantó de su lugar y la abrazo, ambas
necesitaban estar en los brazos de la otra pues era ahí su lugar seguro en medio de los problemas.

¿Que pasa, mi amor, por que estas tan pensativa?- volvió a preguntar la pelinegra mientras guiaba a su novia al sillon que habia en la oficina

La rubia soltó un suspiro antes de responderle
- Armando sabe de lo
nuestro, cuando llegue no habia nadie asi que entre y el estaba aquí con la foto que nos tomaron en Cartagena entre sus manos, lógicamente me hizo uno de sus típicos reclamos - relato mientras acariciaba las manos de Betty que estaban en su regazo.

La presidenta sabía bien cómo era el temperamento de Armando más cuando las cosas no salían como él quería - ¿Que fue lo que te dijo? - pregunto con un dejo de molestia en la voz.

- Nada importante en realidad, solo tonterías - respondió tranquilamente
restándole importancia.

- Por favor mi amor, dime qué fue lo que te dijo, no creo que haya sido nada, sé como es, anda dime - dijo en un tono suplicante para convencerla
que le contara.

- Está bien, me dijo, bueno. prácticamente me gritó que yo te aparte de su lado, pero que lo disfrutará mientras duraba porque tú todavía lo amabas y serian muy felices juntos - el rostro de Beatriz se contraia conforme escuchaba lo que le contaba Catalina.

- ¡¿Pero cómo se atreve?! ahora mismo me va a escuchar, es momento de
acabar con esta situación - vociferó la pelinegra mientras se levantaba rápidamente de su asiento con dirección a la oficina que compartían los dos accionistas, el enojo se había apoderado de todo su cuerpo, sentía su sangre hervir.

- Betty, mi amor - Dijo intentando detenerla pero cualquier cosa que hiciera
no sería suficiente para detenerla pues Beatriz no toleraría más las intromisiones en su vida, ni las de su padre mucho menos las de Armando.

Antes que el accionista lograra reaccionar la economista había entrado
como una exhalación en la oficina - ¡¿Quien se cree que es para asegurar que lo amo?! ¿Ah? y peor aún ¡¿Con qué derecho le grita a MI NOVIA?!- grito, llamando la atención de las secretarías que recién habian salido del
baño.

- Beatriz lo que pasa es que usted está confundida, usted todavía me ama a mi - respondió aparentando seguridad pero por dentro estaba sumamente nervioso pues jamas la habia visto asi

- Y a usted que le hace pensar eso, ¿De verdad cree que después de todo lo que me hizo, yo iba a seguir queriéndolo siquiera? le recuerdo que el único motivo por el que estoy aquí es por que se lo debo a su padre y nada más, aquí el confundido es usted, solo le pido una cosa doctor, déjeme vivir en paz, en su vida intente algo en contra de mi relación con Catalina y mucho menos vuelva a molestarla por que sino me vere en la penosa
obligación de tomar otras medidas en su contra, por que por lo que sé su padre no sabe la historia completa ¿o me equivoco? - tanto su voz y su mirada destilaban odio.

- ¿Usted sería capaz de delatarme con mi padre, Beatriz? ¿Tanto así la quiere? - cuestiono con tristeza pues cada palabra que salía de ella era un puñal que se enterraba en lo más profundo de su corazón.

- Pruebeme doctor Mendoza, y no, no la quiero, LA AMO, ella es el amor de vida, eso que usted jamás pudo ser - respondió con seguridad y
énfasis en la última oración, saliendo de aquella oficina dejando a un Armando totalmente destruido.

Todas las secretarías incluida Patricia habian escuchado absolutamente todo y se encontraban estupefactas ante las declaraciones de la
presidenta, para cuando esta llego a recepción se dio cuenta que ahora todos lo sabían pero ya le importaba poco, no se escondería mas nunca mas.

-Así es chicas, amo a Catalina Ángel con toda mi alma - afirmo con una sonrisa mientras se acercaba a la puerta de presidencia donde estaba parada su novia.

- Te amo - dijo la rubia totalmente emocionada.

- Yo también te amo - respondió para luego darse un beso frente a todas que cambiaron su expresión de asombro por una de ternura al verlas asi de enamoradas.