KAPITEL FYRA

921 82 0
                                    

capitulo 4

Piero

Sabía desde un principio que Tatiana me seguía guardando rencor, pero no creía que fuera tanto como para que no quisiera hablar conmigo.

— Ella no está últimamente mucho tiempo en el hospital — murmura Johan sacándome de mis pensamientos y suspiro, miré a mi hermano quien se queda callado.

— Tatiana también se ha mudado en una casa para hacer su propio consultorio médico — dice mi papá.

¿Qué pretenden los dos?

— Hace mucho dejaste ir a una mujer maravillosa, creo que el destino quería que se encontraran de nuevo, creo que deberías irte a verla para aclarar todo con ella esta situación — opina mi padre.

— ¿Qué clase de película viste? — pregunta mi hermano menor haciendo una mueca.

— No creo que sea el destino, solo es la suerte que está de su lado — confiesa.

— Dejen de decir boludeces — murmuro y veo mi cabeza hacia otro lado.

— ¿Por qué siempre huyes por tus sentimientos? No hay mas amenazas para que no estén juntos — dice mi papá.

— Ella, me odia ¿De acuerdo? No obligará nada a Tatiana, dejen de insistir en esto, no se metan — declaro enojado.

Ellos no hablaron de eso en todo el día y agradezco, pero mis pensamientos siguen presentes ya que la culpa del pasado sigue presente, no puedo dejar de pensar y tampoco en preguntar si sería todo diferente si le contaba la verdad a Tatiana también me pregunto si seriamos felices o no tantas dudas tengo que me duele la cabeza de tanto pensar.

— No me siento bien — confieso y mi papá se levanta de su sillón, siento mis ojos pesados, cierro poco a poco

— Llama a Tatiana, algo le pasa a Piero — es lo ultimo que escucho al caer dormido.

Tatiana

Horas más tarde...

— Señorita Russo — escucho que me llaman, me doy la vuelta y me encuentro con mi jefe, trago saliva con nervios.

— ¿Pasó algo, señor? — cuestiono y asiente.

— Es la familia Berlusconi, ellos quieren que te hagas caso del caso, no quieren otro doctor — explica.

— Necesito saber una cosa, señorita Russo — dice mirándome a los ojos.

— ¿Qué cosa doctor? — indago.

— ¿conoce a los Berlusconi? — interroga con curiosidad.

No puedo decirle la verdad.

— No señor — miento con descaro.

— Ve a tratar a ese paciente, Russo. Cualquier cosa me avisas ¿De acuerdo? — dice y asiento con la cabeza, me encamino con rabia hasta la habitación de Piero ¿Por qué tienen que llamarme a mí, porque no a otro doctor? Toco la puerta.

— Adelante — escucho decir al padre del paciente, antes de entrar suspiro y abro la puerta, entro.

— Piero sintió dolor de cabeza en la madrugada — informa sin mirarme su papá, escribo en mi libreta.

— ¿Hay algo que no me han dicho? — pregunto y asiente.

— Él tuvo un tumor cerebral — confiesa su papá y mi mundo se viene abajo.

— ¿Hace cuanto tempo? — cuestiono con seriedad.

— Hace dos años se hizo una cirugía para sacar el tumor. Le pudieron sacar el tumor con éxito, pero ahora no sé cual podría ser el caso — manifiesta con preocupación.

— ¿Por qué no me dijo? — pregunto.

— Estaba asustado como todos nosotros, Tatiana — justifica.

— ¿No creen que debería igual saberlo? ¿Saben lo mucho que sufrí cuando me dejó plantada? — grito enojada cierro los ojos al sentir que las lágrimas aparecen enseguida los secos y trato de tranquilizarme para no llamar la atención.

— Tatiana... — interrumpo al padre de Piero aclarando mi garganta.

— Lo siento, mandaré a Piero para que le hagan una tomografía, veremos que es lo que sucede ¿De acuerdo? — hablo con un tono serio.

— Gracias, Doctora — dice y asiento varias veces, salgo de la habitación, me dirigí al baño.

Horas más tarde...

La tomografía indica que está todo bien, no hay nada fuera de lo normal. Observo todos sus remedios, sueros si están bien también miro a Piero sigue inconsciente.

¿Qué es lo que te ocurre?

— ¿Pasa algo, Doctora? — pregunta alguien detrás de mí y salto de un susto, me doy la vuelta y observo a un enfermero.

Nunca vi a este enfermero ¿Quién es?

— Nunca te vi por el hospital ¿Quién eres? — pregunto con dudas y entrecerrando mis ojos. El hombre se queda estático y sorprendido al darme cuenta de ello, miro que el hermano de Piero está atrás, saca su arma y apunta la cabeza del sujeto.

— ¿Quién eres? — cuestiona con frialdad y el otro traga saliva.

*****

¿Qué dicen que le sucede a Piero? ¿quien es el desconocido? 

¡COMENZAMOS CON EL MARATÓN SEMANAL!

Inesperado Corazón (#1M.M) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora