KAPITEL FEM

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Capítulo 5

TATIANA

Johan sigue apuntando el arma al hombre que se hizo pasar por enfermero, se nota que está asustado.

— Doctora ¿Puede hacer a mi hermano un examen de envenenamiento? — pregunta el menor de los Berlusconi.

— Puedo hacerlo — afirmo y asiente sin mirarme, observo que Johan le da un golpe en la cabeza con la pistola al hombre, tapo mi boca para no emitir ningún sonido.

— Llevaré al hombre de aquí. Hazle la prueba a mi hermano, llámame cuando la prueba va a estar ¿De acuerdo? — dice.

Horas más tarde...

La prueba de envenenamiento salió positiva, el enfermero que atendía a Piero fue el causante de ello, Johan y su padre están interrogando al hombre. Ordene que se le haga un lavado de estómago también le dimos los medicamentos necesarios para sacar del sistema el veneno.

— Doctora Russo — escucho que me llama alguien y me doy la vuelta para verle de frente.

— ¿En que puedo ayudarle? — pregunto con educación al desconocido.

— Estoy buscando al Señor Piero Berlusconi — acota el hombre y asiento.

— Ahora mismo el señor Berlusconi no puede recibir visitas ya que sus familiares lo prohibieron — explico mintiendo descaradamente y asiente callado.

No le conozco, tenía que inventar o decir algo ¿no?

— Esperaré — dice y se va a sentarse en la sala de espera.

¿Quién es este hombre?

Sacudo mi cabeza para dejar de pensar y concentrarme en mi trabajo.

En la noche...

Los hombres Berlusconi no han aparecido en todo el día y el hombre sigue en la sala de espera, debo admitir que siento un poco de pena. Observo la hora y me doy cuenta de que la hora de visita ya terminó.

— Señor, ya ha terminado la hora de visita — informo como toda profesional y asiente con tristeza.

— Vendré mañana ¿puede avisarle que Nahum Berlusconi vino? — pregunta.

— Les avisaré — informo.

¿Un Berlusconi más?

El hombre se retira sin decir nada más y me quedo pensando que familiar de ellos sería, seguro que lo averiguare mañana. Salgo del hospital para irme a mi casa, siento que alguien me persigue en el camino así que me detengo y miro atrás, no hay nadie así que continuo con caminando cuando llego a la casa, me voy directo a mi habitación para darme una ducha y recibir a los pacientes malheridos.

Dia siguiente...

Me levanto a las seis de la mañana como siempre, me doy una ducha y me preparo para ir al hospital para hacer mi guardia, debo admitir que me siento muy cansada con dos trabajos a la vez.

¿Qué hizo papá? ¿Debería llamar a mi mama para saberlo?

Llego al hospital, me voy a los vestidores luego salgo y me encamino para verles a todos mis pacientes, me voy hacia la recepción y saludo con una sonrisa a todos.

— Buenos días, Doctora Russo — me saluda mi jefe.

— Buenos días seño — contesto.

— ¿Alguna noticia sobre el paciente Piero Berlusconi? — pregunta y niego con la cabeza.

No puedo decirle lo que pasó con el enfermero.

— Solo prohibieron que otras personas atiendan al hombre — admito.

— ¿Por qué? — cuestiona con interés.

— Tuvimos problemas con uno de los enfermeros — respondo.

— Disculpe, señor, tengo que ir a hacer mi rutina de hoy — me excuso.

— No hay problema — dice con una sonrisa en el rostro, me doy vuelta y agarro todas las carpetas que tengo que llevar y comienzo a caminar.

— Doctora Russo — me llama de nuevo mi jefe, me doy la vuelta para verlo.

— Avíseme cualquier cosa del paciente Berlusconi ¿De acuerdo? Espero que tengas una buena jornada hoy — manifiesta con un tono suave que hasta me da miedo ya que nunca ha sido así con nadie hasta el día de hoy y asiento con confusión.

Eso fue raro ¿no? 

***

Anda actuando raro el jefe ¿No?

¿Dicen qué tiene algo que ver con el envenenamiento de Piero?

Inesperado Corazón (#1M.M) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora