EPILOG

876 55 5
                                    

EPÍLOGO

Piero

Cinco años más tarde...

Han pasado cinco años desde que me casé con Tatiana y adoptamos a Desiré. Ellas son las mujeres de mi vida. Debo admitir que jamás pensé en reencontrarme con ella y nos casaríamos o ella me perdonaría después del accidente.

Mi esposa renunció al hospital ya que tenia suficientes ahorros para hacer un consultorio propio sigue con el negocio de su padre como siempre, no ha dejado sus horarios tampoco voy a dejar que lo haga ya que ama hacer todo lo que hace.

Por otro lado, Luna, Amir y Lina viven conmigo ya que la madre de Tatiana nos dejó hace tres años ya que su salud se complicó y no aguantó. En cuanto a Chiara, vive en la finca desde que terminó sus estudios, ella ayuda a las personas del pueblo en el pequeño hospital que está ahí.

Mis pensamientos don interrumpidos por unos gritos y pasos que vienen corriendo hasta la oficina, nos miramos con mi esposa quien se nota que esta cansada de tanto trabajar.

— Iré yo — es lo único que digo hasta que la puerta se abre y observamos a nuestra pequeña con los ojos llorosos.

¿Qué habrá pasado?

— ¿Qué pasa, cariño? — pregunto con un tono suave mientras camino hacia ella.

— Karlo es malo conmigo — se queja mientras hace un puchero.

El pobre Karlo se ofreció a cuidar a Desiré y aceptamos con gusto, el ama a los niños.

— ¿Por qué dices eso? — cuestiono con interés.

— No quiere ir al parque conmigo, quiero jugar, papá — se queja, Karlo se hace presente y hace una mueca cuando ve a mi pequeña lagrimeando.

— Irás un rato — dice mi esposa y mi hija chilla de emoción, sale corriendo y los tres reímos.

— Es un terremoto — comenta Karlo.

Es cierto.

Escucho que suena el teléfono de Tatiana quien frunce su ceño, contesta comienza a llorar.

— ¿Qué sucede cariño? — pregunto con preocupación

— Un oficial me llamó, hubo un accidente de tráfico, Lina y Amir están en el hospital — dice llorando, me aproximo a ella para abrazarla. Ella hace algunas llamadas y me imagino que le llama a las demás Russo.

— Vámonos — dice mientras agarra su bolso para irnos.

Horas más tarde...

Estamos en el hospital donde llevaron a Lina, no nos dicen nada todavía hasta que viene un doctor.

— Buenas tardes ¿familiares de Lina y Russo? — pregunta y nos levantamos al instante.

— Somos nosotros — decimos con mi esposa.

— Lamento informar que la señorita Russo está en un estado crítico, ella está en coma, no sabemos cuánto tiempo estará así — explica con un tono de tristeza.

— Lamento también informar que hizo todo lo que pudimos para salvar al paciente Amir Russo — dice apenado al ver a mi esposa llorando.

La pequeña Russo en coma, no puedo creerlo.

— ¿Podemos pasar a verle? — pregunta Tatiana con desesperación y asiente el doctor.

— Solos unos minutos, sígame — es lo único que dice, deja pasar a mi mujer en la habitación de mi pequeña cuñada, escucho que ella llorar lo cual hace que tenga un nudo en la garganta.

Abre tus ojos pronto, pequeña Russo.

Te necesitamos.

Horas más tarde...

Pude insistir a Tatiana que vayamos a la casa para ver a nuestra hija y descansar un poco en cuanto llegó Luna en el hospital, le di una mirada de agradecimiento y solo se limitó a asentir con la cabeza.

— Piero, tengo algo que decirte — dice mi esposa mientras entra a la cama junto a mí.

— ¿Qué es corazón? — cuestiono mirándola a los ojos.

— Estoy embarazada — confiesa y abro mi boca para fingir asombro ya que sabia hace días.

— Ya lo sabias — me acusa y encojo los hombros.

— Vi tu prueba de embarazo — me defiendo.

— Te amo, Piero Berlusconi — dice, besa mis labios y cierra los ojos para dormir un rato.

— Te amo, Tatiana Berlusconi, descansa un poco, cariño. Mañana será un largo día — contesto.

Tres días después...

Hicimos el entierro de Amir quien fue enterrado junto a su padre.

Según los médicos, Lina no ha despertado todavía y la realidad es que no lo haga por un buen tiempo.

Antes del funeral desayunamos con nuestra hija en la mañana y al acabar Karlo se fue con ella al colegio como siempre ya que no le hemos contado nada de lo que pasó, lo haríamos hoy en la noche.

Al termino del entierro, nos fuimos al hospital cuando llegamos nos encontramos con Chiara quien nos mira llorando.

— ¿Qué pasa? — preguntamos los dos al mismo tiempo.

— Lina ha despertado, pero hay un problema — explica.

— ¿Qué problema? — cuestiono.

— Ella no podrá caminar por un tiempo — confiesa.

Meses más tarde...

Han pasado nueve meses que Lina despertó hubo bastante progreso, pero al principio su depresión se hizo presente por todo lo que había pasado y cuando se enteró que su mejor amigo no está más con nosotros también le dolió mucho. Ella sigue su tratamiento en la clínica de Tatiana.

Por otro lado, mi esposa tiene nueve meses de embarazo, se le hará una cesaría hoy y nos estamos preparando para ello.

— Piero deja de pensar tanto y ayúdame a subir en el auto — gruñe Tatiana, sacudo mi cabeza y le hago caso, abro la puerta del copiloto, ella sube luego miro si están todas las Russo y confirmo que es así, arranco para ir al hospital.

Después de varias horas de espera, nace Junior Berlusconi, el príncipe y el consentido de la casa, nuestra niña ama a su hermano pequeño igual que nosotros amamos a ambos.

Inesperado Corazón (#1M.M) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora