Operación Triangulo (Damian x Anya)

Capítulo 9 Idiota

Damian, se había levantado temprano como de costumbre, mientras se alistaba para ir a clases, no dejaba de pensar en lo que había conversado con Becky, para él todo lo que le dijo era una tontería y se cuestionaba si valdría la pena...

 – Descuida con mi ayuda de seguro lo lograrás, SOY LA MEJOR AMIGA, es muy claro que conozco los gustos de Anya  – Sonríe, mientras  saca de su mochila unas hojas y se las entrega a Damian –

 –¿Qué es esto?  – lo mira indignado y molesto –

– Es mi plan de estudios  – Orgullosa –

– ¿Sabias que el jefe te pediría ayuda? estoy asombrado y asustado  – Dijo Ewen –

 –Claro que sí, la realice hace bastante tiempo, sabía que algún día pediría ayuda.

– ¿Una clase de modales ? ¡El jefe Damian no necesita esto, porque ya lo tiene!  –Emile comenzó a protestar –

 – Es claro que no, él realmente no sabe tratar a un chica  –formo una equis con sus brazos –

 –¡Oye espera! dice cuatro semestres ¿Qué quieres decir con esto? –Ewen el papel con intriga –

 –Son dos semestres al año, en otras palabras en dos años estarás listo para conquistar a Anya –sonrió con malicia al mencionarlo– 

 –¡NO TENGO DOS AÑOS PARA ESTO! ¡SI PRETENDO QUE ANYA ME QUIERA DEBE SER AHORA! –Estalla en colera–

–Jefe Damian, debe comportarse, respire –Le sugirió Ewen–

Damian intento respirar hondo y calmarse, sabía muy bien que Becky e intentaba sacarlo de sus casillas y debía no darle el gusto de hacerlo.

–Vaya, si que te urge mi clase de yoga y meditación –Dijo Becky en un tono bulón– pero descuida, dentro de mis clases tendrás tendrás clases practica, tienes un pequeño chance se logarlo. 

–¡Tu plan de estudio es una completa basura! ¿En serio Becky, una clase de romance?  y una de, de  –comienza a ponerse nervioso – 

–¿Qué, acaso no quieres besar a Anya?  Aaaaw, ternurita – Comenzó a reír –  

–¡Como sea, no haré esto!  – Arrugó el papel y se lo lanzó a Becky –

– ¿¡Cómo te atreves!?  – Recogió el papel –  Si no quieres mi ayuda, se la daré a Ken, tal vez el la acepte, es más atento y caballeroso que tú.

– ¡ESTA BIEN,  ACEPTARÉ TU AYUDA!  – su cara estaba roja por la ira –


 Aquel recuerdo le perturbaba su mente, intento pensar en otras cosas aún más importantes que las clases absurdas de Becky, como lo eran los próximos exámenes y las muy aburridas reuniones de los imperiales, que en un inicio le parecieron interesantes, pero poco a poco perdió todo su interés.  

–Jefe ¿no llevara su capa imperial? –Preguntó Emile–

–No me apetece, es solo un pedazo de tela, no es gran cosa –Respondió mientras guardaba sus libros y cuadernos en su mochila–

–¿Pero no tenía una reunión importante?  mejor llévela –Le recordó Ewen–  

–Esta bien –Suspiró– prometo que despues de la reunión almorzaré con ustedes –dijo mientras abrochaba el broche de la capa–

–¡Pero que guapo se ve asi Jefe! –Dijo Emile emocionado–

–¡Cuanta elegancia! –Dijo con fascinación Ewen– 

–Bueno, debo decir que aumenta mi belleza, pero aún así es un fastidio llevarla –Sonó egocéntrico al decirlo– Bien hora de irnos chicos.

Al salir de su habitación, Damian caminaba adelante, por los pasillos de la escuela, como si fuera una celebridad, mientras que sus amigos atrás, como  sus guardas espaldas. Los estudiantes se alborotaban al ver a Damian, recibiendo todo tipos de elogios, sobre todo de chicas que se lo rodeaban para darle regalos o invitarlo a salir. Por su puesto esto en parte le agradaba, pero por otra parte quería la atención solo de Anya, la chica pelirosa, por quien perdía su dignidad a cada segundo y sabía que aceptar regalos de otras chicas mientras le gustaba Anya sería indigno, pero +el no tenía tacto al rechazarlas y digamos que en ocasiones la capa ayudaba que se viera aún más arrogante de lo que realmente era.

–¡Damian es muy guapo con su capa de estudian imperial! –Dijo una de las chicas que contemplaban al chico–

–¡Joven Damian, tenga este chocolate que compre para usted! –se le acerca una chica de cabello castaño entregándole el regalo–

–¿¡Si sabes que soy alérgico al maní!? –Al recibirlo leyó la envoltura–  ¡Esto es veneno para mí! no puedo aceptar esto, al menos esfuérzate un poco más –Le devuelve el chocolate indignado y continua su camino– 

–¡Lo, lo siento mucho! –se disculpó con él varias veces–

–¡Ten más cuidado a la hora de elegir un presente para el jefe Damian! –Dijo Ewen molesto–

–¡Es un intento de asesinato, te estaremos vigilando! –Emile la apunto con su dedo índice–

–¡Eres una tonta, casi matas al joven Damian! –Dijo una de las chicas presentes–

–¡No volverá a pasar! –Se escusó–  «Si no fuera hijo de un Desmond, no aceptaría tal humillación», pensó disgustada mientras se tragaba su orgullo.

–«Es un arrogante, solo es alguien por su padre », pensó una de las chicas presentes, mirándolo con repudio.

–«Si tuviera cualquier otro apellido, nadie se le acercaría» –Dijo un estudiante que presenció el rechazo de la chico.

Los compañeros de Damian, no lo toleraban, solo fingirán admirarlo, pensaban que podrían asegurar su futuro si lograban llamar su atención, especialmente las chicas, sabían muy bien que ser la novia de un Desmond les traería un gran beneficio y no solo monetario. Tal vez Damian lo sabía, quizás por eso Anya le llamo la atención, había recibido tantos elogios a lo largo de su vida, pero nunca nadie lo cuestionó o le rebatió...

Damian, se detuvo a la entrada de la escuela y observo como Becky se bajaba del auto junto con Anya, puso sus ojos el la chica de cabello rosa, sus mejilla se sonrojaron...

–¿Va a jugar a las estatuas o ira a saludarla? –Preguntó Ewen–

–Bueno, yo ... Hmm 

–¡Oye enana, el jefe Damian quiere decirte algo!  –Emile comenzó hacerle señas a las chicas–

–¡NO LE HAGAS SEÑAS! –Irritado se quejó–

–Tiene que vencer esa timidez, si le saluda de seguro pensará que es muy genial y amable –Le sonrió Ewen–

Anya y Becky continuaron caminando, mientras se preguntaban que les pasaba a los chicos y porque actuaban de una manera tan rara, apresuraron el paso para encontrarse con ellos, al llegar Anya notó que Damian traía su capa de estudiante imperial y lo nervioso que él se estaba.
Becky por su parte comenzó adelantarse, mientras empujaba a los subordinados de Damian, para que ellos hicieran lo mismo y dejaran a Damian y Anya a solas.

El joven de cabello negro se había dado cuenta, que estaba solo con Anya, por lo que tomó valor para intentar hablar con ella y ser gentil... 

–¡Buen día, segundo! ¡hoy traes tu capa! 

–¡Cla-claro que la traigo puesta, tengo una reunión importante! – se sonrojó con solo mirar a Anya–  

–¿Eso significa que nos libraremos de ti por unas horas? –Bromeo–

–Ja, ja, ja, muy graciosa, eso quisieras, es muy difícil librarse de un Desmond –Le sonrió de forma irónica– 

–«Al menos se ve de buen humor, no le enojó la broma de Anya», pensó con alegría. –Podría decir lo mismo de mí –el sonríe con típica cara burlona– 

–Eso ya lo sé, eres como la goma de mascar en mi zapato... –se burló– « Ella es realmente hermosa, e incluso con sus peores cara », pensó mientras se sonrojó levemente. 

–«¿¡Cómo que peores caras!?  espera... Segundo dijo que, ¿soy hermosa? ¿se golpeo la cabeza o qué? él no es así... ¿¡Es bipolar!?», se cuestionó por unos segundo.

–Oye,  quería preguntarte algo... –Mira seriamente a Anya– 

–«¿Con que cosa saldrá ahora», pensó Anya.

–« Sí le preguntó quedaré con un tonto celopata, pero necesito saber que piensa de mí, ¿aún me verá con ese niño odioso, que la molestaba? », pensó mientras le daba vuelta al asunto.

– «¿Eh?,  ¿Quiere la aprobación de Anya», pensó.

–¿Quiero saber... si aún...?

En el momento que Damian quería preguntarle a Anya, sobre como ella lo miraba y de lo que pensaba de él, fue interrumpido por Miller, quien se acerco a Anya para saludarla con un abrazo. Desatando el enojo de Damian.

–¡Hola Anya! – Ken, se acercó y saludo alegremente a Anya.–

–¡Ken, buenos días! –Anya aceptó el abrazó –

–¿Qué tal Desmond? ¡Me encanta tu capa de principito! –lo dijo en un tono burlesco– 

–Me alegra que lo notaras, porque es algo que dudo que obtendrás   –lo miró fijamente con enojo–  «¡Odio su osadía para abrazar a Anya! ¡maldición! », pensó Damien mientras miraba a Ken.

–Descuida, no necesito demonstrar nada con algo así, mientras tenga el aprecio de las personas que me importan como; Anya, estaré muy bien. –Las palabras de Ken eran como unas cuchillas para Damian.–

–De todas formas, no me interesa, tengo el aprecio de todos los estudiantes  y la admiración de los profesores, en cambio tú eres alguien corriente –Su voz era engreída– 

–¿Entonces, por qué pierdes tu tiempo conmigo? –Ken comenzó a reír–

–¡Eso, es porque...!  –Se había quedado sin palabras–

–Yo sé bien porque, no soportas a nadie que no seas tú tenga la atención de Anya. –Ken se acercó a Damian para susurrarle– 

–« Estos dos ya me tienen harta, siento la necesidad de golpearlos », pensó Anya como única solución. –Anya ya se aburrió de los dos, me voy –Comenzó a caminar dejando a ambos chicos solos–

–¡Oye, yo no empecé esta vez, fue el tarado de Miller! ¡que seas ciega para notarlo no es mí culpa! –Damian comenzó a reprocharle a Anya.

–¡Eres insoportable y un egocéntrico, no todo se trata de ti! –Anya miró con enojo a Damian–

–¡Solo aceptaré mi culpa, sí Miller lo hace primero! –Condicionó a Anya–

–No sabía que fueran tan infantil Desmond –Ken comenzó a burlarse de él– 

–¡No pienso disculparme primero, mejor me voy, ya estoy arto!

Damian abandona el lugar, pisando fuerte en cada paso que daba, le desagradaba que Miller pudiera acercarse tan fácilmente a Anya, sobre todo que siempre quedaba como un idiota ante los ojos de Anya.  




CONTINUARÁ ...