Capítulo 15

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El chico se queda algo embobado, pensando en lo sexy que se había visto el chico sin su camisa. Se baña todo de vuelta, se viste allí y dentro de la toalla esconde la camisa.

Cuando termina se escabulle a su cuarto y abre su placar, sin antes echarle una mirada a su cuarto a ver si su hermana estaba por ahí, al no estar agarra una percha y cuelga la camisa de Bill para que se seque. Después de eso baja las escaleras y ve a Mabel acostada boca abajo en el living viendo una novela con su mascota.

El chico sonríe al verla y se sienta arriba del culo de la mina, ya que estaba ocupando casi todo el sillón.

La chica suelta un chillido como si fuese un perro herido, su hermano le tapa la boca con los pies, esta de la chupa para que los saque de encima, ambos sueltan un sonido de asco ya que Mabel le chupo los pies sucios y Dipper tenía baba de su hermana en los pies. Después de esa asquerosidad se quedaron molestándose en el piso y al rato llegan sus tíos con vols de papas y algunos sándwiches para picar y ver todos juntos la tele.

Se quedaron viendo una película de esa chotas que pasaban casi siempre los días festivos. Los gemelos de vez en cuando se tiraban algunas papitas, las cuales se enredaban en el pelo de la castaña.

Pato se acerca y se come las papas que quedaban en el pelo de su dueña, en un momento le lame los dedos a Dipper para sentir ese sabor salado que tanto le gustaba.

Ford se levanta y se despide de sus sobrinos para irse a acostar, los niños hacen lo mismo, pero se van en silencio ya que Stan se habia quedado dormido en su sillón.

Los gemelos se acuestan y se desean buenas noches, una vez Mabel dormida con pato arriba Dipper deja su libro de lado y se dispone a conciliar el sueño, se tapa hasta la nariz.

Algo adormilada se da la vuelta y siente como su frente y nariz se chocan contra algo, pensaba que era la pared, pero era más blanda y suave, levanta un poco la mirada y ve como unos ojos amarillos estaban clavados en su cabeza, observando sus mechones de pelo. Era Bill, que le acariciaba la cabeza haciéndole mimos y acurrucado al menor en su pecho, pero estaba algo transparente, significando que estaba algo cansado.

Dipper: (No puede evitar sonreír) Puedo preguntar... ¿qué haces acá? (Decía en un tono ronco y suave)

Bill: Vine a darte las buenas noches... (También algo cansado)

Dipper: ¿Y esos mimos son parte de tus buenas noches? (Decía dulce, sintiéndose como un niño pequeño)

Bill: Mhmm... Si te molesta puedo parar. (Levanta la mano a propósito)

Dipper: (Enarca una ceja y se acurruca en el pecho del rubio) No... continua por favor... (Decía en un murmullo) Hacía mucho que no me mimaban como... si fuera un niño pequeño jeje. (Aun algo adormilado)

Bill: Okey... entonces voy a seguir chiquitín...

Decía con una risita, y lo sigue mimando, el menor abraza al chico que estaba con una remera más sutil y tía su olor impregnado, el rubio se da cuenta de que su amante se estaba durmiendo, así que aprovecha a llenarle de besos la frente y los cachetes.

El menor sonríe y no puede evitar besar con vaguesa el pecho del rubio. Lo abraza con las piernas, casi poniéndose encima de él.

Bill después de mimarlo tanto, se queda dormido allí, pero a los pocos segundos aparece en su cama.

A la mañana siguiente el rubio se despierta viendo aquel techo de piedra, después de despertarse un poco golpea la cama con enojo ya que él mismo se habia programado un hechizo en sí mismo para que a cierta hora lo haga aparecer en su cueva y no quedarse con el chico.

Un Último Trato (Bill Dipp)Where stories live. Discover now