Un Último Trato (Bill Dipp)

Capítulo 21

Ambos se bajan del auto y la castaña le hace un gesto, el cual decía "dame 5 minutos", el chico mira al canoso y suspira. Se da vuelta sobre sus talones y entra a la cabaña, dándole privacidad a su hermana. Al entrar se sienta con sus tíos en el sillón.

Stanley: ¿Cómo te fue? ¿Te gusto?

Dipper: meh, todo muy lindo. (Ve a su tío con una cerveza. Se la saca con suavidad y le da un sorbo. Se la devuelve y se echa en el sillón) Comí como cerdo para ser sincero jaja.

Stanley: Consíguete la tuya niño. (Limpia el pico de su botella) ¿Estaba todo rico? ¿No te sobro nada para traernos?

Dipper: ¿Dónde hay? (Lo mira y ríe levemente) Delicioso, siento como la panza me pesa. (Se frota la zapan) emmm no..... estaba.... ocupado distrayéndome jeje.

Stanley: Sos menos niño, obvio que no voy a darte, no quiero que tu padre se enteré que descuide a mis sobrinos. (Lo mira y deja su cerveza en el piso) Si tan lleno estas puedo hacerte algo digestivo.

Dipper: Ay tío... tengo 18, no soy menor. (Decía cruzándose de brazos) Un sándwich de fiambre está bien.

Stanley: Testes 17. (Levanta una ceja) Eso no es digestivo muchacho, voy a hacerte un té. Y me llevo esto. (Decía llevándose la cerveza)

El chico suspira resignado y con una risa divertida. Al rato su hermana vuelve con una boba sonrisa y se sienta junto con su hermano para hablar de ese día.

Pasan los minutos y Stan llama a todos para que pongan la mesa y comieran, para luego irse a dormir temprano, ya que mañana necesitaría manos fuertes en el negocio para cargar con las cajas de mercadería que llegarían a la mañana. Ambos gemelos toman un té rápido, mientras que los adultos degustaban de un risotto primaveral. Terminan de comer y ambos suben a su cuarto.

La chica subía de a dos escalones con aun una sonrisa en la cara, mientras que Dipper la miraba y sonreía, subiendo de a poco los escalones. La chica llega rimero a su cuarto y empieza a tararear mientras se cambia atrás de la puerta de su placar como si fuese un cambiador.

El chico sólo se pone un remerón y se acuesta en la cama, esperando que el sueño lo domine, pero a medida que caía y escuchaba los tarareos de su hermana, su mente divagaba, yendo a buscar a un rubio de mirada seria y brillante.

La chica va a la cama de Dipper y se acurruca con él, poniéndole los pies fríos en sus piernas.

Mabel: ¿Dormimos juntos? (En un susurro)

Dipper: (La abraza) No ronques mucho...

Mabel: Y vos no patees. (Lo abraza) Ey... ¿te gusto venir hoy?

Dipper: si, fue genial. (Le soba la espalda) Gracias por invitarme, y a vos también te gustó ir, ¿o no?

Mabel: Mhmm, gracias por acompañarme, de vez en cuando te veía entre la gente y me sentía bien.

Dipper: Te dije que siempre estaría con vos... (Decía con una sonrisa) ¿Ah sí? ¿Y por qué?

Mabel: Porque estaba algo nerviosa ejeje. Ósea, Guideon ahora era súper atento y dulce, estaba nerviosa de cometer alguna tontearía, ya sabes como soy, pero dijo que también la paso bien de como soy ahora.

Dipper: obvio, sos la chica más piola que conozco, o sea, ¿Qué mujer ha peleado con Gnomos? Pff ninguna.

Mabel: Emmm bueno, Wendy si peleo con gnomos, ¿te acuerdas cuando nos mandó esas fotos? ¡Jaja igual! ¡Gracias Dip!

Dipper: No hay de qué... ahora dormí que mañana nos toca trabajar.

Mabel: No le veo el sentido trabajar en vacaciones. (Se acurruca en la cama)

Dipper: ¿Te parece que yo sí? (Bosteza) Pero ya quedan pocas semanas, asique deberíamos ayudar un poco.

Mabel: Mmm... el verano tendría que durar medio año. (Se acurruca en las sabanas y cierra los ojos)

Dipper: Ni que lo digas.... (durmiéndose de a poco)

Los chicos se quedan dormidos en la cama del chico, al rato aparece el rubio arriba de ambos, le acaricia la cabeza al chico quitándole los pelos de la frente dejando ver aquella marca de nacimiento que parecía una constelación, le da un beso en la frente en donde sale un brillo, haciendo que la cara del castaño deja de estar tensa y se relaja.

El rubio le daba varias caricias, haciendo que de a poco el menor pestañara rápidamente, despertándose de a poco.

Bill desaparece para no causar problemas en despertar a la chica, Dipper se queda mirando el techo, susurra el nombre del rubio, pero este no responde, pero siente como algo le rosaba el cachete como una caricia de una mano.

Dipper se queda pensado un poco hasta que devuelta trata de dormirse, pero esta vez le costaba algo.

Se sentía intranquilo, como con cosas por resolver, las cuales le molestaba y hacían que le entre ansiedad.

Trata de dormir, sueña despierto algunas escenas que le gustaría vivir con el rubio haciendo que de a poco se duerma como podía, a la mañana siguiente la chica aparece en los pies de la cama abrazando la almohada de Dipper, mientras que este estaba boca abajo echo bolita.

Stan sube por ellos con teléfono en mano, y al momento de ver a los adolescentes disfrutando del 5to sueño pone la alarma de los militares, haciendo que ambos se despierten de un salto.

El tío ríe mientras su panza revotaba haciendo que los chicos no entiendan mucho. Después bajan a lavarse los dientes, bajan a desayunar y después se ponen a trabajar como su tío les habia dicho, pero al levantar las cajas siempre soltaban bostezos.

Ponen las cajas sobre el mostrador y comienza a acomodar cada suvenir que había allí dentro. Luego de un rato, unos clientes entras y los chicos los ayudan respondiendo sus dudas y demás.

Mabel de vez en cuando le hacía un recorrido a algunas mujeres que entraban, le mostraba algunas vestimentas que tenían y a veces inventaba cualquier cosa. Decía que algunas remeras se hacían que una tela que venía desde Londres y otras se hacían en una escuela carísima en París. A todo esto, algunas mujeres se enriquecieron y compraron remeras a lo loco.

Mientras que Dipper tenía a algunos niños a su alrededor, él contaba historias reales de aquellas estatuas que parecían de mentira. Algunos niños estaban tan concentrados que se les caía la baba.

Stanley: A veces pienso que son mis hijos... (Decía orgulloso)

Ford: Yo pienso que pasan mucho tiempo con vos. (Decía cruzado de brazos) Aprendieron mucho de vos Stanley....

Stanley: ¿Y eso es bueno o malo?

Ford: Cuando sean adultos te digo. (Le da unas palmaditas en el hombro)

Stanley: ¡¡AAH!! ¡¡Vete al diablo!!

El tío se ríe y dejan a los chicos seguir con su trabajo, la tarde llega y el tío le saca el dinero de las manos a los chicos, estos se enojan con su tío pero él les da una recompensa, dividió el dinero a la mitad y esa mitad se convirtió un cuarto para cada uno.

La chica sin contar lo mete en su corpiño, mientras que el chico se mojaba la punta de los dedos y empezaba a contar la suma total. Ambos vuelven a su hogar y el chico agarra un par de cartas para jugar a algo mientras empezaban a que se hiciera de noche.

Mabel baja al comedor en donde estaba Dipper y se pone su gorra de apuestas, al igual que pato, Dipper revolea los ojos y se pone a repartir para los tres. Después de varias partidas con apuestas de comida, el chico siente de repente un frescor en su cuerpo, como el típico frio del lago, al rato empieza a pensar en Bill en qué clase de cosa estará planeando. Le deja las cartas a Mabel para que las mescle y las reparta, mientras que él se iba a ir al baño a tratar de hablar con Bill, si es que podía.

Dipper: (Cierra con seguro el baño) ¿Bill?...

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  Esta historia es un rol junto con  y los capítulos serán subidos los Miércoles y Jueves.