02

2K 212 41
                                    

El colorido local se encontraba vacío, paredes verde pistache y blancas, decoradas con pequeños detalles, cómo dibujos de mariposas, estrellas, algunas constelaciones. En una hora se abrirían esas puertas para darle la bienvenida a los consumidores.

Pete revisaba las cuentas de los últimos días, además de checar los cortes de los qué estuvo ausente. Debía revisar hasta el más mínimo detalle.

Amaba trabajar en esa pequeña cafetería, la cuál quedaba a un tiempo corto de su casa. Así no tardaría mucho en llegar a ella. Además de ser gerente en ese lugar, también ayudaba cómo mesero.

Una campana indicaba la entrada de una persona, sin darse la vuelta, Pete habló.

—Lo siento, el sitio aún no abre las puertas, le pido que regrese más tarde. —y aunque quisieran atender a esa persona no podrían, pues faltaban preparar algunas cosas.

—No hemos venido por café, te queremos a ti. —respondió una voz masculina. Al momento que un frío metal era colocado en su nuca y un seguro era quitado.

Mierda.

Ese metal lo conocía muy bien, en el pasado fue amenazado en más de una ocasión por el mismo, y en otras tantas fue su salvación.

—Maldita sea. —susurró. Y lentamente alzaba sus brazos en señal de que se rendía.

—Acompáñanos fuera, no quiero destruir este bonito lugar.—dijo amablemente el hombre, Pete simplemente se giro con lentitud y asintió.

Caminando a paso lento hacía las puertas, sólo una persona se le vino a la cabeza. ¿Sí esos sujetos estaban en ese sitio sabrían dónde vive? O peor aún, ¿tendrían conocimiento de él?

Joder.

Actuaría rápido. Tenía que hacerlo. No quería dejarlo sólo en este mundo.

Sabía qué ayudar a Kinn nuevamente sólo traería problemas, pero decidió confiar en la vida y su suerte. Olvidando que ya no sólo estaba él.

☆ ° 。ㅤ→ ༄ ‧₊˚

Había pasado una semana desde qué volvió a la casa principal, todo iba a la perfección. Ahora se encontraba reunido con sus aliados.

Las decisiones sobre cómo llevar el trato con China le fueron informadas a Kinn, mostrándole las ventajas de ello. Y dando el panorama de las posibles variables. El segundo hijo analizaba cada papel que se encontraba frente a él.
Los demás presentes estaban a espera de alguna opinión, duda o sugerencia.

Cuándo terminó de revisar, iba a compartir su punto de vista, pero antes de siquiera hablar, la puerta de la sala de juntas fue abierta de forma dramática dejando ver a un extravagante Khun. El cuál traía un sobre amarillo en sus manos.

—¡Aquí estás maldito! ¡Creí que ibas a quedarte más días con esa rompe hogares! —fueron las palabras del hermano mayor, las cuales eran dichas mientras miraba a Kinn.

Este último frunció el ceño, no entendía a qué se refería y tampoco el porqué se lo reclamaba a él.

—¿De qué hablas Khun? —cuestionó Kim, mientras recargaba su cabeza sobre su mano derecha. Al parecer sería un nuevo espectáculo por parte de su hermano mayor.

La familia y conocidos ya estaban acostumbrados a su drama, y estos empeoraron desde que su guardaespaldas principal abandonó la casa de la primera familia sin dejar rastro.

—De qué Kinn está convirtiendo a Porsche en un segundo Tay, y no pienso ser espectador de ello. —dicho eso lanzó a la mesa el sobre amarillo que tenía en sus manos. Este quedó en medio del mueble a espera de que alguien lo tomará.

༒ ℂ𝕚𝕟𝕒𝕣𝕖 ༒ VegasPeteWhere stories live. Discover now