༒ ℂ𝕚𝕟𝕒𝕣𝕖 ༒ VegasPete

08

La misión había sido un éxito total, tardaron poco más de lo previsto, pero no surgió algún inconveniente qué indicará un futuro problema. Ahora se dirigían a sus vehículos para regresar a sus casas.

—Iré contigo, o terminaré cometiendo un asesinato.—Vegas informó a Porsche, mientras pasaba a su lado, parecía un poco alterado. No estaba dispuesto a seguir viendo la cara del estúpido guardaespaldas que lo único que hizo fue estar cerca de Pete.

Vegas subió a la parte trasera del auto, para ese momento Pete ya estaba en el asiento del copiloto, verlo sin estar acompañado de los demás lo tranquilizó.

¿Sería correcto iniciar una conversación? ¿Podría preguntar sobre cómo se sintió estar nuevamente en una misión? Pero por lo qué entendió, ya había vuelto al campo hace rato. Le cuestionaria sí se encontraba herido, quería saber sí necesitaba algo, tal vez Pete necesitaba comida, hablaría con Porsche para que se dirigiera a un restaurante y comieran, no importa cuánto comiera Pete, él pagaría todo.

La puerta del piloto fue abierta, Porsche asomó la cabeza dentro del vehículo y sonrió un poco avergonzado. Dio un suspiro y tomó valor para hablar.

—Lo siento chicos, tendré qué ir con Kinn, me siento un poco mareado, y no cree que sea correcto que yo conduzca. —Porsche informó, para después lanzarle la llave del auto a Vegas, quién la atrapó sin problema.—Nos vemos luego.—después de eso cerró la puerta y se dirigió al vehículo dónde Kinn lo esperaba junto a Pol y Arm.

Vegas reaccionó rápido, no sabía sí fue una excusa por parte de Porsche para darle una oportunidad con Pete o realmente se sentía mal. De todas maneras, no se olvidaría de agradecer después. Sin tardar mucho, se pasó al asiento del piloto, encendiendo el auto.

Discretamente vio a Pete, quién parecía estar en un trance o debatiendo internamente. El ceño de su antiguo amante se frunció. ¿Estaba molesto por tener que compartir espacio con él?

Un golpe en la ventana lo sacó de sus pensamientos. Volteó y pudo ver qué Tay estaba con una sonrisa a lado de la puerta del piloto. Dio un suspiro. ¿Qué quería Tay en ese instante?

—Sí él sube, yo me bajo. —un susurro, lo suficientemente alto para que sólo Vegas oyera, salió de los labios de Pete. El piloto se giró a su acompañante, no esperaba esas palabras, pero los ojos de Pete parecían arder en coraje.

No supo qué decir ante esa amenaza. Pero de algo estaba seguro, no perdería la oportunidad de pasar un rato con Pete. Puso seguro al auto, para evitar cualquier problema, y bajó un poco la ventana de su puerta, sonrió al intruso.

—¿Qué pasó, Tay? —cuestionó Vegas tranquilamente. Quizás alusinaba, pero podía asegurar que el aura en el auto cambió a una más pesada.

—Me preguntaba sí podía ir contigo, quiero pasar al centro comercial y mostrarte un lugar. —el rubio compartió su idea. —y claro, antes dejaremos a Pete en la casa de Khun, para qué no haya problemas. —lo último lo dijo en un tono algo peculiar.

Vegas escuchó cómo Pete intentaba abrir la puerta para salir, fue buena idea poner el seguro.

—Tal vez en otra ocasión, Pete y yo tenemos asuntos que arreglar. Nos vemos. —subió la ventana y el vehículo avanzó.

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"Dejaremos a Pete en la casa de Khun"

Por poco y se abría de piernas en ese lugar. ¿No podía ser más descarado?

"Mostrarte un lugar"

Seguro era su cama. No era idiota, sabía qué esas palabras tenían doble sentido. Y al parecer Vegas era un idiota.

"Sí él sube, yo me bajo."